Análisis: Risen

Tras dos previews más o menos acertadas, cientos de criaturas asesinadas, docenas de «quests» terminadas, dos míseros cascos encontrados y 20 horas jugadas; llega mi análisis de Risen. Un juego que pese a sus luces y sombras, es capaz de engancharte durante una semana entera y no soltarte hasta que lo terminas. Y eso, queridos lectores, ya es más de lo que muchos otros juegos pueden decir.

Lo primero que llama la atención sobre Risen es su apartado gráfico. No porque sea especialmente brillante o particularmente malo, sino porque a pesar de estar desfasado resulta apetecible a la vista. Esto es en gran medida gracias a los escenarios y la iluminación que, a diferencia de los pobres personajes, están muy conseguidos. Mención especial para el modelo de las escasas mujeres presentes en el juego: lamentable. El problema no obstante, es que dado el número de poligonos por pulgada que ofrece el juego, debería rendir muchísimo mejor; porque para un pecero resulta bastante vergonzoso estar moviendo unos gráficos de hace cuatro años y sufrir ralentizaciones esporádicas. Esto tampoco quiere decir que la optimización sea nefasta. Nefasta es la optimización de Saints Row 2 o Gothic 3. Esto simplemente significa que en Piranha Bytes mejoran este aspecto de muy poquito a poco.

La jugabilidad, como los gráficos, tiene luces y sombras. Por un lado tiene un estilo de aprendizaje de habilidades y atributos muy «old school» (esto es bueno), un sistema de combate excelente (frustrante en ocasiones, pero excelente) y un inventario y diario perfectos para manejar la enorme cantidad de objetos y misiones que iremos adquiriendo. Pero por el otro lado tenemos una nula «customización» del personaje, unas animaciones que son de puta coña (especialmente en saltos y caídas) y un sistema de teletransportes bastante incómodo (tienes que mirar en el mapa de misiones como se llama a donde quieres ir, ir a tu inventario, rebuscar entre las más de diez piedras que tengas y usarla… si la tienes, si no te jodes y vas a pata). En cualquier caso, lo cierto es que en general, la mezcla de cosas buenas y malas resulta divertida, y ya quisieran muchas superproducciones poder decir lo mismo.

Ahora bien, el tema de la historia y el desarrollo de los acontecimientos es bastante… peliagudo. Y es que a pesar de tener un argumento interesante, las situaciones que protagonizamos (final incluído) nunca tienen la fuerza narrativa que deberían. Este problema comienza desde el primer minuto de juego, en el que nuestro personaje sin nombre ni carisma está de polizón en un barco, por no sé sabe qué motivo, a no sé sabe donde, con no sé sabe qué mujer de la que nunca más se sabrá nada. A partir de este instante intuimos que hay una historia, que está ahí y que puede molar, pero el juego se las apaña para continuamente hacernos protagonizar los acontecimientos menos relevantes posibles. Además y para más inri, Risen no tiene «bosses» ni enfrentamientos épicos, e incluso el enemigo final es feo y decepcionamente de cojones. Pero bueno, al menos con Risen sabes de qué va el juego. Yo en Oblivion estuve unas seis horas correteando por el campo sin enterarme de na de na. Después lo desinstalé, claro.

Si hasta el momento todo han sido luces y sombras, el apartado sonoro no iba a ser menos. El doblaje del juego, pese a mis primeras impresiones está bastante bien. De hecho, me atrevería a decir que las voces están mucho más curradas que los gestos de los personajes al hablar, que se limitan a agitar los brazos continuamente como si tuviesen espasmos. La banda sonora, muy discreta, ni mola ni deja de molar; simplemente está ahí. Sin embargo, los efectos de sonido son lamentables. En serio, no he encontrado un solo sonido (chapoteo, espadazo, borbotones de sangre, saltos…) que esté bien hecho. Nada.

En resumidas cuentas, que me estoy extendiendo mucho más de lo que suelo, Risen es un una especie de juego serie B muy entretenido. No está a la altura de los grandes del género ni mucho menos, pero sí es capaz de brindar 20-25 horas de diversión rolera. Y eso, como ya he dicho dos veces anteriormente, es algo que no pueden decir todos los juegos…

Nota: Estoy en un portatil sin acceso a mi difunto ordenador, de ahí el genial recurso de la cabecera y el hecho de que le haya robado las screenshots a un usuario de Neogaf. Además, si el texto es tan tocho y poco molón es por la tristeza que tengo en el cuerpo.

Nota2: Sí, terminar Risen fue una de las cosas que hice horas antes de la muerte de mi querido PC. La otra fue conectar un Kindle… así que espero que no hayan tenido nada que ver esos cerdos de Amazon.