Análisis: Nation Red

Los zombis molan. Su torpe forma de andar, sus rápidas carreras a toda hostia, sus muecas de dolor desencajadas, esa manera tan peculiar de roer carne humana, esos gemidos guturales tan simpáticos… todo en ellos tiene encanto. Pero hay ocasiones en las que algo sale mal, y todo ese encanto muerto viviente no sirve para salvar lo que definitivamente es un producto mediocre.

Nation Red, como en su página web indican, cuenta con 18 misiones singleplayer, modo survival, modo “freeplay” y “blood drive”. No hay multijugador, pero oye, siguen siendo cuatro modos de juego en los que matar zombis. Pero no.

Las mencionadas 18 misiones transcurren todas en el mismo escenario marrón y vacío, y casi lo único que varía de una a otra es la posición de los primeros zombis que salen. Es decir, hay veces que aparecerán formando un corro alrededor de tu personaje, en otras ocasiones estarán alineados arriba y abajo, o formando un cuadrado, etc. El otro factor cambiante es que normalmente entre todos los zombis hay uno especial. Dicho zombi especial aguanta una tonelada de disparos y va armado con una sierra/gancho/hacha/metralleta. ¡Todo un desafío! Para más INRI, la única variedad real que aportan las misiones es que en una de ellas tienes que proteger a una persona a la que si tocan los zombis muere (muriendo tú en el proceso, obviamente). Es decir, una puta misión de proteger a alguien. Y yo odio las putas misiones de proteger a alguien. Que se protejan ellos, joder.

Un punto ligeramente positivo dentro de este modo misión es el sistema de niveles, que aunque es una mierda, al menos le da algo de variedad al asunto. Y es que el tema de los niveles va así: matas X zombis, subes un nivel; subes un nivel, te pones un “power up”; te pones un “power up”, matas más zombis; repites. Y por si os lo estáis preguntando, los “power ups” tampoco son nada del otro mundo: ralentizar tiempo, doble daño, más velocidad, incendiar zombis… Total, que lo que podría ser una buena idea termina siendo algo bastante monótono que no aporta mucho al juego.

Las armas, al contrario que los niveles, aportan algo más al juego. Y es que usar lanzagranadas, ametralladoras y lanzallamas contra una masa enloquecida de zombis es algo que siempre gusta. Así que por aquí no puedo quejarme.

Volviendo a los modos de juego tenemos el survival y el freeplay. El survival consiste en aguantar todo el tiempo que puedas, sin subir niveles, en un escenario marrón y vacío mientras te vienen hordas y hordas de zombis. El freeplay es igual pero pudiendo subir niveles y coger armas. ¡YUJU! También creo que existe un modo llamado “blood drive”, pero tras pasarme las dieciocho misiones y haber jugado a los otros modos varias veces, todavía no se ha desbloqueado, así que no sé si está bien o mal.

La jugabilidad, al igual que los modos de juego, es mala, monótona y marrón. En ocasiones apuntar es un suplicio, no me preguntéis por qué, no lo sé, pero el caso es que hay zombis a los que soy incapaz de acertar (a pesar de tener el punto de mira puesto en su puta cabeza). Los zombis sin embargo son capaces de darte un manotazo o un bocado a distancia o mientras estás rodando, lo que como os podéis imaginar, jode bastante. Ahora debería seguir diciendo cosas que no molan, pero lo cierto es que la jugabilidad es tan limitada que no tengo nada más de lo que quejarme… Así que paso a los gráficos.

El apartado técnico del juego, al contrario que el juego en si mismo, está bastante bien. Los gráficos están currados, la sangre parece sangre y los efectos de sonido suenan como deberían. Así que nada que objetar en este apartado.

En conclusión, Nation Red es mediocre tirando a malo. A penas consigue ser divertido durante media hora seguida y su bajo precio no justifica en absoluto ni su duración ni su escasa diversión. Así que mi veredicto es que NO vale los 6€ que me he dejado en él. No obstante, si a pesar de todo queréis haceros con él, lo podéis adquirir en Steam por 6€ (está en oferta) o en Gamersgate por 10 (no está en oferta).