Supongo que ya habréis leído en multitud de sitios diferentes análisis del murciélago enmascarado… Seguro que ya conocéis sus desventuras nocturnas y demás ediciones coleccionistas que muchos blogs han enseñado (la nuestra se perdió por Cuenca)… Apuesto a que ya estáis un poco hasta los mismos de tanto Batman por aquí, Batman por allá… Pero… Aún faltaba oírnos a nosotros.
En un alarde de ilustrismo sin parangón, Andresito y PlaboPein se suben al estrado para realizar, no uno, sino DOS!!! análisis del juego más en boca de todos del momento. ¿El juego será para tanto? ¿Nos enviarán una edición coleccionista después de leer esto o nos borrarán de su lista de prensa? ¿Una tostada con mantequilla siempre cae por el lado untado? Todo esto y más, después del salto.
Por Andresito (Modo God Hand Edit):
Pulsa en la imagen para una mejor experiencia orgásmica
Nota: 7
Por PlaboPein:
¿El mejor juego de superhéroes de la historia? Puede que sí. Está en boca de todos, se lee en webs, blogs, foros… y hasta ha sido reconocido como tal por el Libro Guinness de los Récords, consiguiendo una media de notas sobresaliente. La verdad es que la competencia no era muy fuerte, pero motivos no faltan para ensalzarlo de tal manera. Y aunque Batman: Arkham Asylum no es perfecto, es uno de los títulos que más me han sorprendido en mucho tiempo. Ya veremos si se merece o no tantos elogios…
Lo cierto es que, desde que comienzas a jugar, notas que algo ha cambiado. Será el punto de vista, será el control tan bien adaptado, o será que da un gusto terrible repartir hostias por Arkham (son deliciosamente contundentes), pero este nuevo Batman mola demasiado. Tanto que lo primero que piensas cuando lo terminas es que el juego es bastante corto. Corrijo, se hace bastante corto. Creo que una de las virtudes que lo caracterizan es que te atrapa, como si fueses un sucio bandido en mitad de la oscuridad perseguido por el murciélago: por mucho que intentes huir, si ya lo has probado, no hay escapatoria.
Intuyo que la duración del juego es la de la media actual. No soy de los que cronometran el tiempo frente a la pantalla, pero a mí me ha costado terminarlo lo suficiente como para no aborrecer los paseos por el asilo. Y os digo una cosa: aunque volvamos sobre nuestros pasos, nunca, jamás se nos hará pesado, ya que Batman: A.A. recicla sabiamente todos los caminos para que no caigamos precisamente en esa repetición. Además, la historia que cuenta me ha gustado bastante. Tanto que diría que ha sido uno de los puntos clave que han provocado mi (posible) ceguera ante el problema de ver los créditos finales tan pronto. Ésta es una de esas pocas experiencias satisfactorias en las que no me ha importado tal hecho lo más mínimo.
Pero el nuevo Batman no sólo vive de lo que nos cuenta, sino también de cómo nos lo cuenta. Creo que las pequeñas dosis de vídeos están muy bien repartidas, y muchos de los diálogos están inmersos dentro de la acción: cuando caminamos, cuando nos encontramos con algún personaje relevante, el ritmo se mantiene y nuestro avance no se pausa para conseguir más información. Simplemente, el juego hace que continúes hacia tu destino mientras hablas con quien sea, o lo ves a través de vídeos colocados a lo largo del recorrido en diferentes pantallas. La influencia de Gears of War en este sentido es innegable, calcando el uso de la radio e, incluso, el lento caminar de sus personajes cuando hablaban por ella, aunque podemos decir que aquí sí que hay algo interesante que escuchar.
También hay un detalle tomado directamente de Bioshock, el de las cintas repartidas por las diferentes zonas, que amplían nuestro conocimiento sobre los pacientes más importantes que el edificio alberga y que resultarán muy interesantes a los fans. Y otro de los grandes aciertos del juego: su particular visión del universo Batman. Basándose en un cómic, y alejándose de una maldita vez de las películas (que tanto mal han hecho a muchos videojuegos de superhéroes), este Arkham Asylum pica de muy diversas publicaciones realizadas a lo largo de la historia del personaje, pero esencialmente lo hace de la que lleva el mismo nombre que el juego. En las fichas personales que podemos desbloquear durante la partida vemos, entre otras cosas, cuándo fue la primera vez que apareció ese personaje en papel y cuáles son sus atributos. Además, los artworks tanto de las opciones (las mejoras, por ejemplo) como de mencionadas fichas son dibujos muy inspirados en los cómics, algo que se agradece.
Dejemos todo esto y vayamos a lo que realmente importa: ¿es divertido? ¿Se controla bien? ¿Gráficamente cómo nos ha salido el niño? Pues, para empezar, y como ya he dicho al principio, es divertidísimo avanzar por los pasillos de Arkham buscando a los enemigos para darles un par de collejas. El sistema Free Flow (Estilo Libre lo llaman en la traducción del juego) es una gozada: con únicamente dos o tres botones puedes hacer maravillas, ya que los combos y movimientos se suceden de una manera muy natural. Y no es que haya dudado por un momento con el número de botones que pueden usarse para golpear, sino que basándote en uno de ellos, por ejemplo, ya podrías hacer el apaño si los enemigos no se portan mal contigo. Así de sencillo es (que no simple).
Mención aparte tienen los utensilios de los que Batman puede hacer uso: gel explosivo, lanzacabos, batarang, bat-garra, bat-idos… No, espera, eso último… En fin, cada uno de ellos hará que la vidilla del juego aumente, pudiéndose utilizar incluso durante peleas o para eliminar a los enemigos de diferentes formas mientras permanecemos ocultos. Como comprobamos, otro de esos puntos clave del juego es el sigilo, que junto a algunos de los gadgets, y combinado con el modo Detective, nos proporcionará grandes momentos que hacen que el título merezca más la pena (“jugar” con los enemigos desde las sombras es la repanocha).
Y ya que hablo sobre el modo Detective, decir que Batman: A.A. intenta sacar de nosotros no únicamente a la bestia que llevamos dentro cuando soltamos guantazos por doquier (recordad, siempre hay que darlos en el momento justo para que sean efectivos), sino también al pequeño Profesor Layton que hay en nosotros. Aunque las partes detectivescas no son muy reseñables, sí es cierto que los acertijos que nos propone Enigma, en los que hay que utilizar la herramienta mencionada, pueden hacerte perder un buen rato si es que tienes interés en resolverlos (la verdad es que te entretienen una cosa mala, y a veces son algo rebuscados). Además, dicho modo también nos será muy útil a la hora de planificar nuestro ataque sobre los grupos de enfermos mentales que andan sueltos por ahí. Quizás, demasiado, ya que hace las cosas infinitamente más sencillas. Una parte del juego en la que tuviésemos esa ayuda desactivada habría sido muy interesante, pero habrá que esperar a futuras ediciones para ver si consiguen verle ese potencial.
Visualmente estamos ante un juego bastante potente. Potente porque Batman está petadísimo y burrote, estilo Chris Redf… Mejor no nos desviemos por ahí. El ambiente de Arkham está muy bien conseguido, aunque como ya es costumbre generacional se abusa de tonos oscuros, grises que, por otra parte, son los que mejor van con el Caballero Oscuro. El asilo, lejos de ser un espacio pequeño, nos invita a recorrer grandes salas, largos pasillos y espacios al aire libre que nunca llegan al “vaya, otra vez este lugar” típico de otros juegos que te hacen recorrer las mismas zonas.
Los enemigos, aunque son pocos, creo que no llegan a parecerlo porque se combinan bastante bien con otros modelos diferentes que aparecen a lo largo de nuestro camino. Los diseños de éstos (tanto de los comunes como los de los jefazos finales) están muy, muy bien escogidos, y sólo puedo aplaudirlos. Tanto Batman como todos los demás personajes lucen de maravilla, y aunque acercas la cámara no llegas a ver nada que desentone. Incluso sus creadores se enorgullecen de ellos ofreciéndotelos a modo de trofeos desbloqueables para que los disfrutes en su máximo esplendor. Por cierto, la capa del superhéroe es la ostia: se mueve de una manera espectacular, aunque ya podría ser menos después de que un tipo le dedicase exclusivamente un par de años…
Si pulsas en la imágen algo crece en tí…
Pero no todo es bonito en Arkham, ya que hay una cosa que me ha tocado la moral especialmente: la escasez de enfrentamientos con final bosses y la deprimente variedad que existe a la hora de enfrentarte a ellos. Casi todos son de un tamaño considerable (¿o no se salvaba ninguno?), y la solución que han tomado para que un personaje como el nuestro pueda hacerles frente ha sido una que, si bien en la primera pelea queda estupendamente, cuando lo repites hasta la saciedad incluso en la –casi- batalla final, llegas a sentirte como un estúpido (no digo cómo lo salvan por si alguien todavía no lo ha probado). Ejecutar los mismos movimientos una y otra vez no es bueno para la salud, ni para la nuestra ni para la del juego. Para próximos títulos de Batman espero que se lo piensen mejor antes de hacer algo así de nuevo.
Lo mismo ocurre en los encuentros “especiales” con uno de los enemigos más importantes en el Asylum: el Espantapájaros. Cuando pasó lo que pasó en el primer encuentro me pareció muy original, con momentos de «plataformeo» que quedan muy bien, pero al repetirlo la tercera vez pensé: “¿en serio? ¿No había otra manera de hacerlo?”. En definitiva, dos pequeñas tonterías que muchos pueden pasar por alto, pero que seguro que, de haber sido diferentes, habrían dejado un mejor sabor de boca general al encontrar mucha más variedad.
No os doy más la tabarra con el juego, del que habréis leído demasiadas cosas a estas alturas. Para la próxima prometo aprender más de Andresito, que sabe expresarse mejor en pocas palabras. Para mí, Batman: Arkham Asylum ha sido una de las sorpresas del año. El mejor juego no, pero sí uno de los más satisfactorios de todos los que he probado en mucho tiempo. Y si amas a Batman sobre todas las cosas, amarás este juego sobre todos los demás.
Después del repaso podría decir en voz alta que es el mejor videojuego de superhéroes de toda la historia, pero prefiero no hacerlo. Y no es porque no me haya atrapado durante varias horas sin descanso alguno; tampoco porque no me haya gustado gráficamente o porque el sistema de control no me haya parecido soberbio. No es por nada de eso. Simplemente es porque a mí sí me gustó Superman 64. Por lo menos con ese te partías de risa, que es de lo poco que le falta a este Batman para ser uno de los mejores juegos de acción de esta generación.
Nota: 9
Nota media:
Buscando análisis del juego (al que estoy jugando ahora mismo), me encuentro con esta maravilla. El tebeo de Andresito es la polla, y el análisis de PabloPein, aunque menos divertido, esta bastanten bien, es completo. Felicidades atrasadas por este multi-análisis xD.