Mediados de los 80. Películas como Karate Kid y Karate Kimura arrasan entre la chiquillada. La sombra de Bruce Lee es alargada y sigue estando de moda aun habiendo pasado 10 años desde su trágica muerte. Todos los chavales sueñan con apuntarse a clases de Karate o Kung Fu y sus padres la cagan apuntándolos a Judo. Después del crack de los videojuegos del 83 empezaban a despuntar consolas como la NES y ordenadores caseros como el Amstrad, el PC y el Commodore 64. Además, los Arcades empezaban a ser la fuente de ocio mas deseada por los adolescentes para gastarse la paga. Raro era el bar que no tenía una recreativa y pocos eran los barrios que no empezaron a meter maquinitas en sus “Billares”.
Visto el panorama, no es de extrañar que los primeros juegos de lucha estuvieran ambientados en la práctica de artes marciales. Kimonos, Kung Fu, melodías orientales… era lo que dictaba la moda y era lo que el público quería
KARATE CHAMP (1.984)
Data East estuvieron entre los pioneros con este Karate Champ. Fue originalmente un Arcade, pero no tardaron en aparecer las conversiones para sistemas como Commodore 64, Apple II y NES. Se trataba de un juego de lucha donde nos enfrentábamos a un contrincante (siempre el mismo) en un combate de Kárate. Por lo menos, los escenarios iban cambiando cada vez que derrotábamos al rival.
Kimono Blanco VS. Kimono Rojo. ¿De qué me suena?
KARATEKA (1.984)
Karateka sorprendió al público y a la crítica con unas animaciones tremendamente realistas y una variedad de golpes nunca vista. No en vano, su creador, el entonces universitario Jordan Mechner, volvería a destacar unos años mas tarde como padre de una obra maestra: Prince of Persia.
En Karateka deberemos rescatar a la princesa Mariko, secuestrada en el castillo del malvado Akuma. Para llegar al calabozo donde está secuestrada la princesa tendremos que enfrentarnos a Akuma y sus secuaces sin que nuestra barra de vida llegue al final.
YE AR KUNG-FU (1.985)
La propuesta de Konami también nació en los salones recreativos. Encarnábamos al joven Oolong (nada que ver con el cerdito transformista de Dragon Ball) y nos enfrentábamos a distintos adversarios. La principal diferencia con el resto de juegos de lucha de la época consistía en que cada rival era diferente del anterior y debíamos tomar una estrategia distinta. Entre los rivales encontrábamos luchadores de sumo, espadachines, ninjas con nunchakus y… ¡¡MUJERES!!
Ye Ar Kung-Fu fue convertido para sistemas como MSX (a la que eché muchas horas) y NES. Tuvo su correspondiente secuela un año después, en exclusiva para sistemas domésticos, donde se introducían partes de beat’em up.
Luchando contra King Africa
BARBARIAN: THE ULTIMATE WARRIOR (1.987)
Si hay algo que estaba casi tan de moda como las artes marciales, era la fantasía épica. Las películas de Conan siempre estaban alquiladas en el Videoclub y nuestros juguetes favoritos eran los cachotas de He-Man y sus Masters del Universo. ¡ Y no había ninguna connotación gay!
Barbarian, conocido de sobras por su portada con jamelga, era un juego de lucha con espadas. En su modo historia, debíamos derrotar a 8 bárbaros antes de enfrentarnos a Drax, el mago malvado que había secuestrado a la princesa Mariana (antes no se rompían el coco pensando guiones para videojuegos)
Lo que mas nos gustaba era que, a pesar que cada bárbaro tenía su barra de vida, con un golpe certero podíamos decapitar al adversario, mandándolo inmediatamente al otro barrio.
BUDOKAN: THE MARTIAL SPIRIT (1.989)
Electronic Arts publicó a finales de los 80 este simulador de artes marciales. Podíamos elegir entre cuatro disciplinas (Karate, Bo, Nunchaku y Kendo) para participar en el torneo de Artes Marciales de Budokan. Para ello, primero debíamos practicar nuestras habilidades en el dojo, compitiendo con nuestro entrenador o contra una sombra.
Una vez en el torneo, antes de cada combate recibíamos información sobre nuestro contrincante para poder elegir con sabiduría que disciplina usar para derrotarle. El juego estaba dotado con un sistema de cansancio: a medida que la lucha avanzaba y decrecía nuestro medidor de “Stamina”, nuestros movimientos eran más lentos y pesados. Eso hacía que Budokan fuera un juego mucho más estratégico que los juegos de lucha actuales.
STREET FIGHTER (1.987)
Tenía que aparecer, aunque el único motivo por el que el primer Street Fighter está en este artículo es por su secuela, juego que lo cambió todo. Como curiosidad, los primeros arcades que salieron no tenían la configuración de 6 botones habitual, sino dos botones neumáticos (uno para patadas y el otro para puñetazos) que variaban la intensidad del golpe según la fuerza con la que arreábamos al botón. Como los jugadores no somos precisamente gente delicada, tras la avalancha de cabinas rotas, se cambió a la configuración de 6 botones.
Ryu aun no se afeitaba… Y Sagat tampoco
Sigue leyendo: Round one. Fight!-La supremacía del Género
amigo oh my god que buen analisis pero tengo una pregunta, donde esta el increible world of heroes and world of heroes 2 donde estaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan!? buen analisis!
estoy de pie y aplaudiendo a la pantalla… este articulo es toda una carta de amor al genero de las luchas… que biba el culo de chun li y las tetas de mai
A mi también me encanto cuando lo leí. Desearía hubieran mas artículos como este de nuestra «hamada» casa :)
bloody roar…