Mami tengo miedo

Al igual que en el cine, el género del terror dentro de los videojuegos no pasa por su mejor momento, y aunque en esta generación hemos podido disfrutar del sensacional Dead Space, otras sagas consagradas como Resident Evil o Silent Hill han dado un bajón, Project Zero 4 ni se digna a aparecer por Europa, Cursed Mountain sabe a poco y Siren Blood Curse nos deja con ganas de mas.

Así que quizás sea el mejor momento para rememorar aquellos juegos y situaciones que verdaderamente os pusieron la piel de gallina. Allá voy con mi particular lista de momentos caquita.

1. Resident Evil (SEGA Saturn): Eres un tierno pre-adolescente que todavía no ha terminado de asimilar las 3D. Apenas sabes moverte en un entorno tridimensional con el pad de tu SEGA Saturn y salvo algún desliz con Alone in the dark nunca has probado algo parecido. De repente llegas a una habitación y una macabra animación te muestra a un zombi papeándose un cuerpo, lentamente se gira y te mira. Comienza Resident Evil hamijos, el único juego que me obligó a apagar la consola alguna que otra vez.

2. Silent Hill (PSX): Cuando empiezas a jugar a Silent Hill todavía no asimilas bien el concepto de miedo con el que te quieren acojonar. Si lo miramos con detenimiento se trató de una propuesta bastante arriesgada, con la sombra de los zombis de Capcom acechando desde lo alto, pero Konami supo diferenciarse y las vivencias de Harry Mason se clavaron en nuestra mente. Estás en un colegio, es de noche, ruidos raros, visiones espectrales, niebla y óxido por todas partes, de repente suena un teléfono, es tu hija gimoteando y pidiendo ayuda, un nudo en el estómago te hace darte cuenta de que estás ante una jodida obra maestra atemporal.

El zombie más famoso de los videojuegos

3. Clocktower (PSX): Recuerdo jugar el Clock Tower que apareció en PSX con un amigo, si no recuerdo mal era un remake de la versión de la Super Nintendo, bueno, fuera lo que fuera el jodido juego te soltaba en medio de distintos escenarios en los que tenías que escapar de un jodido psicópata que te perseguía con unas tijeras enormes. Existía una gran variedad de sitios en los que esconderse y la mecánica era muy distinta a otros survivals. Recuerdo especialmente la fase que era en una especie de apartamento y que se me hizo especialmente angustiosa. No podíamos evitar soltar un berrido cada vez que el psicópata nos descubría y nos atravesaba con aquellas enormes tijeras ensangrentadas.

4. Project Zero 2 (PS2): Gráficos de infarto, fantasmas, dos indefensas hermanas japonesas, escenarios clásicos nipones y la única ayuda de una cámara de fotos. La animación en la que una mano se extiende hacia el hombro de una de las chicas, que ingenuamente piensa que se trata de su hermana es el preámbulo a una jugosa experiencia de terror. La secuela de Project Zero es en mi opinión uno de los mejores survivals no sólo de su generación, sino en general de la corta historia de los videojuegos.

Otro tipo de miedo

Pero no todas las situaciones tensas han tenido que provenir forzosamente de un juego de terror. Son muchos los juegos que a pesar de pertenecer a géneros que nada tienen que ver con los survivals consiguen ponerte los huevos de corbata en alguna ocasión.

1. Street Fighter II (Recreativa): Cuando sólo tienes doce añitos y tu paga son 300 pesetas pasas verdadero miedo cuando estás en la recreativa del SFII a punto de morir. Recuerdo especialmente los combates con Bison, donde la mayoría de las veces acababa quemando las pocas monedas de 25 que me quedaban en el bolsillo. El sudor recorre tu frente, tienes las manos acartonadas y ya no puedes ni hacer un mísero hadoken, Bison termina de humillarte y te vas a tu casa sin un duro. La bronca de tu madre daba más miedo todavía.

El terror de las recreativas

2. Fire Emblem (Nintendo): El hecho de que en los Fire Emblem pierdas un personaje para siempre si este muere seguro que pone de los nervios a más de uno, y es que no hay nada más acojonante que estar a punto de perder a un compañero que te ha estado ayudando durante casi toda la partida y está al borde de una irremediable muerte. Un sentimiendo de pena te invade, sabes que no lo volverás a ver mas. This is jarcor my friend.

3. Demon´s Souls (PS3): El último juego que me lo ha hecho pasar mal delante de un televisor. DS no tiene nada que ver con un survival, pero su macabra y oscura ambientación junto con unos enemigos la mar de cabrones te hacen ir con el culo apretado todo el rato. El hecho de perder tus souls si mueres y tener que comenzar la fase desde el principio te obliga a avanzar por los mundos como una maricona paranoica con miedo a cruzar cada esquina. Si a esto le sumamos las épicas batallas con los boss que son capaces de mandarte a la mierda con dos toques estamos hablando de un juego no apto para cardíacos.

4. Torico (SEGA Saturn): Se trata de un juego no demasiado conocido de la Saturn, mezcla entre aventura gráfica y puzles al estilo Atlantis. Lo que destacaba de Torico era la genial ambientación que desarrollaron en torno al pueblo en el que transcurría la historia. Muchos secretos, trapos sucios y habitantes raritos con oscuras historias a sus espaldas. Bastante difícil para mi gusto, en inglés y con una jugabilidad un tanto tosca. Aún así no deja de ser un juego bastante inquietante, que transmite una sensación bastante extraña mientras se juega.

Y aquí acabo mi breve paseo por esos momentos de angustia que en el fondo tanto nos gustan. Seguramente me dejo atrás alguno que otro, pero aquí están los más destacados. Normalmente el miedo siempre viene acompañado de alguna novedad, ya sea en el aspecto técnico (3D) o en el argumental (Silent Hill). A día de hoy quizás tengamos que esperar nuevas innovaciones tecnológicas para volver a sentir miedo como antaño, las ideas y los recursos se acaban, ¿tendremos que esperar a la realidad virtual para volver a sentir pavor ante un juego?. El tiempo dirá.