Ahora que estamos en época de crisis, el negocio del inmueble va de puta pena. La venta de pisos se ha estancado y el entorno de la construcción lo está pasando canutas. Este negocio, del que los españoles somos expertos, es uno de los más antiguos del mundo, aunque menos que el más mítico entre los míticos, y ahora entra en recesión. ¿Qué podemos hacer nosotros? Pues dado que hay demasiados ladrillos… es hora de romperlos. Bienvenidos a la decimosexta entrega de Descubriendo…
Si tuviera que hacer una lista de mis diez juegos favoritos de todos los tiempos, sin lugar a dudas, Arkanoid tendría un lugar en mi lista. Un juego dónde tenemos un objetivo simple y sencillo: destruye todos los ladrillos. Ya está, no hay más. Destruye una y otra vez los diferentes ladrillos que nos intentan destruir con su más poderosa arma: estar paralizados. Los muy malditos están terriblemente quietos para inquietarnos aún más, y mientras los más temibles sudores fríos se apoderan de nosotros al ver la infranqueable defensa que suponen los ladrillos, vemos como nuestra única arma, la pelota, rebota y rebota cada vez más, a una velocidad que se incrementa vertiginosamente hasta que un estado de terror nos llega cuando la pelota acaba en el infinito espacio del que no podremos continuar. Aparece el temible GAME OVER y entramos en estado de shock. Incluso aún puedo oír las leves risillas que emitían esos malditos ladrillos, o al menos en mi cabeza ocurría así. Un juego de verdadero miedo. Sí amigos, el primer Survival Horror.
Pero este juegazo es uno de los innumerables clones del primigenio, Breakout, aunque Arkanoid se llevó toda la fama, las putas y las drogas. ¿La razón? Su surreal argumento, los power-ups que podíamos conseguir y un diseño de niveles colorido y bastante retorcido para hacer que la experiencia de jugar a Arkanoid sea placentera y dolorosa a la vez. Un juego que merece la calificación de Cenobita 100 %.
Pero estamos hablando de un juego del año 1986 y creo que ha llovido bastante desde entonces. Multitud de juegos, plataformas y compañías que se iban al garete han pasado desde entonces. ¿Y Arkanoid? Pues en forma o espíritu ha aparecido en la inmensa mayoría de consolas que han ido apareciendo. Eso sí, ninguna de sus versiones o clones consiguieron esa gloria a la que fue llamado el juego creado por Taito.
Entonces, una luz indicó el camino a seguir y iluminó a los elegidos. Se designo a una compañía amateur la laboriosa tarea de hacer un juego que superara el Arkanoid. Algo impensable por muchos, una locura en toda regla que podía castigar al que lo intentará con el infierno de los jugones, dónde te pasas toda la vida jugando al Superman de N64 con vidas infinitas. Pero esa compañía tenía algo, un cierto estilo con el que se nace en este país llamado España. La ciudad elegida fue Barcelona y el sucesor recibió el nombre de BreakQuest. Alabemosle.
El estudio catalán Nurium Games es el culpable de que Arkanoid haya sido superado. Aunque sean palabras mayores el decir que Arkanoid ha sido superado, no me tiembla el pulso al decirlo y hasta puedo gritarlo a los cuatro vientos si me lo pedís. Este patrio juego mira a la cara de tú a tú al original de Taito e incluso puede birlarle la novia sin que Arkanoid pueda rechistar algo. Es una de las últimas joyas aparecidas en PC y uno de los juegos que demuestran que con sencillez y saber hacer, un juego puede darle un poco de vida a un entorno dónde FPS, juegos clónicos de estrategia y SIMS varios abundan en las estanterías de vuestros establecimientos favoritos.
Las razones por las que BreakQuest es el mejor clon de BreakOut y Arkanoid visto hasta el momento es que después de jugar un rato con él, vemos como los nombres de los primigenios se van despejando de nuestra mente y solo nos quedamos con BreakQuest como juego original y único. Nunca hemos jugado a un juego como este, o al menos no podemos recordarlo con claridad. Podríamos citar los cien niveles que tiene este juego para glorificarlo o incluso podríamos hablar de el diseño rompedor de los mismos que hace que cada nivel sea una experiencia totalmente diferente y única. Podríamos discutir largo y tendido sobre la física que contiene el juego, el como nuestras pelotas reaccionan perfectamente a los objetos que golpean dependiendo de la estructura a la que golpeen. Hablaríamos hasta la saciedad de una banda sonora que muchos juegos next-gen ya desearían tener.
Pero toda esta charla no serviría de nada si no tienes el placer de jugarlo. Este juego llegó a nuestros compatibles en el 2006 y dudo que demasiada gente lo conozca. Así es la triste realidad de juegos originales y únicos que pretenden airear la escena estancada en la que unos pocos juegos se salvan de la quema. Y más en el entorno PeCero dónde los juegos más innovadores se encuentran actualmente en la escena flash. Es por ello que BreakQuest es especial, ¡y qué coño! es un juego realizado en nuestro país que destila calidad por los cuatro costados, por lo que recomiendo energicamente a todos los lectores de este humilde blog que se hagan con el juego a la voz de ya.
Si quieres disfrutar de una jugabilidad Old School que se complementa con unos espectaculares efectos visuales y sonoros; y aliñado con una física increíble, este es tu juego. Un juego que ha sido desarrollado por una única persona, el gran Félix Casablancas, y que podemos conseguir por el módico precio de 15 euros de nada. Ahora que estamos en crisis, nada mejor que aliviarnos destrozando mil y un tipo de objetos que nos recordarán, en el más hondo de nuestros corazones, a los ladrillos que rompíamos cuando solo eramos unos infantes.
Visita la página web de Nurium Games y pruebalo. Una vez que lo hayas hecho, despídete de esos 15 euros que aguantaban en tu cuenta corriente, ya están gastados en este juego.
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