Ports de PC terribles, esa lacra

Escrito por en Artículos - 30 mayo, 2011


Aunque hoy en día se tienden a cuidar más —servidores dedicados aparte— tradicionalmente los ports de videojuegos de consola a PC siempre han sido un tema bastante delicado. No pocos han sido los títulos que hemos tenido que soportar en nuestros queridos y superiores ordenadores, con varios meses de retraso y problemas de todos los tipos y colores. Por ese motivo he intentando en lo posible tirar de memoria, algo que a mí edad cada vez va costando más, y hacer acopio de algunas de las peores versiones de PC de juegos que originalmente salieron en consolas. Con todos los que encontraréis tras el salto, por desgracia, he tenido contacto personal, así que si vosotros también habéis padecido alguno, no dudéis en rajar de él aquí mismo. Comenzamos.


Resident Evil 4
Este primer caso es bastante peculiar porque pese a estar incluido en la lista, si hoy en día quisieseis jugar a Resident Evil 4, la versión que os recomendaría sería esta. Y es que a pesar de venir de serie con un control infame —sin soporte para ratón— y un apartado gráfico inferior que incluía texturas de vergüenza, escenas de vídeo comprimidas hasta el absurdo y ausencia de efectos básicos de iluminación (cosa importante en un Resident Evil si me preguntas a mí), la gran cantidad y calidad de mods existentes han conseguido convertirlo en un pepinazo de versión. Es decir, que lo que Capcom no supo o quiso hacer, se lo solucionaron los fans. Típico.


Halo 2
El lanzamiento de Halo 2 en PC fue un auténtico desastre. El juego salió al mercado siendo exclusivo de Windows Vista cuando absolutamente nadie tenía dicho sistema operativo instalado (Windows XP era el rey). La idea pues, era que el juego de Bungie (portado por el estudio Hired Gun), sirviese como lanzadera para un sistema operativo a todas luces defectuoso y que por suerte sólo tuve que padecer durante seis meses. Evidentemente la tarea fue demasiado complicada incluso para una franquicia como Halo, que todavía posiblemente no era ni la mitad de lo que es a día de hoy, y fracasó estrepitosamente. Que el port de Halo: Combat Evolved para PC fuese brillantemente adaptado por Gearbox tampoco ayudó, claro.


Saints Row 2
En primer lugar, y para que quede constancia de ello, Saint’s Row 2 me parece un juego divertidísimo. Pero su port, que en ordenadores relativamente potentes tan sólo podía tirar con los gráficos de la imagen de arriba, es sencíllamente atroz. El problema en realidad, no estaba tanto en la potencia del ordenador, sino en una serie de factores que destrozaban completamente el rendimiento del juego. Si tenías AMD, estabas jodido; si tenías varios nucleos, estabas jodido; si tenías cualquier equipo que no fuese el de los pavos que crearon el juego, estabas jodido. De hecho, con el mismo ordenador que me he pasado Mass Effect 2 a tope y The Witcher 2 en calidad media, sigo sin poder jugar de manera fluida con los gráficos al mínimo. TRUE STORY.


Mass Effect
El motivo por el que la versión para PC de Mass Effect parece tan endiabladamente mala es posiblemente porque la de la segunda parte es endiabladamente buena, lo que no quita que tenga una serie de fallos que me hicieron abandonar el juego la primera vez que intenté pasármelo. En primer lugar, al hacer doble clic sobre el icono del juego tendremos que esperar unos treinta segundos a que haga la comprobación de DRM (o yo que sé qué mierda) para que arranque. Una vez dentro del juego, pese a estar utilizando máquinas cincuenta veces más potentes que una Xbox360, tendremos que padecer tiempos de carga absolutamente infames (ascensores aparte) y parones esporádicos por la puñetera cara. Toda una delicia.


Star Wars: The Force Unleashed
Hay dos detalles que de entrada hacen presagiar que Star Wars: The Force Unleashed es un port de puta pena sin necesidad siquiera de entrar en el tutorial. El primero de ellos, mortal para cualquier jugador de PC, es que no puedes moverte por los menús usando el ratón. Y el segundo, igualmente desastroso, es que no tenemos ninguna opción de configuración gráfica a nuestra disposición más allá del puto brillo. Es decir, como si estuviésemos en una puñetera consola. Por si esto fuese poco, independiente del ordenador que tuvieses (supongo que a día de hoy la cosa habrá mejorado) el juego pegaba unos tirones acojonantes. Lo que unido al desastroso control con teclado y ratón, convertían al juego un verdadero suplicio que no le recomiendo a nadie. Claro que el juego me pareció igualmente desastroso en PS3, así que tampoco es como para que os fiéis…


Pro Evolution Soccer 3
Hasta en tres ordenadores diferentes intenté ejecutar Pro Evolution Soccer 3 sin éxito alguno. El mejor resultado que obtuve fue echar un par de partidos con jugadores cuyas cabezas emanaban polígonos en todas direcciones de maneras realmente aberrantes. En defensa de Konami hay que decir que este fue su primer PES para compatibles y que a partir de entonces se lo curraron bastante, pero esta primera experiencia fue realmente atroz. Los controles que se desconfiguraban solos tampoco ayudaban mucho, claro.


Final Fantasy VIII
El mismo día que Final Fantasy VIII salió al mercado yo estaba ahí, en el mítico Centro Mail de detrás del Málaga Plaza, con mis seis mil quinientas pesetas dispuestas para llevarme el juego a casa. Pese a que Micromanía lo puso de vuelta y media en su análisis, cosa rara en una revista que rara vez daba menos de 70%, yo lo hice con gusto y lo disfruté bastante (inconsciente que era uno en aquel entonces). Pero eso no quita que el juego fuese un port incluso aún más chapucero que el de la séptima entrega. Para empezar, y por ridículo que parezca, al ir a guardar partida podíamos leer un simpático mensaje que nos instaba a no quitar la «memory card» de la ranura. Este detalle era gracioso pero no molestaba especialmente. Lo que sí jodía bastante es que el juego, por increíble que parezca, no tenía «botón de salir». Es decir, que si queríamos dejar de jugar teníamos que tirar de Alt+F4 o Ctrl+Alt+Supr. Sí, tal cual.

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