A la gente le encanta hablar sin saber. Muchos piensan que no, pero cuando un grupo de cotillas se pone a criticar al personal, este conjunto de viles personas siempre tiende a decir “mirad a ese jevi que no se lava”, “menudo flequillo lleva el niño rico pijo ese”, “jajaja, mira como camina el rapero ese”… y podría seguir hasta el infinito con esto. Yo no creo se critique por simple gusto (al menos no todo el mundo) sino porque a la gente le gusta etiquetar y etiquetarse.
Es muy fácil decir “LLEVA GORRA, ES RAPERO” o “TIENE GAFAS, TIRÉMOSLE PIEDRAS” porque realmente es sencillo prejuzgar a alguien por su aspecto sin conocer nada de esa persona. Al igual que es muy fácil no tener personalidad y decidir hacerte friki gothiquemo (una clase social con clara expansión en Málaga) porque no follas una mierda y piensas que así te será mucho más sencillo darte unos meneillos con algún miembro de tu grupo social. Todo esto suele ocurrir en la adolescencia donde vemos muchos casos similares.
Los fallos al traducir pueden llegar a acarrear muchos problemas
Cuando la muchachada llega a la edad donde los granos hacen su aparición, el pecho femenino se convierte en principal motivo de atención por parte de muchos (y muchas) y la gente empieza a tocarse en pos de una gran satisfacción (excepto John Carca que nació autocomplaciéndose) entra en escena una cuestión que antes no aparecía durante nuestra tierna infancia: ¿En qué grupo social me meto?
Para ilustraros todo un poco mejor, os voy a dar un bonito ejemplo que me acabo de sacar de la manga pero que seguro muchos reconocerán a simple vista (o no):
Ramiro es un joven de 14 añitos que acaba de mudarse a Teruel. Le está empezando a salir pelusilla en ciertas partes de su cuerpo y su voz tiende a convertirle a veces en Koki, el rey del corral. Llega a su nuevo instituto y como es un chaval algo inteligente decide que la mejor forma de hacerse conocer es pegando a algún chico de su nueva clase. Ahora bien, Ramiro divisa cual es su mejor objetivo y observa detenidamente a algunos sujetos de su clase: está Jose María con gafas, melena y una sudadera de Gamma Ray, Eustaquio con cuatro apellidos, dos o tres sobrenombres y un polo Lacoste y también tenemos a Juanjo, un chaval con un chándal Karhu y una Nintendo DS.
Tras observar bien a sus posibles presas, Ramiro decide su plan de acción para su nueva vida en Teruel: se hará pijo y se hará amigo de Eustaquio ya que seguro que maneja panoja y esto atrae a las teenagers más cachondas, insultará a Jose Maria en público pero en privado será su coleguita porque tiene gafas y esto quiere decir instantáneamente de que es el más listo de la clase y definitivamente le meterá un par de ostias a Juanjo ya que es un friki de los videojuegos y parece el eslabón más débil.
Lo que no sabe Ramiro es que no se puede prejuzgar sin conocer. El tal Eustaquio en realidad tenía un polo Alcoste y sus múltiples nombres y apellidos se debían a que no conoce a su verdadero padre ya que la madre era una mujer liberal, así que Eustaquio Augusto Martín Ramón Jose Perez García Ordoñez Carca de todos los Santos en realidad no era rico tal como Ramiro pensaba. Jose María tampoco era lo que parecía en un primer momento ya que en realidad se llamaba Maria Jose, hace piardas y fuma porros en los descansos entre las clases. Y en tercer lugar estaba Juanjo que en realidad era maestro de varias artes marciales gracias al Wii Fit.
No hace falta decir el final de la historia ya que el pobre Ramiro acabó en el hospital por la paliza recibida y le diagnosticaron astigmatismo por lo cual ahora sería el nuevo gafillas de la clase. La moraleja de esta historia es: Nunca te metas con los videojuegos y… no prejuzgues.
Después de leer este pequeño relato posiblemente ya no os acordéis de cual era el motivo del artículo pero no me culpéis a mi, si no a mi adicción a escribir nombres propios por doquier.
En el mundillo de los videojuegos, como en la vida, la gente tiende a agruparse en distintos “grupos sociales” que lo único que hacen es decir “YO LAS TENGO MÁS GRANDES”, “NOOOO, YO LAS TENGO MÁS GRANDES” y así continuamente. Por si no os habéis dado cuenta, hablo de los fanboyismos en general y, concretamente, de lo tonta que es la lucha entre los que apoyan a Sony o a Microsoft tal como nos ilustró Andresito si obviamos a la consola amiga de los niños. Pero tampoco quiero hablaros de las estúpidas peleas entre fanboys sino que quiero que nos concentremos en un fenómeno que ha derivado de estas luchas de poder. Cuando los amigos de Sony, Nintendo o Microsoft están ya excesivamente aburridos de medirse las tetas (siempre masculinizamos a las compañías… ¡¡es hora de feminizarlas!!) es la hora de abrir un nuevo debate que precisamente abrió en gran medida la última consola de la Gran N: Juegos hardcore, juegos casual.
Desde ya hace un tiempo se viene separando a los jugones en estos dos grandes grupos, algo que me parece una enorme tontería. Lo grave del asunto es que las compañías avivan este tipo de conflictos gracias a la creación de distintas marcas de identificación que nos hacen conocer intuitivamente cuando un juego está destinado a un público más casual o a un público más hardcore. Y sí, hablamos de las caratulas de los videojuegos. Es muy sencillo llegar a una tienda y saber diferenciar de que tipo es cada juego simplemente ya que las propias carátulas nos lo están indicando.
Creo que el juego del robot ese malote no es demasiado jarcor, faltan tetas y mas explosiones
¿Todo esto es necesario? Muchos dirán que sí porque se trata de juegos con “targets diferentes” pero yo os pregunto amigos lectores… ¿Acaso Plants vs Zombies no es divertido? ¿No os ponéis erectos jugando a Peggle? ¿Audiosurf no es jodidamente ósom? He citado tres juegos pero os puedo decir mil nombres más. Estos supuestos juegos “casuales” me hacen disfrutar mucho más que Gears of Wars 5, Halo Clopezi Edition o Emo Fantasy XXI y menos mal que se venden en formato digital porque si una persona mira la caratula de Peggle en la tienda, seguro que defeca sobre ella. ¿Soy un jugador casual entonces? No sé, no sé, ya que también disfruto de juegos como Civilization, Darksiders o Football Manager. ¿Soy harcoreta entonces? … ¿Qué coño soy?
Pues superego de Kirkis, yo me presto a contestarte esta pregunta. Eres un tipo que disfruta de los videojuegos. Nada más y nada menos. Y esta respuesta la puedo estrapolar a diferentes ámbitos como puede ser la música, cine o literatura: Disfruto con Blind Guardian, Hermanos Herméticos o La Pulquería; Austin Powers 2 me parece una jodida maravilla pero también disfruto de las películas de Paul Thomas Anderson o Jim Jarmusch; y flipo con la saga de Canción de Hielo y Fuego tal como me gusta degustar a Dostoievski o a Philip K. Dick.
Y ahora que tenemos confianza os pregunto: ¿Por qué entrar en inútiles debates cuando el propósito principal de los videojuegos es que disfrutemos con ellos? Da igual la consola, da igual el género, da igual el publico objetivo para el que se ha hecho. Lo importante es que nos lo pasemos bien jugando, ya sea tocándonos la patata como en Heavy Rain o a base de carreras locas en Mario Kart, corriendo y salvando animalicos como hace Sonic o ¿salvando a la princesa? como en Braid, ya sea ayudando a nuestro reino en Puzzle Quest o en Heroes of Might & Magic o aniquilando enemigos a base de metralla como en Duke Nukem o a base de componer palabras como en Bookworm Adventures. Es muy fácil etiquetar y etiquetarse en algún grupo específico para poder decir “NO ESTOY SOLO, HAY GENTE COMO YO Y A VECES ME DEFIENDEN Y TODO” pero la verdadera cuestión es si esto es necesario. Disfruten de los videojuegos/cine/musica/literatura/cualquierotracosa sean cual sean las etiquetas que otras personas les hayan puesto encima porque hasta que uno no ha probado algo, no puede saber si va a disfrutar con ello o no.
Todo e spor una razón, segmentar y que así puedan sacar pasta a los que no juegan a menudo
Pienso como tú, me da mucha pena esa manía de encasillar. Yo soy un jugón, como tú, y eso es mi única etiqueta en el mundo de los videojuegos.
Bueno, hay un insigne científico, director del Museo Príncipe de Asturias en Valencia, que responde al nombre de Manuel Toharia. El gran Manuel Toharia, por cierto, xD. El caso es que hace como dos o tres años este hombre tuvo la bondad de venir a la sala de conferencias del Corte Inglés de Málaga a dar una charla sobre ciencia divulgativa, puesto que, según él mismo decía, la ciencia se puede hacer asequible a todos, sin necesidad de que todo comentario «científico» vaya exclusivamente dirigido a los especialistas de tal o cual campo. El caso es que, sin más rodeos, una de las cosas que recordaré siempre de aquella charla es que, al hablar de las distintas materias de las ciencias, desde la física a la química pasando por las ciencias sociales (no entraré en el debate si son o no «ciencias» sociales, xDDD), dijo que «la naturaleza no tiene la culpa de que el hombre inventara las asignaturas».
Pues bien. Las «asignaturas», «materias», «campos de saber» o el nombre que se le quiera dar a cualquier división son, a mi parecer, necesarias. Son necesarias en tanto que hay un elenco tan grande de saberes (y al caso del artículo, de juegos) que dividirlos en campos bien distinguidos hace que sea mucho más fácil aproximarse al estudio o, en el caso que nos trae, disfrutar el juego. Sin embargo, recordando lo ya mencionado de don Manuel Toharia, llevar estas distinciones pragmáticas más allá del puro uso práctico es absurdo. Es decir, que el que se considera «jarcoreta» o el que se considera «casual» se está cerrando las puertas él solito.
En definitiva, que estoy de acuerdo con el artículo así a grandes rasgos, xD. Una cosa es que esas distinciones sirvan para que alguien se decida a comprar un juego (seguro que las portadas «casual» sirven para atraer a un público que es incapaz de tirarse 18 horas delante del ordenador subiendo de nivel a su mago elfo) y otra cosa bien distinta es que sean excluyentes para tu elección. Los que por escuchar heavy metal no escuchan rap o música clásica «porque no es su estilo», más que porque realmente no les guste (y donde digo heavy, donde siempre me he incluido, digo emo, rapero, popero o lo que sea) se están perdiendo todo un mundo.
MMmmm gran reflexión. Pero te ha faltado un ejemplo, muchas veces los que llevan gafas son mas listos que tu y se van sin pagar sin que te des cuenta XD
Yo etiqueto a los fanboys.
Ey! que yo soy un hardcore gamer! uno muy hardcore!
soy adulto por ver tetacas y explosiones, los juegos de hoy en dia son realmente dificiles y por eso yo me los paso, por lo tanto soy superior y merezco una etiqueta y para el que este en contra nuestra lo tacharemos de casual que lejos de ser una persona persona estupida por no hacer lo que yo quiero.
¿Por que surgen estos movimientos?
cada persona es un mundo, pero el etiquetar a las personas es algo que tiene cierta utilidad, pero como ya has mostrado el error esta en suponer
Hacía tiempo que no disfrutaba tanto leyendo un artículo. Congrats Mr Kirkis, lo digo de corazón ;)
Me sorprendería que la mitad de foreros de un foro de videojuegos medio, usuarios que se podrían considerar hardcores, no se lo hubieran pasado bien jugando al Biotronic de Facebook o cualquier otro juego online similar. Y no por ello son menos honrosos digo yo
Los juegos no son hardcore o casual, pero tal vez sí se podría dividir a los jugadores en hardcore o casual.
@Games Invaders: WIN!
@Kirkis: Te hodio… la carátula de Peegle es todo hamor; ¿Cómo coño puedes decir esas barbaridades de una ilustración en la que sale el unicornio de Blade Runner, un buho con pinta de radjah (o rajá), el topo skater, el cangrejo de la sirenita y un puto conejo que sale de una chistera?
Por otra parte, me ha encantado el relato chiripitifláutico de los nombres (me siento identificado con María José… y no es por el sexo ni por los pelos ni por las gafas) y comparto la opinión del artículo.
@Cdchico: No estoy de acuerdo. Unos jugarán más a menudo y otros menos; ya sea porque no se quieren gastar la pasta en videojuegos o porque no tienen tiempo. ¿De qué sirve establecer una diferencia entre ambos? Son meros trucos de marketing.
En general, me repatean las clasificaciones y los géneros pre-establecidos.
Yo llegué hace tiempo a la misma conclusión por la incertidumbre que me causa el término gafapasta.
me catalogo de ilustre
Gran post señor Kirkis. :)
Espero que alguien entienda el chiste de Hitler por deux!
@kirkis ahora podre manosear a esos judios???? xD, aun creo que me falta algo.
Pues para mi gusto personal entre los videojuegos por mera diversión y los que tienen cierto elemento artistico. y en la mayoria de los casos los mas jarcore son los de la primera categoria (crisis, gears of war, modern warfare etc…), en cambio los mas indie con una propuesta sencilla pero innovadora con grandes logros artisticos (machinarium) son bastante «casuals», pero «mas mejores» para mi gusto. Lo que no quiere decir que todo lo harcore sea mera diversion, ni todo lo casual sea una obra de arte hecha bites. en fin, sin etiquetas por favor.
mejor criterios personales que universales.
Yo ya hablé hace tiempo sobre esto de los járcorguéimers, y la verdad es que tienes toda la razón, Kirkis. Pero a mí lo que me molesta no es que haya este público, sino la actitud que tienen las compañías. Me explico.
Todos, antes o después, hemos sido casuals, porque todos tenemos que comenzar de alguna manera. Todos hemos sido n00bs en onlines, y nos han dado palizones jugando con los colegas. Y ser casual me parece el primer paso para, quizá, acabar siendo un jarcoreta. Es como con la música. Difícilmente un chaval de 12 años empezará a escuchar Lamb Of God, primero empezará con Manolo Escobar (por ejemplo) y luego irá subiendo el nivel de brutalidad sonora. Espera…. creo que ese ejemplo era al revés….
Y lo que digo de las compañías es sobre todo por el caso de Nintendo -aunque ahora Sony (que es una marca catalana, se lee «Soñ») y Microsoft hacen lo mismo- están descuidando a los que un día fuimos su público fiel por un nuevo grupo de abuelos y niños con hidrocefalia que les aportan mucha MUCHA pasta.
Muy cierto el articulo.
Lo unico que me etiqueta son los videojuegos he disfrutado carreras de mario kart o al New Super Mario Bros. con los amigos y amigas, he reventado Locust a escopetazos en gears of war, he aniquilado zombies en Plants vs Zombies y tambien quien no recordara ese otro osom de «Zuma» y eso nos hace casuales o jarcors? yo digo que eso nos hace Gamers de corazon
Bueno, yo tambien tengo unos cuantos contrastes raros sobre todas las cosas q me gustan. Hace tiempo (muchisimo) que deje de preguntarme «entonces qué soy?», e incluso ya ni se me pasa por la cabeza el si me gustan las etiquetas o no, que de todas formas, el «no me gustan las etiquetas» no deja de ser otra etiqueta.
Lo mejor es SER, y ya esta (lo mejor es la cadena SER por el carrusel y ya esta), y no pensar en lo que eres.
PD: Voto para que os dejeis los temas estos de los videojuegos que son juguetes para niños y pamplinas varias y convirtais esto en un buen blog filosofico e hiperpedante.
Desde mi punto de vista, te vas al game, te pillas un juego que te guste, te vuelves a casa, (miras los cheats y demas malvacidades en gamefaqs mientras se instala), lo juegas y cuando te canses apagas la consola, yasta. Las etiquetas para quien quiera calentarse la cabeza con ellas.
[…]friki gothiquemo (una clase social con clara expansión en Málaga)[…]
– Y no te olvides de los skaters, que salen puntuales cada primavera como setas en otoño por todo el centro.
Curioso artículo Kirkis. Ten en cuenta que a todo se le pone etiquetas y que la gente en general del mundo de los videojuegos a aumentado considerablemente (cuando iba al instituto eramos pocos los que teníamos consola). Es entonces cuando han hecho secciones para distintos gustos/personas …
Los que se dejan etiquetar es por que no quieren experimentar algo más de lo que le permite sus barreras (por miedo, vergüenza o ridículo, en el mundo de los videojuegos por ejemplo).
Por mi parte lo tengo muy sencillo, como lo mío es una afición, que no es otra cosa que entretenimiento ya puede ser con un juego de miedo, de plataformeo, de acción, de fichas o lo que se me antoje (y me pueda permitir XDD), que a mí los demás ya me pueden etiquetar de friki (cosa que detesto, ya que puedo y desempeño una vida normal como todo el mundo).
Sobre las etiquetas «hardcore» y «casual», más que una herramienta de márketing, creo que es más bien una «marcada de territorio» de la gente que considera los videojuegos como «algo suyo» y que «el gran público» no es merecedor de disfrutar.
Pasa lo mismo en la música, cuando un grupo minoritario llega a la fama, a sus seguidores de toda la vida les falta tiempo para tacharlo de «comercial» y renegar de toda su discografía posterior a X disco. ¿Por qué? Porque eso les hacía diferentes a los demás, a «masa aborregada» que escucha lo que les dicen los 40 Principales, Gran Hermano o los anuncios de la tele y que una vez que ese artista que consideran tan suyo se convierte también en algo de la «masa aborregada» se sienten como un niño al que le han quitado su juguete favorito y le da una rabieta.
Es curioso porque «Casual», «Hardcore», «Kids», «Mature» en el terreno de los videojuegos son conceptos de marketing que utilizan las compañías para sus divisiones administrativas. Los juegadores ahora les dan vueltas metafísicas pero en realidad es cuestión de división de mercados para poder trabajar de forma eficiente.
Esto se viene viendo desde tiempos inmemoriables. Por desgracia los tópicos y los prejuicios siguen estando a la orden del día, y si nos ceñimos a los videojuegos ya ni te digo. Yo he llegado a un momento en que me la pica este tema, me parece una soberana estupidez y una falta de personalidad el que la gente tenga la necesidad de entrar en un grupo o llevar encima una etiqueta, pero bueno, cada cual con sus aspiraciones. No somos nadie para juzgar/establecer lo que es la gente, por jugar a esto o lo otro, el mercado ya es tan grande que por suerte o desgracia ya hay de todo.
@John Carca
¡Ahí las dao! (sic)
Pero, ojo, en todo en general:
– El detergente DelPutoPAto para las «amas de casa».
– Jonas Brodels para las «teenager».
– Lars von Trier y su estresante dogma para los gapafasteros.
– Etc.
Todos son productos puramente comerciales para un «target» definido y (lo más importante), promovido por los «mass media» pagados por esos comercios.
Así, de una guantá comercial (campaña publicitaria) barro (de barrer) con muchos clientes de una vez que piensan que eso es lo suyo y no lo otro.
Así, y uno de los ejemplos más claros es el del sellito de «Touch generations!» de los juegos de discurrir de Nintendo: ¡Sólo con verlo se le hace el chichi fantanaranja a los papis!
Por cierto, hablando de etiquetas. ¿Habéis visto esto?
Me temo que ya no habrá nadie que quiera volver a rescatar a damiselas en apuros en los videojuegos xD.
Un saludo.
nmlss, pero es que el problema es que yo no veo tal distinción. Tal como apuntó el ilustre ciro, la separación entre distintos sectores de jugones se hace por puro marketing. Todo para conseguir más panoja y por consiguiente, más putas y coca para los directivos.
Sé que las personas evolucionan en gustos en todas las materias pero lo que quiero dar a entender con el texto es que da igual que te gusten los juegos considerados casual o los juegos considerados jarcor o que te gusten los dos. Eres un jugón más que disfruta con los videojuegos, no una persona estancada en un tipo de juego y ya.
Y no confundais el termino casual con noob porque el significado no tiene nada que ver. Pero ya digo, mi critica va hacia ese grupo de personas que se segmentan para demostrar que son los más ways y para las editoras que ayudan a que se produzca tal segmentación.
Sockpuppet, skaters pijos del Limonar querrás decir
No, no, me refiero a virus general que le da a la gente de entre 12 y 17 años por estas fechas. Que les da por comerse las baldosas de los diferentes paseos maritimos con su gorra y peinado clonico.
Un artículo genial. Aparte de eso, estoy totalmente de acuerdo con Kirkis. Yo tampoco entiendo el por qué de las etiquetas. Intentaré explicarlo con algunos ejemplos. A mí el grupo Pereza me gusta, sus canciones me divierten, y no se me hace pesado escuchar sus CDs. Para algunas personas, esto será igual a decir «no tengo ni puta idea de música. Y yo me pregunto: ¿por qué? Sobre todo porque también disfruto con grupos como Radiohead o NIN. ¿En qué me convierte eso entonces?
Lo mismo se puede aplicar al cine: disfruto tanto con un «Transformers» como con un «Paranoid Park».
Y ya sobre los videojuegos: por supuesto que me encantan videojuegos como la saga Uncharted o God of War. Pero eso no significa que sea ciego, y que no sepa valorar otras ofertas menores. El mejor ejemplo de ello es Braid, del que diré simplemente que es una de las mejores experiencias videojugabilísticas (toma palabro) que he tenido en mi vida. Pero también puedo mencionar Flower, un buen juego sin duda, y que estoy seguro que provocaría la risa a mis compañeros del ciclo, en el caso de que algún dia me decida a hablarles sobre él (quevaaserqueno).
Ya para terminar, la verdad es que al fin y al cabo me importa bastante poco que disfrutar de Transformers me convierta en un descerebrado, o que hacer lo propio con Heavy Rain me transforme en un gafapasta (grupo social, por cierto, al que no acabo de encuadrar muy bien, si es que existe). Lo único que importa al final es que cada uno disfrute de las cosas que le hagan sentir, reflexionar, divertirse… Dicen que la buena música es aquella capaz de hacer que sientas algo, entonces… ¿quién decide la música que le hace sentir a cada uno?
Dath: impresionante video xD
@Dath: XDDDD jojojo…menuda salvajada. Impagable como siempre.
@Frannea: Léete esto http://www.frikipedia.es/friki/Gafapasta …resolverá tus dudas sobre este auto-etiquetado grupo social ;-)
Dath, el video es jodidamente genial.
Senor Kirkis,llevo tiempo prodigando estas ideas de que lo hardcore y lo casual es una soberana tontería,aquí y en otros blogs. Es mi creencia y ya está bien de gilipollerismo, ¿o es que en tiempos pasados no nos poníamos tontos al salvar animalicos o princesas y luego reventando cabezas en beat’em ups y demás?
Lo dicho,estiquetas=mierda,fanboy=lo mismo.
el ilustre kirkis dijo amar y ser amados
kirkis, esto es así y seguirá siendo así, mira la música y este artículo me parece esclarecedor, http://videojuegosysociedad.com/2010/02/15/videojuegos-y-alta-cultura-i-la-llegada-del-omnivoro-cultural/
ciro: pues lo cierto es que sigo sin tenerlo muy claro. Y creo que al artículo que me has mencionado le hace falta una actualización, porque decir que Coldplay es gafapasta…
@Frannea: ¡Coldplay es Barça! XD
Paridas al margen, esto de las etiquetas es un bluff que te cagas; ya sea gafapasta, cassssual o conchinchilla…
@Frannea: ¡Coldplay es Barça! XD
Paridas al margen, esto de las etiquetas es un bluff que te cagas; ya sea gafapasta, cassssual o conchinchilla…
Pretty great post. I just stumbled upon your weblog and wished to mention that I’ve really enjoyed surfing around your blog posts. After all I will be subscribing in your rss feed and I hope you write once more soon!
Hola! Quiero ser popular y he decidido que los gafapasta son el eslabón más débil. Sé que tenéis la piel curtida a hostias en los recreos así que he decidido que en vez de daros manguzás os voy a poner a jugar al FIFA una semana seguida. Ahora sí que vais a conocer el dolor.
Tíos pues todo esto me parece genial y estoy de acuerdo con vosotros, pero la gente que denosta frontalmente los point&click me parece un poco imbécil. Por más que lo intento, no puedo superarlo :\