Análisis: Hard Corps Uprising

Escrito por en Análisis - 5 abril, 2011


¿Alguna vez os habéis preguntado qué pasaría si combinaseis en un sólo videojuego los mejores elementos de las sagas Strider, Contra y Metal Slug? No, posiblemente no lo hayáis hecho, pero Hard Corps Uprising es exactamente lo que pasaría: un título que recuerda a las máquinas recreativas de principios de siglo no sólo en sus gráficos —que también—, sino en una jugabilidad brutal y despiadada que sólo el tiempo y la paciencia nos ayudarán a dominar… si es que lo conseguimos algún día, claro (algo bastante improbable si no piensas que Contra 3 es una mariconada y que ya no se hacen juegos como los de antes).

Al contrario de lo que suelo hacer, con Hard Corps Uprising voy a empezar de cero, ya que es un título del que posiblemente muchos de vosotros no hayáis oído hablar nunca. Se trata de un juego de ación y plataformas de scroll lateral al estilo de los mencionados en el primer párrafo, disponible para las plataformas de distribución digital de Xbox360 y PS3. Por qué no está también para PC, donde pienso tendría una acogida bastante más cálida y vendería gritones vía Steam, es algo que desconozco pero qué tampoco viene mucho al caso. Así que continuaré diciendo que el juego es, básicamente, un homenaje a un genero que por desgracia hoy sólo tiene cabida en formato descargable, y que a pesar del tiempo y las novedades en todos los terreno sigue teniendo muchos aficionados.

Ahora sí, una vez puestos en antecedentes, puedo decir que Hard Cops Uprising cumple perfectamente su cometido de divertir por encima de todo, ofreciendo una experiencia de juego tan brutal e inmisericorde como los juegos de los que toma prestados conceptos con tanto acierto. Y no sólo brutal en su dificultad, que es de esas que te mastica, regurgita y escupe sin piedad, sino especialmente en su mecánica jugable, tan bien engrasada y efectiva que te permitirá, con mucha práctica eso sí, pasar de la vergüenza más absoluta de las primeras partidas a la gloria más dulce que supondrá conseguir una puntuación por encima de «C» en alguna pantalla.

Práctica es precisamente lo que hace falta para llegar a conocer y casi memorizar los ocho niveles de los que se compone el juego. Ocho niveles que dicho así suenan a poco, pero teniendo en cuenta que cada uno es más difícil que el anterior y que estamos hablando de un juego arcade cuya gracia está en jugarlo y rejugarlo, terminan dejando con un sabor de boca más que aceptable. Además, cada una de las fases ofrece un escenario único (pasamos por una jungla, un desierto, un edificio, un túnel subterráneo, una ciudad o una nave) y una cantidad de jefazos finales que, en algunos casos, más que nuestra habilidad pondrán a prueba nuestra paciencia (Arachne y Final Boss os miro a vosotros). Vaya, que no es como otros juegos en los que te pasas cinco horas encerrado en un escenario marrón lleno de columnas.

No obstante, pese a que la variedad de escenarios y jefazos resulta muy entretenida, lo que más vida le da al juego es el denominado modo Uprising, en el que podremos ir ganando «puntos de experiencia» que invertir en mejoras para nuestro personaje como más vidas, más continuaciones, mejores potenciadores, más velocidad, mejor salto, etc. Aunque por supuesto también tenemos el clásico modo arcade, virtualmente imposible y sólo al alcance de los auténticos dioses de esto, en el que literalmente tendremos un tercio de los puntos de golpe, las vidas y los continues. Seguramente alguien dejará un comentario diciendo que él se lo ha terminado sin recibir ni un sólo golpe, pero yo así no conseguí pasar de la tercera pantalla y gracias.

Como os podréis imaginar, el argumento, pese a existir, no importa lo más mínimo. El juego es una sucesión de fases alocadas al más puro estilo plataformas de los noventa, y absolutamente todo lo demás queda relegado en beneficio de la diversión. Pasa un poco, aunque en mucha menor medida, como con Just Cause 2. ¿Qué más te da por qué estás surcando el aire a lomos de un misil, cuando estás haciendo surf en lo alto de un puto cohete? Algo que por cierto, también se hace en Hard Cops Uprising.

Otro apartado bastante secundario, aunque igualmente merecedor de mención es el gráfico, donde se nota la mano de Arc System Works, creadores de la saga Guilty Gear y Blazblue, en lo que es sin duda un diseño de personajes estereotipado hasta el absurdo, pero con unas animaciones deliciosas. De nuevo, ¿a quién demonios le importa qué pinta tienen los protagonistas y enemigos del juego cuando lo único en lo que te estás fijando es en las decenas de balas que recorren la pantalla en todo momento? Ya podrían cambiar a tu personaje por un culo de mono en mitad de una fase, que lo más probable es que no te dieses cuenta hasta morir o terminarla.

Aún con todo lo bueno, que es mucho, Hard Corps Uprising tiene una serie de problemas que lastran la experiencia de juego. Por un lado, el título de Arc System Works parece pensado para ser jugado siempre con un segundo player al lado, algo que por lo menos en mi caso sólo sucedió una vez, y que te puede dejar bastante en calzoncillos en determinados enfrentamientos contra jefazos finales. Además, pese a que a nuestra disposición tenemos varias armas distintas en forma de power ups con sus respectivos grados de potencia, al final sólo querremos y, a ser posible usaremos, el famoso spread shot (disparar balas en todas direcciones). ¿Qué quiere decir esto? Pues que el poder del armamento está muy mal balanceado. Más sangrante, casi indignante diría yo, resulta el hecho de que el juego sólo cuente con dos personajes a elegir, teniendo que comprar a los otros dos (que incluso salen en el maldito vídeo de introducción) vía DLC.

En definitiva, Hard Cops Uprising es un juego bastante divertido que, pese a su demencial dificultad (que en este caso es un arma de doble filo) y escaso número de fases, es capaz de atraparte durante un buen puñado de horas. Y eso, para un juego descargable que cuesta cuatro veces menos que la mayoría de títulos que podemos encontrar en las tiendas, es todo un logro.

Un poco más de The Witcher 2

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