Comenzar un blog videojueguil es difícil. Siempre tienes la duda de si empezar muy fuerte para causar buena impresión, o comenzar flojito, no sea que tus mejores entradas no las lea ni ni tu compañero de redacción. Nuestra apuesta ha sido por el punto medio, ni os vamos a deleitar con nuestro primer paso hacia la gloria, ni os vamos a echar a patadas de un puerquiblog. Os presentamos nuestra… (redoble de tambores)… declaración de intenciones:
En «El Pixel Ilustre» (EPI de aquí en adelante… ¿mola, eh?) nos gustan los videojuegos. Nos gustan mucho. Uno de los miembros lleva machacando botones desde la gloriosa Master System, correteando con el bueno de Alex o el simpático Sonic y matando estupidos bichitos. Mientras, el otro miembro (el más guapo) disfrutaba de las grandes aventuras de Lucas en su flamante y tirado por su madre (sí, mamá, me acuerdo) 286. Unos años más tarde, uno (el guapo) se topó con un Pentium 100 y descubrió a Duke Nukem… y otro descubrió la Sega Saturn y el Dark Savior. A partir de aquí el resto es historia. Los siguientes acontecimientos cruzaron nuestros caminos hasta este mismo punto, donde creamos, espero que para deleite de unos cuantos, El Pixel Ilustre.
Somos conscientes de que hay montones de blogs con noticias videojueguiles, notas de prensa y demás cosas que nadie lee. Por eso, nosotros iremos un paso más allá y le daremos nuestra particular visión del asunto a todas esas tonterías tan interesantes. Por supuesto, otra parte MUY importante de este blog serán los artículos y retro-análisis que dentro de poco podréis disfrutar. ¿Dije que tendríamos una especial atención a la relación entre el mundo del cine y el del videojuego? No claro, bueno, pues eso.
PD: No intentéis novatadas… me las sé todas gracias a Destructoid.
PD2: Queda inaugurado el blog… claro.
El Píxel Ilustre: Genisys.
Lloro.
Me siento mayor jajaja.