Descubriendo… (XX)

Bienvenidos una semana más a la sección ilustre por excelencia. Hoy toca descubriros un juego musical ya que el texto sobre PaRappa tendrá que esperar una semana más por problemas varios con el servidor antiguo. Mientras tanto, os traigo un juego hecho para los jugones más exigentes y que hará las delicias a los seguidores de los juegos musicales. LET’S GO!

Si crees ser lo suficientemente hardcoreta para reírte de tus amigos que juegan a la Wii, es hora de que pruebes Gitaroo Man, juego aparecido en la PlayStation 2 y que pasó sin pena ni gloria por la consola, todo debido a escasa publicidad y a una tirada más que pobre. Pero hace poco, rebuscando en los juegos usados del Game, encontré esta joya que instantáneamente pasó a formar parte de mi colección de juegos ilustres.

Gitaroo Man nos pone en la piel de U-1 un chaval acomplejado que intenta conquistar el amor de su chica, pero no puede ya que es un pringado. Uno de los grandes, el típico tontainas al que robar el bocadillo o “pedir prestado” su cartera. Haga lo que haga es un big loser pero que además habla con su perro. Sí, un perro que habla llamado Puma que tiene mucho más sentido común que su dueño. En cierto modo es comparable la relación que tienen con Nobita y Doraemon, aunque Puma mola mucho más que el gato azul.

Un día, a Puma le da por enseñarle a U-1 a tocar la guitarra y entonces es cuando Puma se convierte en un perro metálico llamado AC-30 que le da al perdedor de U-1, una guitarra que lo convierte en el legendario héroe, Gitaroo Man, que es un tipo apuesto y jovial que debe salvar al planeta Gitaroo de unos malos malosos. Un argumento loco que nos envuelve en una aventura, ya no por salvar al planeta Gitaroo, sino para convertir a U-1 en una persona normal que pueda trabajar en el Mercadona, en el LIDL o incluso en el Supersol.

Aunque el argumento sea importante en la mayoría de juegos, aquí esta historia llena de locuras queda en un segundo plano cuando vemos la gran cantidad de virtudes que tiene este título. Un estilo gráfico que destila humor y originalidad por los cuatro costados. Tanto el diseño de los distintos personajes que aparecen en el juego como los escenarios están realizados con todo lujo de detalles para que el jugador disfrute de un entorno tan psicodélico.

¿Y esto como se juega? Llegamos a el punto álgido del texto puesto que la jugabilidad de Gitaroo Man se separa de lo que suelen ser los juegos musicales. Ignorando la mecánica de pulsar una secuencia de botones como en títulos como Bust a Groove, PaRappa the Rapper o Space Channel 5, el juego de Koei nos mete de lleno en un duelo con diferentes fases en el que tendremos que controlar a U-1 de forma diferente dependiendo de la fase del combate en la que nos encontremos.

El control básico del juego es mover el stick izquierdo según una línea que aparece en pantalla y debemos coordinar con ella. Una vez en la línea, debemos presionar cualquier botón cuando sea necesario. También habrá ocasiones en las que tendremos que mantener pulsado el botón si así lo requiere la situación. Esto servirá cuando estemos en la fase de carga y cuando ataquemos, pero como en todo buen combate, también recibiremos palos. Para poder defendernos cuando el enemigo ataca, será necesario pulsar el botón del mando correspondiente cuando la imagen del botón llegue al centro de la pantalla. Decir que las fases de ataque y defensa se van alternando haciendo del juego una experiencia inolvidablemente pandiloca.

Solo porque colecciono películas snuff, me señalan con el dedo y me llaman radikal…

El juego es jodido de cojones, no hay otro apelativo posible a un juego que nos costará mucho pillarle el tranquilo pero que pica demasiado para que lo dejemos de lado. Además, el terreno musical (como manda en un juego de estas características) es francamente poderoso. Temas que nos llevan desde la música techno más movida hasta ritmos reggaes más tranquilones. Una oferta musical que nos lleva durante 10 pantallas a disfrutar de unos temas bastante molones que podremos llegar a odiar después de que tengamos que repetir alguna pantalla una y otra vez.

Quién no lo haya probado y no tenga acceso a él, siempre puede comprar su remake para PSP que afloja un poco la dificultad pero que es de los pocos juegos buenos que tiene la portátil de Sony. Eso sí, unos buenos cascos nunca vienen mal para poder disfrutar del juego en todo su esplendor. Aunque… ¡que coño! Buscad como sea la versión para PlayStation 2 y no lloréis por su dificultad, que parece que nos estamos acostumbrando a juegos facilones y esto no hace ningún bien a los videojuegos. Y menos, a nosotros.

¡¡Un juego bueno en PSP!!!