Nuestros Héroes de los 90

Marcus Phoenix, el Jefe Maestro, Nathan Drake, Dante, Kratos… son nombres que instantáneamente hacen sonar una campanita en nuestra cabeza. Son los nombres de los héroes modernos, estandartes de una industria millonaria, reyes del videojuego actual, herederos de una generación de personajes que hace 20 revolucionó el mundo del ocio electrónico. Este es mi pequeño, humilde y siempre poco justo homenaje a ellos.

Guybrush Threpwood, rejuvenecido recientemente de la mano de Telltale, fue y sigue siendo el protagonista más carismático de la historia de las aventuras gráficas. Hoy día la competencia es escasa y no tendría tanto mérito, pero como vamos a ver a lo largo de este artículo, la competencia en los noventa no era ni tan escasa, ni tan sencilla. ¡Lucháis como unos granjeros!

Roger Wilco es lo más parecido a un Guybrush Threpwood en el espacio que vamos a encontrar, y aunque técnicamente nació antes que el ilustre pirata (el primer juego fue en la década de los ochenta), no fue hasta su cuarta entrega (en el 91) que adquirió el carisma y reconocimiento que se merecía. Lamentablemente (o, según se mire, por suerte…), el Zapp Branigan de Sierra está muerto y enterrado a día de hoy. Descanse en paz, gran capitán.

Duke Nukem fue el primer héroe carismático de los shooters en primera persona. Hasta entonces, los Wolfenstein, Doom, Rise of the Triad, etc. ofrecían enemigos a los que disparar y poco más. El bueno de Duke se meó literalmente en esta tendencia y estableció un mínimo de carisma que a día de hoy en los juegos en primera persona todavía no se ha superado. Y no lo harán por mucho que se esfuercen. ¡Come get some!

Bernard, Laverne y Hoagi son el inseparable y delirante trío que, a lomos de unas letrinas que viajan en el tiempo, se dedican a cambiar el pasado, presente y futuro de la humanidad con el fin de salvarla del temible Tentáculo Púrpura. Sin lugar a dudas, la mejor secuela que un juego tan normalito como el Maniac Mansion original pudo recibir. Todavía me parto solo con ver a Laverne caminar o leer a Hoagis hablar con los padres fundadores.

Garret, quizás el personaje más desconocido de los citados hasta el momento, es también el más sigiloso y letal. Este hombre no solo sentó un precedente en el género del sigilo y los juegos en primera persona en general, sino que lo hizo con clase y un carisma que ya quisieran otros miembros del gremio. Además es uno de los primeros “hijos” de Warren Spector.

A Indiana Jones lo conocimos por sus películas, pero lo amamos de verdad por sus videojuegos. Cierto es que la Última Cruzada palidece en contraste con la Atlántida, pero ambas son excelentes aventuras gráficas protagonizadas por el arqueólogo más molón de la historia de la humanidad. Señoras y señores, este hombre hizo que una generación entera se plantease la arqueología como alternativa a su futuro profesinal.

Larry Laffer, que como Roger Wilco comenzó sus andanzas en a finales de los ochenta, fue una de las grandes personalidades de las aventuras gráficas de la década de los noventa. Y aunque hoy día ha sido prostituido vilmente en un par de juegos indignos de su historial, lo cierto es que el bueno de Larry todavía tiene miles de fans que lo recuerdan con cariño como el mayor ligón de la historia del videojuego.

Rincewind pertenece más al ámbito del libro que al del videojuego, pero su cameo en el género de las aventuras gráficas y sus delirantes libros (si no has leído “El color de la magia” ya estás tardando) le garantizan un puesto en esta lista. Su cofre debería tener un apartado propio, pero lo dejaremos en una mención especial y la recomendación de “La luz fantástica”. En serio, si no has leído a Terry Pratchett no sé qué haces leyéndome a mi. Aunque bueno, puedes terminar de leer el artículo que tampoco corre tanta prisa.

Manny Calavera es el agente de viajes preferido de todos y uno de los personajes más carismáticos y queridos de la historia de los videojuegos. Y es que si has jugado a Grim Fandango, amas a Manny. Así de simple. Eso sí, la recomendación ilustre es que a pesar de estar doblado al castellano, lo juguéis en versión original con subtítulos. Se disfruta mucho más.

Sam & Max también han sido resucitados recientemente por obra y gracia de Telltale, que con bastante acierto han sabido continuar las aventuras del detective más perruno del universo videojueguil y su inseparable ayudante Max. Eso sí, si no habéis jugado al original no sé a que estáis esperando, es de las aventuras más divertidas que os vais a poder echar a la cara.

El Boina Verde es, por méritos propios, el personaje más molón y carismático de uno de los mejores videojuegos que ha parido nuestra patria: Commandos. Desde luego no habla tanto como todos los anteriores, pero al igual que hizo Duke en los shooters, este buen soldado le dio un capa de carisma a un género poco habituada a ella. Y lo hizo a machetazo limpio. Y llevándose los cadáveres después…

Simon, que hace poco recibió una cuarta y mediocre entrega, es el protagonista de una de las aventuras gráficas que más marcó mi infancia. Y es que el joven aprendiz de mago se cepilla la mitad de los cuentos fantásticos de siempre en un solo videojuego en el que además, se carga al malo malísimo y vuelve a su plano elemental. Casi na, chacho.

Twinsen es el protagonista de la saga Little Big Adventure. Es un personaje que simplemente tiene algo. No sé exactamente qué es, pero estoy seguro de que si como yo, jugasteis a sus dos maravillosos videojuegos, sabréis a lo que me refiero. Y por cierto, LBA2 fue el primer “Sandbox” en 3D que tuve el placer de ver y disfrutar. Juegazo, joder, juegazo.

Horny es el protagonista indiscutible de Dungeon Keeper, un juegazo de estrategia que todos deberíais haber jugado, creado por Peter Molyneux cuando todavía sabía hacer videojuegos. Es, además, la unidad más “badass” y con mejores escenas de video que he visto en un juego de estrategia (claro que mi experiencia con la estrategia es bastante reducida). Y esa forma de comer pollos y rajar caballeros con su guadaña… que elegancia por dios.

“Caveman” (por llamarle de algún modo) es el protagonista de los dos míticos Prehistorik, unos plataformas cargados de humor y mala leche que tuvieron el honor de ser la alternativa a Sonic y Mario en compatibles. Su carisma no va más allá del que salta sobre dinosaurios y come neveras enteras, pero fíjate tú por donde, hay gente como este buen cavernícola u otro fontanero que yo me sé a los que no les hace falta nada más.

Jim Raynor es un tipo con un buen par de pelotas. No le importa que le asolen hordas de los zergs o que los propios miembros de su raza le traicionen, no, Raynor es más que eso. Es el primer terran que hermanó con la raza Protoss y posiblemente el tipo que más ha sufrido en la historia del Starcraft. Esto le pasa por ser un buenazo y confiar demasiado en la gente. Mengsk y, sobretodo, Kerrigan se la meten doblada unas cuantas veces pero él se sobrepone a toda traición. El hecho de que se intentase sacrificar en pos de salvar a los Protoss solo lo hace aún más grande. Vivan tus terranos cojones amigo Raynor.