A estas alturas, los lectores habituales de El Píxel Ilustre saben que soy un maldito adicto a los RPGs. Pertenezco a esa extraña raza de jugones que disfruta la dura decisión de si emplear el último punto de experiencia en subirse la fuerza o la destreza. Ya sabéis, soy esa clase de tipo peligroso que cuando era joven y tenía tiempo quedaba con sus amigos para encerrarse en un cuarto y lanzar dados al grito de “¡¿Otra pifia?! ¡Esta porquería sólo saca unos!”. Como tal, me gusta la saga Baldur’s Gate. Así que aquí tenéis, queridos lectores ilustres, los artículos sobre Baldur’s Gate que he hecho.
Ahora los hay.