Ah, la rejugabilidad. Bendita rejugabilidad. ¿Qué sería de los juegos cortos sin ella? ¿Sin los modos de dificultad ocultos, los trajes nuevos y los “New Game +”? ¿Cuántas horas extras no nos habrán dado todas estas fórmulas de alargue artificial? ¿Cuantos instantes de placer prolongado? Ninguno, posiblemente. Porque admitámoslo, nos encanta sacar trajes especiales y modos de dificultad súper extremos, pero de sacarlos a usarlos hay un mundo. Y es que los juegos que realmente te dan motivos para repetir se pueden contar con los dedos de las manos. Y no, desde luego no lo hacen porque te obsequien con un par de vestidos para la maciza de turno.
Assassins Creed
Jajajajajajajaja. No. Era broma joder. Pero seguro que os habéis reído. Por cierto, ya que estamos en un párrafo de cachondeo, evidentemente no voy a poner en esta lista ningún juego deportivo u online, porque estos no es que sean rejugables, es que son infinitos sin más. Y tampoco voy a poner vuestros juegos de la infancia, porque si jugabais al Sonic una y otra vez no era porque estuvieseis enamorados de su pelaje azul y de sus saltos; era porque no teníais más juegos. O porque los otros dos juegos que teníais eran una auténtica basura, que también puede ser.
Fallout 1, 2 o 3
En cualquiera de los tres títulos de la saga de rol post-apocalíptica por excelencia tenemos motivos más que suficientes para volver al juego al menos una vez. ¿Por qué? Fácil, porque nuestras decisiones realmente cambian la historia, porque entre ser bueno y malo hay un abismo, y porque la simple elección de atributos hace que podamos resolver situaciones de formas radicalmente distintas. Así pasa lo que pasa, que tras haberme terminado Fallout 1 y 2 cuatro veces cada uno, aún sigo descubriendo nuevas formas de solucionar los problemas de la gente… o de creárselos
HotD: Overkill
Sí señores. House of the Dead: Overkill es el “shooter on rails” más rejugable del catálogo de Wii con bastante diferencia. No ofrece nuevas vías para afrontar situaciones, ni personajes con habilidades distintas, ni nada de nada. Su oferta se reduce a siete fases de no más de 20 minutos que, gracias a lo jodidamente bien hechas que están, pueden ser disfrutadas una y otra vez hasta la extenuación. Si a eso le añadimos que el modo especial con dos pistolas es la bomba y que el sistema de combos hace que el juego sea más adictivo que el crack, se nos puede caer directamente el culo al suelo de las veces que nos vamos a pasar las mismas fases una y otra vez.
Baldur’s Gate 1 y 2
Bueno, no creo que tenga mucho que explicar aquí que no haya explicado ya en uno de los muchos artículos que he escrito sobre el tema. Con Baldur’s Gate me pasa como con Fallout, que tras haberlo terminado cinco o seis veces aún sigo descubriendo detalles nuevos. Claro que el hecho de meterle mods a punta pala seguramente ayuda. Una auténtica pena que no todos los juegos tengan la comunidad modder de Baldur’s Gate. Sí, ya sé que como la de Morrowind ninguna, pero francamente, Morrowind no es tan divertido la segunda vez que te lo pasas. Hala, ya lo he dicho.
Braid
Llamadme loco, pero me he pasado el juego de Jonathan Blow tres veces, y las tres veces me he divertido igual. ¿Por qué? Porque es el plataformas moderno más divertido que te puedes echar la cara, por eso. Porque a diferencia de muchos otros títulos, jugar a Braid es una delicia para todos los sentidos, por eso también. Y porque siempre piensas que en esta ocasión te enterarás de qué demonios va la historia sin necesidad de mirarlo en gamefaqs, pero no, eso nunca pasa. Por todos esos motivos, volver a pasarse Braid es más divertido que volver a cualquier otro plataformas de la generación (cómete esa, Mario Galaxy).
Arcanum
A Arcanum, como al resto de juegos de Troika, le pasa lo mismo que a Baldur’s Gate o Fallout, que dependiendo del personaje que escojas, el juego cambia radicalmente. Y en el caso de esta joya del steampunk, los cambios son tan salvajes como no poder hablar correctamente si no tienes un mínimo de inteligencia, no poder montar en tren o estar cerca de máquinas si eres mago, o ser tratado como escoria si tienes sangre élfica. Si a esto le añadimos que cada situación se puede solucionar de varias formas distintas, lo que nos queda es Arcanum, un juego tan rejugable como divertido y bien ambientado.
Resident Evil 2
¿Por qué el 2? ¿Por qué no el uno, el tres, el cuatro o el cinco? Porque el uno es demasiado intenso, el tres demasiado malo, el cuatro demasiado coñazo y el cinco demasiado mediocre como para volver a jugarlos. Por eso. En cualquier caso, la gracia de Resident Evil 2 es que se podía pasar en dos horas y media, y que de hecho, debías pasártelo en 2 horas y media si querías aspirar a la máxima puntuación. Y joder, si hay un juego en el que alguna vez he querido aspirar a la máxima puntuación, ese ha sido Resident Evil 2.
Demon’s Soul
No os voy a engañar, no lo he jugado, pero hatedpig me ha insistido en que el jueguecito de marras es rejugble. Y a ver quién le dice lo contrario después de leer su pequeño análisis.
Hey que paso con Shadow of the Colossus ? O acaso fui el único que disfrutaba matar una y otra vez contra los enormes colosos en un juego con un mundo inigualable y con la libertad de tener la pantalla para ti solo sin necesidad de barras de energia, tiempo, chaleco y escudo, energia magica.
Un juego excelente que me encantaria volver a rejugar en HD para la PS3.
¡Qué gilipollez!