La dura realidad

Escrito por en Artículos - 20 noviembre, 2010

darian

Ayer leí en Neogaf algo que, por muy normal que sea hoy día, no deja de indignarme. Se trata de la historia que cuenta uno de los hombres importantes dentro de Larian Studios en el propio foro oficial de la compañía y en respuesta a un usuario. En ella narra como viajó a Estados Unidos (Larian Studios es una empresa belga) para hacer cinco presentaciones en cinco publicaciones de videojuegos diferentes, obteniendo los siguientes resultados: dos de ellos lo recibieron pero no publicaron nada, otro le encasquetó a un becario que, literalmente, redactó una pieza que «estaba tan mal escrita que le dolió»; otro acortó la reunión a quince minutos tras descubrir que no pertenecía a una gran distribuidora, y el último la canceló directamente. ¿El motivo? Ser un RPG occidental y no tener el sello de Bethesda o EA (bioware) detrás, o lo que es lo mismo, no poder permitirse soltar fajos de billetes a cascoporro para que pongan tus vídeos de mierda con banda sonora de Marylin Manson en todas las webs habidas y por haber.

Larian Studios, por si no lo sabéis, es la empresa desarrolladora detrás de Divinity 2 (y la saga en general) que recibió unas notas excelentes por parte de los pocos medios que tuvimos la decencia y el buen gusto de terminarlo. Actualmente un servidor está jugando a su expansión, que si bien no llega al nivel de la campaña original, puedo afirmar y afirmo que el guión, diálogo y ambientación de esta saga se mea, caga y vomita encima de la de Dragon Age, Oblivion, Mass Effect (en la ambientación y trasfondo de este un poco menos) y todos estos RPGs con tanto presupuesto y público muy amplio.

Y sí, ya sé que puedo sonar un poco exagerado, pero es que no puedo evitar cabrearme al ver como videojuegos obscenamente inferiores, con valores de producción más propios de una cadena de montaje que de un estudio artístico, reciben mucha más atención por parte de prensa y público que otros títulos cuyo único estigma es no tener a una gran distribuidora detrás poniendo dinero. Triste pero cierto. Ahora si me disculpan me voy a seguir jugando al Divinity 2: Flames of Vengeance, porque aunque tenga un doblaje de serie B (en inglés), unos gráficos algo pasados, y unas animaciones muy normalitas, es divertido. Y joder, ya le gustaría a muchos de los títulos mencionados anteriormente poder decir que lo son.

PD: perdónenme ustedes el tocho. Esto al principio iba a ser una simple noticia pero me he liado a soltar bilis y casi me ahogo.

Un juego ilustre por la patilla

A ver si así me echan de una vez...