Pasando la medianoche vuelve la sección por la que las mujeres quieren tener hijos nuestros. Descubriendo… está vez nos llevará a una consola que vivió a la sombra de PS2. Sí amigos, os hablo de GameCube, una consola que en su catálogo tiene muchos juegos por descubrir y alabar, porque calidad no les falta. Esta semana he elegido un juego que ha sido uno de los últimos del catálogo de esta sobresaliente consola y para mí, un grandísimo plataformas. Si os hablo de plátanos quizás os suene más…
Gorilas en la niebla
Fontanero en paro busca gorila machote para bis a bis. Así comenzó toda una relación en el mundo de los videojuegos, una relación que les uniría y separaría en multitud de ocasiones convirtiéndolos en amigos o enemigos… pero eso daba igual, solo tenían una misión común: hacer fuerte a la Gran N. Y lo han ido consiguiendo a lo largo de todos estos años. Pero esta vez no hablaremos del fontanero más famoso de todos los tiempos, no… hablaremos de el gran Donkey Kong.
Donkey Kong es un señor gorila que ha sido un incomprendido toda su vida. Él va tan feliz por la jungla y unas mozas con poca decencia le insinúan cosas que le ponen en palmito selvático. Después de tanta calentura, que te suelten de sopetón que tienes que darles la mitad de tus plátanos por estar con ellas un rato… Normal que las raptará, yo hubiera hecho lo mismo. Tantos problemas de esta índole le vieron obligado a tener que buscar plátanos por todos los sitios, para poder permitirse estos lujos sin tener raptar a nadie.
Y así hemos visto multitud de aventuras que han hecho famoso a este gorila en su búsqueda continua de plátanos por distintas plataformas nintenderas pero todas ellas obradas con una excelente manufactura. Pero llegó el cubo, después de la sonora ruptura de Rare con Ninty, y el más gorila de los gorilas se encontraba en paro. No encontraba sitio en esta consola tan cuadrada. Estaba triste y desolado, incluso pensándose la retirada mientras conducía karts. Estaba al borde del suicidio cuando su representante le ofreció una oportunidad…
¿Qué hacen los famosos cuando no están teniendo tanto éxito como deberían? Lanzarse al mundo musical. De todos es sabido que DK es un rapero consagrado pero que siempre quiso reforzar su vena más indie y tribal, así que Nintendo se sacó de la manga un periférico musical awesome y se lo dio a DK para que protagonizará los dos excelentísimos juegos musicales de la consola: Donkey Konga y Donkey Konga 2.
Pero no era suficiente, DK no se encontraba demasiado bien en un ambiente lleno de drogas y perversión, dónde miles de groupis querían ver el tamaño real de sus plátanos Esto cansó a DK en demasié, él solo pensaba en volver a su selva, volver a saltar entre lianas comiendo plátanos sin tener que deber nada a nadie, volver a sentirse libre. Así que un día canceló todos sus conciertos y volvió a su amada selva. Eso sí, se llevó un regalo de esta época consigo.
Plataformas ♥ Bongos
Donkey Kong Jungle Beat es un grandioso plataformas que es mucho más inmenso gracias al uso de los bongos. Y es una pena que un periférico con tanto poder haya caído en el olvido, al igual que todo el emporio GameCube. Desde que probé este juego, cualquier plataformas que he catado no me sabe igual. El manual de instrucciones de cualquiera de estos plataformas te obliga a presionar el botón “X” para poder saltar, mientras mi mente me pide que golpeé los dos parches del bongo a la vez para lograr ese salto. Como hace tiempo que me he quedado atascado en varios juegos de esta índole por no avanzar a ritmo del bongo, me toca volver a meter el mini-cd de DK: Jungle Beat en mi consola.
La verdad es que hasta que uno no lo prueba, es difícil concebir la idea de un juego de correr, saltar y golpear enemigos usando un bongo que solo tiene dos parches y un micrófono. Golpeo al parche derecho, va hacia la derecha; golpeo al parche izquierdo, va hacia la izquierda. Si golpeas los dos a la vez, saltas; das una palmada y interactuas con el entorno. ¿Cómo se puede digerir un control tan dispar? Pues usando la sencillez. Sencillez que logró grandes plataformas en la época de los 8 y 16 bits. Y sencillez no quiere decir que el juego sea fácil, ni mucho menos, aunque si algo cansado, que tanto golpear el bongo hace que sudes más que con el WiiFit.
Así que a ritmo de golpeos y palmadas avanzaremos por los distintos escenarios que componen el juego. Escenarios muy bien estructurados con dos misiones y un enfrentamiento con un jefe final por cada uno de ellos. Avanzaremos por las dos misiones a través de distintos escenarios en los que treparemos lianas, acabaremos con molestos enemigos y, en general, trataremos de sortear los diferentes obstáculos con el objetivo de coger la mayor cantidad de plátanos posibles. La gracia de recogerlos reside en el uso de combos, al más puro estilo beat’em up, ejecutados a base de saltos, acrobacias y palmadas varias. Así conseguiremos un mayor número de plátanos para nuestro disfrute. Los Final Boss son harina de otro costal puesto que nos enfrentaremos a ellos, en su mayoría, mediante el típico “golpea y esquiva” de cualquier juego de boxeo.
A nivel gráfico nos podemos encontrar con lo mejorcito que ha dado GameCube con unas animaciones muy fluidas y unos escenarios realizados de manera excelente. Tan solo por el hecho de ver al pelo de DK moviéndose, merece la pena el disfrutar de este juego. El terreno sonoro también es muy molón, aunque no tanto como los Donkey Konga, con melodías plagadas de remixes de los clásicos de los Donkey Kong Country y también varios temas nuevos. Además, el escuchar a DK con sus gruñidos y demás ruidos moniles produce algo parecido al orgasmo de la Wii.
I’m the King of Bongo Bong
Es triste ver como la mejor continuación de los Donkey Kong Country quede clavada en el olvido junto a su consola. Y sí, es el mejor plataformas que este simio ha pisado después de los D
onkey Kong Country, porque aunque DK 64 es un gran juego, para mí perdió la esencia de los juegos anteriores. Y este juego retoma esa clase, sin Rare, y demuestra que el simio todavía tiene mucho que decir en el mundo de los videojuegos.
Así que ya sabéis pecadores, sino habéis probado este juego deberíais hacerlo antes de palmarla. Un control a base de un bongo, los mejores gráficos de las consolas de Nintendo (mejores que los de la Wii seguro), ¡¡ENFRENTAMIENTOS CONTRA GORILAS CON RASTAS!!!, animales molones que nos ayudan… todo un amalsijo de razones que se sobran para que al menos lo probéis. Y si da la casualidad que estas razones no son suficientes, pensad que yo os lo recomiendo encarecidamente. Ahora ya si puedes ir a por tu GameCube.
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