Creo que todos estaremos de acuerdo al afirmar que Just Cause fue un auténtico despropósito de juego. Bueno, todos no… Un amigo mío podía pasarse horas y horas contándome anécdotas de todo lo que había hecho y dejado de hacer en San Esperito, siempre con una sonrisa en la cara y asegurando que el título era nefasto técnicamente pero divertido como pocos. Al menos lo era a causa de las estrambóticas situaciones a las que el título te conducía sin remedio. Por suerte, Just Cause 2 se queda con esa relativa diversión y se perfila como un juego muchísimo mejor que su antecesor. Pero mucho, mucho. La única pega es que sus creadores son los mismos que los de la primera entrega, y desgraciadamente algo de polvo han arrastrado por el camino…
Pero no os asustéis, los fallos no ensombrecen aquello que debería ser lo más importante en todos los videojuegos: entretiene de maravilla. Y es que da gusto recorrer Panau, la isla ficticia que se han inventado los chicos de Avalanche Studios, para liarla parda montando escenitas con el ejército pisándote los talones, o provocando explosiones aquí y allá, e incluso dando un paseo en helicóptero para, simplemente, contemplar el paisaje. Eso es algo que no he vivido desde que aparecieron GTA III y sus predecesores. Sí, sí, hay muchos otros títulos sandbox con grandes escenarios que bla, bla…, pero ninguno me había invitado a recorrer todos sus rincones así, por la cara, tanto como este. Y os aseguro que hay demasiados por visitar.
A tope
Como os contaba, lo de “provocar explosiones aquí y allá” no es algo que se haga simplemente por el mero placer de ver coches, edificios y gente salir disparados (que también). De hecho, uno de los puntos fuertes del juego es que para avanzar en la historia tengamos que “sembrar el caos”. Destrozarlo todo ahora tiene premio, hamijos: tanto en las misiones como en las rutinarias –y opcionales– visitas a localizaciones desconocidas podremos derribar objetivos que no están marcados en el mapa (generadores de electricidad, tanques de combustible…), pero que al hacerlo provocan que el nivel de caos aumente y consigamos más puntos y dinero. Eso por no mencionar la sonrisa de oreja a oreja que se le queda a uno cuando acaba el trabajo… Esos puntos, como decía, van directos a un contador que nos indica cuánto nos falta para dar el siguiente paso, ya sea de lado de una facción o en una de las denominadas “Misiones de la Agencia”, que serán las que nos lleven hasta el final del juego. Además de destruir cosas, podremos encontrar cajas desperdigadas por el terreno con piezas que mejoran nuestro equipo y vehículos. Conseguirlo todo en conjunto derivará a que completemos las diferentes zonas al cien por cien, y se convertirá en otro aliciente más para darse un paseo por ahí sin rumbo fijo.
“¿Y qué hay de la historia?”, pensaréis. Puedes destrozarlo casi todo, conducir cualquier tipo de vehículos desde el primer momento en que pisas Panau; tienes un gancho impresionante que te agarra a todas partes (incluso a helicópteros en pleno vuelo para secuestrarlos), y un paracaídas que se abre todas las veces que quieras para que practiques el salto base o te tires desde lo más alto que puedas llegar con un avión. Puedes saltar desde el tejado de un edificio hasta el suelo sin siquiera despeinarte, e incluso enfrentarte a decenas de soldados y otros pintorescos personajes mientras estás subido al capó de un coche en marcha y a toda velocidad. ¡Puedes enganchar a un tipo a una bombona y dispararle para que salga despedido tras ella, o incluso amarrarle a tu coche y después acelerar cual recién casado con sus latas y demás colgajos! Ir a un punto, hablar con un tipo y comenzar una misión donde arrasemos todo a nuestro paso es lo único que necesitamos para avanzar. ¿De verdad alguien podría plantearse el que Just Cause 2 tenga una buena narrativa? Es más, ¿realmente la necesita?
A tope
La pega del asunto es que tiene más fallos de los que debería para ser un título redondo en cuanto a diversión. Por empezar con el más claro de todos ellos, el control. Todas las acciones antes mencionadas serían aún más satisfactorias si el dichoso control fuese más preciso. Y ojo, que una vez tenemos algo de práctica no está nada mal, pero sí que es cierto que en determinadas ocasiones acabamos realmente frustrados por su culpa. He fracasado –o muerto– en misiones que no eran especialmente difíciles, pero en las que al intentar hacer tal o cual movimiento he acabado con el personaje intentando aterrizar en paracaídas donde no era, o en medio de un tiroteo cuando lo que quería era escapar, o cayendo a toda velocidad desde una considerable altura cuando lo que pretendía era llegar a la cima de un edificio y ya estaba a punto de conseguirlo. Eso por no mencionar las paridas que he intentado con el gancho cuando tenía a varios enemigos pretendiendo hacer de mí un colador. No hace falta decir que lo consiguieron.
Las físicas y lo amplio del mapeado tampoco ayudan en otros aspectos ajenos al control. Por ejemplo, uno de los detalles que más detesta nuestro querido Andresito: la resistencia de los supersoldados. No sé de qué estarán hechos estos hombres, pero que en el nivel de dificultad medio tengamos que disparar todo nuestro cargador en un sólo enemigo para derribarle es preocupante. Amén de que en ciertas ocasiones, como en los asaltos a coches, estarás soltándoles todo el plomo en el pecho o en un brazo y no se inmutarán hasta que consideren que ya les ha llegado su hora. Gracias a Dios que existen los headshots…
A tope
Otro detalle, que en esta ocasión es más graciosete, es el de las colisiones. Dejando a un lado las texturas y detalles de los coches cuando están destrozados (que son bastante reguleros), es curioso lo que ocurre cuando vamos a toda ostia conduciendo un deportivo y, de repente, nos damos el piñazo con otro vehículo. Lo normal es que salgamos despedidos hacia la cuneta y nos quedemos tiesos ahí mismo; lo que no es tan usual es que el coche contra el que colisionemos salga escopetado hacia arriba, cual cohete espacial. O que estemos intentando despegar con una especie de reactor y nos salgamos del avión sin querer, provocando que éste pierda el rumbo pero que, de ninguna de las maneras, deje de avanzar hasta el infinito y más allá, ascendiendo a los cielos mientras admiramos cómo el dinero que acabamos de invertir (podemos comprar vehículos cuando queramos) se va al mismísimo carajo porque el juego lo ha decidido así.
Hay muchos más bugs que podría mencionar1, pero que en ninguno de los casos empañan la experiencia general de Just Cause 2. Lo que sí que es especialmente sangrante y no es un fallo cualquiera es el despropósito de cinemáticas que han incluido en el título. Lo cierto es que el juego no se toma demasiado en serio a sí mismo, y prueba de ello son las hilarantes situaciones y diálogos que podremos encontrar a lo largo de su desarrollo. El problema real viene dado de las acciones propiamente dichas, que se repiten vídeo tras vídeo cuando estamos realizando misiones para una facción, por ejemplo. Cada vez que establezcamos contacto con una de ellas, se repetirán el mismo esquema, las mismas situaciones y los mismos planos – ¡los mismos planos, por favor! – aunque cambiando a un personaje por otro y retocando las líneas de diálogo2: llegamos a un lugar, nos recogen en lancha, nos llevan ante el líder, se montan todos en helicóptero y nos dejan en el comienzo de una misión. ¡Todo idéntico con cada uno de los diferentes grupos! Os podéis hacer a la idea, también, de que la gran mayoría de misiones son exactamente iguales, pero eso es lo que cabría esperar de un sandbox al uso.
A tope
Los últimos párrafos son un simple escaparate para mostraros el por qué Just Cause 2 no consigue ser, más por fallos técnicos que por su planteamiento, un juego casi perfecto. Tiene diversión a raudales, tiene muy buenas –y cafres– ideas, engancha como pocos y es largo de cojones, sobre todo si no vamos a piñón para terminar las misiones principales. El cambio para bien desde su primera entrega es evidente, así que si eres de la escuela de Chuck Norris y sabes disfrutar de un buen mundo abierto a lomos de un Boeing, metralleta en mano (puedes hacerlo en pleno vuelo, claro que sí), éste es tu juego del año. Si no, al menos dale una oportunidad porque te aseguro que no será dinero tirado a la basura. Crea el caos un rato y verás cómo engancha el jodío. Y sin multijugador, ni falta que le hace.
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Vamos, que es un juego sin historia con el que te lo pasas de puta madre.
Un Mario, vaya.
Yo he jugado un par de horas con él y la verdad es que es divertido a rabiar. Con sus fallazos, pero divertido que, al fin y al cabdo , es de lo que se trata. Buen análisis ;)
Yo probé la demo, y la verdad es que me dejo bastante indiferente. El mapeado es bastante grande, cierto, pero me daba sensación de vacío y de cierta cutrez. Además, los controles me parecieron bastante engorrosos, y, cómo bien dices, los enemigos tardan bastante en morir, a lo que se le suma que el sistema de apuntado no es muy preciso. En cuanto a los paracaídas infinitos y demás, pues la verdad es que me parece bien que haya juegos que dejen la realidad aparte, y te dejen hacer el cabra. Es una lástima que este en concreto no me divirtiera mucho…
frannea, el mapa no es tan cutre cuando te pones a recorrerlo y a ver cada pequeño pueblecillo. También es cierto que se echan de menos las grandes urbes, ya que todo se divide en pequeñas zonas que se recorren rápidamente, pero el conjunto no está tan mal.
Lo de los controles sí que es un engorro, pero es cuestión de acostumbrarse. Hay un autoapuntado activo desde que se comienza el juego, y aunque no es una maravilla, ayuda un poquitín en ciertas ocasiones.
He experimentado recientemente la misma sensación con «The Saboteur», un juego con bastantes carencias técnicas, bugs y glitches pero que, a pesar de todo, se le perdona por el entretenimiento que ofrece.
A ver si le echo un tiento a la Demo
PabloPein: bueno, con lo de cutrez no me refería al mapeado (fallo mío), sino al juego en general. Aunque es cierto que con PS3 y Uncharted 2 me pasa lo mismo que a mucha gente con Crysis en su máxima potencia y un PC: una vez que ves eso, tiendes a compararlo y lo demás te parece flojo técnicamente xD. Quizás el juego no sea tan cutre, viendo el mapeado enorme que tiene que mostrar, pero no sé, aun así, me lo sigue pareciendo.
Y sobre los controles: a mí, personalmente, me fastidiaron bastante. Estaba en una carretera y vinieron multitud de enemigos. Pues bien, cuando yo intentaba disparar, Rico se enganchó a un coche, para soltarse tres segundos después con un paracaidas, para después montarse en una moto que pasaba por allí. Todo ello mientras los enemigos me acribillaban. Al final salí por patas y punto. No sé, quizás sea demasiado torpe (prefiero pensar que no :)), pero me parecieron unos controles bastante ofuscantes.
PD: aunque no lo he dicho antes, me encantan los pies de foto de esta crítica :)
A tope.
frannea, entiendo lo que dices, sobre todo después de jugar a Uncharted 2 xDD. La diferencia, sin embargo, es que en Just Cause 2 una vez carga el mapa puedes ir a donde quieras sin tener que abrir una puerta tras otra (*guiño guiño), y encima lo hace bien. Uncharted 2, pese a ser un juego magnífico, no tiene ese problema por su linealidad y puede cargar espacios mucho más reducidos con la consecuente mejora de calidad.
Lo de los controles… ya sabes lo que opino. He muerto demasiadas veces porque me ha pasado lo mismo que a ti. Aún así no puedes hacer más que reírte porque hayas provocado alguna que otra explosión por el camino.
PabloPein: en ese sentido, (lo del mapeado y tal) si tiene más mérito Just Cause 2 que Uncharted 2, ya que, este último, como dijo el señor Carca en su momento, y tu has dicho ahora, al ser tan lineal lo tiene más «fácil». Aún así, en el momento de jugar, si me centro en los gráficos, tiendo a olvidarme un poco de la libertad de acción y demás para centrarme únicamente en lo que veo en pantalla. En ese sentido, Uncharted 2 me sigue pareciendo una burrada técnica, una pasada, un despelote… bueno, no sigo, que esto es un análisis de Just Cause 2 ;)
El internet de la UMA no me deja postear, sera hijo de ****… Quizas sabe que estoy en mitad de una clase, quien sabe. A ver si ahora puedo y no me hace escribirlo todo otra vez xD
Me recordó un poco a una peli de Michael Bay, es decir, mucho BOOM, CABOOM y CATAPLOOOM, lo cual no es del todo malo: Entretener entretiene un rato… Pero eso, solo un rato. Como la rejugabilidad del Assasin Creed, solo un ratito xDDDD Lo poco que lo he catao me resultó un poquito insípido.
Eso si, un gran anal-isis, don Plabo xD Y los comentarios solo me hacen querer comprarme cada vez mas el Uncharted 2… A ver si lo sacan ya en puto platinum >< aaargh.
Yo ya le habré metido unas 10 horas y al menos 8 me las habré tirado haciendo el cafre. Desde utilizar un boing 747 a modo de columpio para coches a tirar de un globo aerostático con un coche como si fuera una cometa. El juego mola mil si te gustan los sandbox.
A mi estos sandbox de hacer el cafre me acaban aburriendo cosa mala. Las primeras horas haciendo el cabron disfrutas, pero al final el juego siempre acaba en la rutina del «recadero».
Eso si, solo por el guiño a Lost con la isla se merecen HAMOR a raudales.
a tope con la maquinaria
En el mismmo saco que prototype, the saboteaur, infamous y assasins creed (aunque para mi este por lo menos tiene una historia interesante)
son para cuando haces ragequit en el online de cualquier cosa, o en cualquier cosa, y quieres destruirlo todo, lo que le hace falta al niño loco aleman, una buena caja de arena!
A mi gato tambien le gustan las cajas de arena. Hace mucho popó.
Pues tendré que pillar el juego baratico para hacer un poco el cafre por ahí, que es lo que más me interesa :D
Diversión por que sí, y sin una historia cutre por detrás es lo que necesito de vez en cuando, así que parece una buena opción para ello.
Solo dire que los pies de fotos como siempre, geniales y si me tengo que fiar de ellos, y ellos son como los niños y los borrachos, nunca mienten XD es un PLAGIO, si tal cual, y si no mirad este video.
JC Denton: xDDD, vaya vídeo más chanante. Por cierto, no entiendo si te refieres a que los pies de foto son un plagio, o si lo es el juego en sí.
Tras leer el análisis, se me han pasado las ganas de jugarlo.
Así que, sin más dilación, os dejo con la Mary.
– Troll, más que Troll
«Puedes escribirte media hoja si quieres , pero paso de leer cualquier cosa que valla junto a un «0» . asi que a hacer critica social o a trolear a otro lado , aca se hacen reanalisis»
– En el desierto no hay nada… solo un gancho.
«no jugue demasiado porque me arte pronto, puede ser que me perdi algo, el sistema de cobertura no me parecio bueno como para siquiera contarlo.
no es el punto de quedarse solo en el desierto sino que no hay NADA!
tenes un gancho! claro! pero para subir una pared de un metro y medio tenes que:
alejarte porque no podes apuntar el gancho de forma vertical total sino en diagonal…dispararle…acercarte…luego saltar (cuidado de no caer ese metro!) y caer del otro lado…DIOS!!!»
– Toma del frasco, Carrasco
«¿de que sirve ofrecernos un mapeado de 300.000.000 millones de km cuadrados si una gran parte de estos no van a ser mas que selva, montañas, desiertos, etc? Lo dicho, que el frasco de perfume sea enorme no quiere decir que huela mejor.»