Análisis: Red Dead Redemption

Escrito por en Análisis - 28 mayo, 2010

Los sandbox deberían ser la evolución natural para los videojuegos, igual que el fichaje de Mourinho para el Real Madrid. Un mundo abierto y lleno de posibilidades se supone que te permitiría identificarte y adoptar el rol del personaje mucho mejor que un desarrollo lineal. La capacidad de decisión sobre dónde vas, cómo te comportas y a quien se la metes debería ser la hostia en vinagre para un jugador. Pero a mi me aburre como Los Soprano. Me aburre porque considero que la narrativa se diluye en las posibilidades y se pierde la motivación para continuar. No veo que la historia avance por un sendero preciso y, al final, todo se basa en secuencias sueltas en forma de misiones que se hilvanan débilmente. En mi caso, no he probado mucho más allá de GTA, pero cuesta distinguir las acciones secundarias de las principales, con la consiguiente sensación de pérdida de tiempo con muchas de las misiones. Y yo odio perder el tiempo con los videojuegos y con las tías estrechas.

En otros casos de mundo abierto, como Fallout 3 o Mass Effect, he optado por continuar la vía principal ya que las misiones secundarias me parecían un coñazo, pero al menos la diferencia estaba clara. La exploración es magnífica para la inmersión en el juego, pero si no lleva a ninguna parte te puede sacar de él en cuestión de cuatro partidas. Yo prefiero un mundo más acotado como el de Mafia a un GTA que después de 30 misiones no sabes ni lo que te están contando. Al final te dedicas a pegar tiros hasta que aparezca el tanque.

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Por otro lado, un mundo tan vasto y sin tiempos de carga tiene su precio gráfico a pagar. Los sandbox, normalmente, tienen un aspecto gráfico desfasado, con texturas pobres y modelados Low-Poly. GTA lo compensa con un diseño de escenarios impecable y una cantidad de detalles impresionante, pero el jeto de los mendas a lo play2 no se lo quita naidie. No es que sea indispensable, pero chirria.

El gameplay -y esta vez me refiero a títulos como Prototype, Infamous, GTA, Saints Row, etc- deja mucho que desear. Los protagonistas suelen ser bastante ortopédicos y el control de los vehículos impreciso. Todo está plagado de bugs desquiciantes y más de una vez te entran ganas de cagarte en la madre del que programó una ciudad con una IA prácticamente idéntica a la de un ser humano con un retraso mental severo.

Llegados a este punto, te preguntarás ¿cuando cojones hablas de Red Dead Redemption, sojoputa? Pues bien, me gustaría que cogieras todas las razones por las que odio a los sandbox y les dieras la vuelta. Venga, hazlo mentalmente, que no me apetece escribir. Joder, está bien, lo escribiré porque si no no te enteras, como con el final de Lost, y luego todo son quejas y lamentos.

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La historia de John Marston te atrapa como un sofá de eskay. No es que sea especialmente original ni sus personajes estén mejor elaborados que los de GTA, es que está mucho mejor contada. Es como si no llegase a ese punto de pérdida del hilo argumental nunca, a pesar de contar con muchísimos frentes abiertos e infinitas posibilidades. Ya quisieran la mitad de las series de TV tener su potencia narrativa.

La ambientación es una jodida delicia. Han cogido el engine del GTAIV y lo han testorinizado hasta conseguir una calidad que nada le tiene que envidiar a un Assasin´s Creed. No es un pepino en lata como Crysis pero te permite disfrutar como un enano corriendo por las áridas estepas o los nevados paisajes a lomos de tu jamelga. La animación de los personajes, especialmente los caballos, es extraordinaria y llena de detalles que seguro que ya has leído en otros análisis, así que no te voy a dar la paliza con esto. En terminos técnicos, Red Dead Redemption tiene graficazos.

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La jugabilidad está muchísimo más depurada que la de cualquier otro juego del género. El sistema de coberturas resulta realista e intuitivo y pegar tiros tiene la imprecisión adecuada para las armas de fuego del siglo XIX. La conducción a lomos del caballo es maravillosa y la experiencia jugable en general es muy grata. Bugs, eso sí, haberlos, haylos.

Del multiplayer no digo nada porque, como sabéis, yo no tengo hamijos y no he podido probarlo.

Esta vez no os voy a engañar, el juego me tenía hypeado porque adoro los western crepusculares de Sergio Leone. Pero las posibilidades de que se me bajara la erección debido a que hasta ahora ningún sandbox me ha conseguido enganchar más de una semana, eran demasiadas como para confiar ciegamente en el título de Rockstar antes de catarlo. El trabajo está muy bien hecho y, además, se ha apostado por una ambientación fuera de moda con una temática adulta y bien elaborada, garantías de fracaso comercial hoy en día. Por una vez, voy a valorar un juego de forma objetiva. Vamos a abrazarnos fraternalmente y que suene una fanfarria mientras Carca le pone a un juego un… ay que duele!

9

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