Que los juegos de zombis están de moda no es ningún secreto. De un tiempo a esta parte hemos destrozado no-muertos con metralletas, escopetas, palos de golf, sandías, cócteles molotov, guisantes, machetes, lanza clavos, coches… prácticamente de cualquier forma imaginable; pero todavía no los habíamos matado con una bola de bolos mientras hacemos un strike. Por suerte eso ha terminado.
Zombie Bowl-orama ofrece exactamente lo que su nombre indica: zombis y bolos. La combinación, que en un principio suena un poco rara, resulta moderadamente divertida gracias a la gran cantidad de “power ups” y el simpático estilo visual. Sin embargo, la simple, simplísima jugabilidad y los gráficos más que mediocres le dan un aire a juego en flash que tira de espaldas. Y no es que eso sea especialmente malo, pero la verdad es que incomoda un poco cuando estamos hablando de un juego de diez euros.
La comparación inevitable de Zombie Bowl-orama curiosamente no es con ningún juego de bolos (tampoco es que conozca otro), sino con Tekken Tag Tournament y su bestial Tekken Bowl. Por desgracia para el juego de Mumbo Jumbo, sale perdiendo en casi todos los aspectos ante un minijuego con más de ocho años de antigüedad, lo cual es tristísimo. Por poner un ejemplo, en el título de Namco tenemos bastantes personajes diferentes entre los que elegir, cada uno de ellos con sus propias cualidades; mientras que en ZBO solo hay seis retratos donde elegir, que por supuesto no tienen ninguna diferencia de jugabilidad y encima molan muy poco.
El lado bueno de todo esto (sí, también hay un lado bueno) es que el juego es tan simple que cualquiera: novias, primitos y “amigos jarcor gamers” podrán encontrar diversión en derribar zombis a bolazos. Y es que si algo tiene divertido el título de Mumbo Jumbo eso es el versus contra otra persona. No por nada en especial, sino porque gracias (o por culpa) de la extrema aleatoriedad de los “power ups” cualquiera puede ganar aunque no haya jugado en su vida. De esta forma, tus amigos paquetes podrán resarcirse contigo tras haberles dado una paliza a cualquier juego de verdad al que hayáis jugado.
En definitiva, ZBO es un juego mediocre, con pocos modos de juego, pocas opciones y en general muy poco que ofrecer en el modo de un solo jugador. Sin embargo puede ser entretenido para un par de partiditas esporádicas con amigos y es de los pocos, poquísimos juegos de bolos que hay en el mercado. Así que si alguna vez lo veis a cinco euros o menos podíais echarle el guante, de momento, a diez euros, es poco menos que un robo
Sé el primero en comentar...