Si tuviera que quedarme con un título de la ahora agonizante PlayStation 2, ese sería, sin lugar a dudas, Devil May Cry. Consiguió dejarme con la boca abierta y los cojones colgando durante todo el desarrollo del juego. Ocho años después, Bayonetta lo ha vuelto a conseguir.
Ya caí en el chiste fácil y el chabacanismo en el pequeño reportaje que hice sobre la Demo, por eso no va a haber mención sobre lo buena que está la protagonista y que se queda casi en bolas cuando haces un super combo. Y es que, después de llevar un puñado grande de horas de juego con Bayonetta, te das cuenta que eso es lo de menos. Estamos ante un juegazo como la copa de un pino. No es Onechanbara: Bikini Samurai Squad. Las tetas y los culos, aunque pueden ser un reclamo, no son lo único que vale la pena del título.
Bibliotecaria Sexy con pistolas… ¿Hay algo que se pueda vender mejor?
Bayonetta supone una bofetada a los Hack n’Slash, género que se estaba estancando peligrosamente, con repetición de tópicos y clichés en todos los juegos del estilo: personaje masculino hiper-musculado, enfrascado en una lucha contra un poder demoníaco y derrotando grandes hordas de criaturas infernales por el camino…
Bayonetta nos enseña que no tiene por qué ser así. Coge todo lo bueno del sistema de Devil May Cry (los parecidos son más que evidentes) y le añade una banda sonora, efectos especiales, combos y un humor y argumento que chocan con lo que vemos habitualmente en el género. Por decir algo, nuestros enemigos proceden del Paraíso en lugar del Infierno (aunque son feos como demonios, pobrecitos)
Nunca antes los ángeles habían sido tan feos
Los dialogos, los movimientos especiales, las cinemáticas… Toda roza la ridiculez. Sí, Bayonetta es un título bastante ridículo aunque no lo parezca. No sé si el hecho que nuestra brujita se espatarre con una facilidad pasmosa en cada cinemática u movimiento especial está hecho para «calentar» al personal o como una maniobra cómica…
Espero que sea lo segundo, porque me estoy riendo mucho con Bayonetta. Es todo tan absurdo, la banda sonora pega tan poco con un juego de masacrar enemigos (y a la vez le queda TAN bien), las referencias sexuales son tan gratuitas que no puedo dejar de esbozar una sonrisa cada vez que veo un plano del culo o el pechamen de Bayonetta sin que venga a cuento de nada. Y las referencias a otros juegos de Sega, Platinum Games (lo de «No pienso implantarte una motosierra en el brazo» me ha llegado al alma) y al mismísimo Devil May Cry hacen que los jugones nos regodeemos en nuestro propio frikismo al ver el chiste.
Tacón, punta, tacón, punta
En resumen, Bayonetta no «inventa» nada, pero sí que le da al género algo diferente, un puntillo de humor y bizarrismo que quizá le hacía falta a un tipo de juegos que se toma demasiado en serio a sí mismo. Que tiemblen Kratos y los Dante (tanto Alighieri como su medio hermano Dante Sparda) porque Bayonetta ha dejado el listón muy alto. Si os gustó el primer Devil May Cry, os gustará Bayonetta. Si no os gustó, puede que también.
chance y lo pruebe buen analisis me ha dado curiosidad
«Travestetta».