Análisis: Castlevania Puzzle: Encore of the Night

Castlevania Puzzle: Encore of the Night es un remake del clásico de Playstaion y Saturn Symphony of the Night, en el que la jugabilidad se ha cambiado radicalmente para ofrecer una experiencia a medio camino entre Puzzle Quest y Puzzle Fighter. Es decir, que si bien el juego es idéntico en argumento y personajes (volveremos a encontrarnos con Alucard, María, Richter, la Muerte…), todo lo demás ha sufrido un enorme lavado de cara en el que la exploración y los combates son los principales afectados. ¿Suena bien, no?

Pues no. El juego es puta basura ponzoñosa. Si bien Konami dio en el clavo al copiar a la saga Metroid para hacer Symphony of the Night, en esta ocasión se ha caído con todo el equipo al intentar copiar Puzzle Quest. Absolutamente nada dentro del juego funciona como debería: ni los combates, ni los menús, ni el viajar de un sitio a otro, ni la magia, ni el sistema de atributos… nada. Me explico poco a poco.

Los combates, la parte más importante en un juego de este tipo, son obscenos. Obscenamente fáciles en los pisos inferiores del castillo, en los que en cuanto subes unos niveles no tienes ni siquiera que tocar la pantalla para ganar (no es una exageración, es en serio). Obscenamente difíciles a medida que nos acercamos al final, donde nos encontraremos enemigos normales, a los que tendremos que enfrentarnos cuatro veces seguidas antes de llegar al jefazo de turno, con cuatro veces nuestra barra de vida y algunas magias de daño directo. Y sobre todo, obscenamente aleatorios en todo momento, ya que el mismo combate que hemos perdido cuatro veces seguidas sin hacerle prácticamente daño a un enemigo, podemos ganarlo a la quinta en dos minutos escasos. Esto es algo que posiblemente al jugar habitual de loterías o quinielas le encante, pero a mi, que no he jugado a nada de eso en mi vida, me toca bastante los cojones.

Como esto, pero aburrido, frustrante, y mal hecho

Más sangrante aún resulta el sistema de exploración y movimientos por el mapa, que si ya en Puzzle Quest podía llegar a hacerse bastante molesto por la innecesaria cantidad de enemigos aleatorios, en Puzzle: Encore of the Night resulta directamente desesperante. El movimiento por el castillo lo llevamos a cabo habitación por habitación, teniendo que enfrentarnos de forma aleatoria al tipo de enemigo concreto que tenga asignado. El problema es que «aleatoria» en el idioma de Konami significa «tienes un 98% de posibilidades de pillar rasca», lo que al principio resulta hasta divertido por la novedad del sistema de combate y porque los enfrentamientos son hasta cierto punto igualados. Pero en cuanto llevemos unas diez horas de juego y tengamos que retroceder sobre nuestros pasos veinte habitaciones para coger un objeto, enfrentándonos a otros tantos enemigos que no nos aportarán experiencia, ni retos, ni diversión, ni absolutamente nada, comprenderemos que algo falla en este sistema.

Llegamos ahora a uno de los puntos más «graciosos» del juego: su sistema de magias. Cuando subimos de nivel conseguimos una serie de puntos de personaje que repartir entre los diferentes atributos de Alucard. Si asignamos estos puntos a uno de los cinco colores diferentes, obtendremos hechizos relacionados con dicho color. El problema es que para empezara a tener conjuros decentes tendremos que invertir una cantidad absurda de puntos en el mencionado atributo, obligándonos por cojones a dejar de lado los otros colores. Esto no sería especialmente molesto si no fuese porque la abrumadora mayoría de conjuros del juego son totalmente inútiles. Por ejemplo: el tercer hechizo de fuego (son cuatro), hace entre 30 y 50 de daño directo… pero los enemigos normales de niveles relativamente altos tienen unos 2000 puntos de vida. ¿Alguien además de un servidor ve el problema en esos números?

Como esto, pero aburrido, frustrante, y mal hecho

Lo más gracioso del tema es que leyendo otros análisis para ver si era el único que opinaba de esta forma sobre Castlevania Puzzle: Encore of the Night, me topé con la fantabulosa review de IGN, en la que su chistoso redactor tiene los santos cojones de decir que «Hay algunos elementos de RPG muy serios en juego. Alucard recoge objetos y experiencia tras las batallas. Subir de nivel te da puntos de personaje para mejorar la vida, la suerte, el ataque, la fuerza y más…«. Lo que no sé si me resulta más triste, gracioso, o directamente falaz. Esos elementos roleros de los que hablan en IGN se reducen al reparto de atributos y al asignar armaduras y equipo, algo que tampoco está bien implementado. Para que os hagáis una idea, si quiero ver las estadísticas de una espada, primero tengo que equiparla, y si resulta que es a dos manos, se me desequipará el escudo, por lo que cuando me vuelva a poner la espada que tenía antes tendré que equipar de nuevo el escudo. Es un detalle tonto, pero molesto. Como todo el juego.

A estas alturas os estaréis preguntando si este intento por exprimir la entrega más emblemática de la saga Castlevania tiene algo bueno en su interior. Y la respuesta, pese a todo, es que sí. Ya que Puzzle: Encore of the Night conserva la misma excelente banda sonora que el título original, algo que si bien no le redime de una jugabilidad exasperante, sí lo hace más llevadero.

Ya para terminar, debo decir que no le recomendaría Castlevania Puzzle: Encore of the Night ni a mi peor enemigo. El juego es la basura más frustrante que he tenido la desgracia de jugar en mi iPhone, y la única manera de que te guste es que se reunas todos estos requisitos: que adores la saga Castlevania, que seas sadomasoquista, y que te gusten los juegos de azar.