Si tras leer el artículo que publiqué el otro día sobre las aventuras conversacionales pensabais que le tenía cierto cariño al género, os equivocais. Solo evoqué a la nostalgia en cassete como una manera cruel de atraer un puñado de visitas de treintañeros que se creen saber más que los demás porque esperaban 20 minutos para jugar. Mi primera experiencia con las aventuras conversacionales fue un descalabro similar al que tuve con Jet Set Willy. El culpable: La Aventura Original.
“¿Sabías de la existencia de mundos secretos y de aventuras dominados por elfos y enanos y formados por oscuras cavernas, cascadas subterráneas, habitaciones de fuego y puentes de cristal, mundos donde todo se rige por las leyes de la magia? Si ya lo sabías, eres uno de los iniciados. Si te ha sorprendido, es que no conoces la madre de todas las aventuras, LA AVENTURA ORIGINAL”
Seguro que en las instrucciones, Luis Royo citaba la fuente para el espadachín
Así me lo vendieron, y yo, con 9 o 10 añitos, estaba ansioso por vivir esas aventuras. A esa edad ya me creía un niño grande y absolutamente capaz de enfocar mis ratos de ocio a un tipo de videojuegos más adultos (como los niños de ahora que con 12 años son estrellas del Call of Duty). Creía que, al sacrificarse gráficos y animaciones, mi MSX se transformaba en una fuente de inteligencia artificial con la que podía dialogar y describir mis acciones para una inmersión total, como si de una piscina olímpica se tratara, en la Aventura Original.
Ese candado sera el peor de nuestros enemigos durante un buen rato
Pero más que piscina, la cosa resultó ser poco más que un charco y el chasco que me llevé fue impresionante. Al principio, con toda mi cándida inocencia, me mostré educado con el narrador, escribiendo frases enteras y recibiendo como respuesta “No puedes hacer eso” o, peor aún “No te entiendo”. Recuerdo escribir frases como “Bueno, si no podemos ir al este entonces iremos al norte” con el consiguiente fracaso al incluir dos puntos cardinales en el mismo enunciado. La sorpresa que me llevé al descubrir que era suficiente escribir la primera letra de la dirección para movernos.
Años mas tarde, me identifiqué con el «triplicar la productividad» de Homer
Una vez que descubrí que mi MSX no era más inteligente que un bot del twitter o un forero medio de la Meri, intenté relajarme y disfrutar de la Aventura. Pero no pude… Todas las promesas de magia y aventura se fueron al garete al darme cuenta que tenía que buscar una linterna con su correspondiente pila para iluminar una habitación oscura. ¿Están de coña? ¿Una puta linterna a pilas en un mundo de fantasía? ¿Qué será lo próximo? ¿Un cíclope en moto?
Un cíclope en moto no, ¡una zona de picnic!
A pesar de intentarlo con ganas, de perderme mil veces en el bosque y de morir cientos de veces por marcar una dirección incorrecta, despeñándome por un precipicio, saltando desde la copa de un árbol, arrojándome directamente al cráter de un volcán o llamando imbecil al narrador (lanzar un insulto era muerte automática. Lástima que eso no se aplique al juego online actual), no conseguí todos los requisitos (un objeto imprescindible era, atención, una tortilla) para abrir la entrada a la cueva y pasar así a la segunda parte. Y es entonces cuando tengo que dar las gracias a las revistas de la época por darnos la contraseña necesaria para, por lo menos, jugar a la segunda parte de este juego, ya en el interior de la caverna.
Seguro que con esa serpiente no nos va a pasar nada bueno.
Y, una vez nos ponemos a buscar los catorce tesoros ocultos en la cueva, la cosa no se pone mucho mejor. Incluso, de vez en cuando, aparecía el enano Malauva y nos mataba de un hachazo, así, sin aviso ni nada y sin que pudiéramos hacer nada para evitarlo. Aparece un enano y te mata, así, sin anestesia, sin un QTE para esquivarlo. Y nosotros con cara de gilipollas.
A todos nos molan las muertes instantáneas
Y tampoco entendía que hacía Luke Skywalker en la portada, si en todo el puto juego no utilizamos ni un bastón untado en caca como arma, y menos que hacía al lado de una especie de More Grasa (referencia que solo Ciro y algún más de los viejunos pillarán). Tampoco entendía por qué había pantallas que en lugar de un gráfico, más o menos elaborado, nos enseñaban una pantalla genérica con el logo de Aventuras AD. Pocos que había, ¿no podían haber hecho algunos más? Y más aún con descripciones como ésta:
Gracias a los emuladores, me he tomado la revancha!
Así fue mi primer contacto con las Aventuras Conversacionales, quizás menos frustrante que encontrarse en una habitación herméticamente cerrada en El Quijote de la Mancha y no pensar que era necesario escribir “Leer libro” para empezar la aventura, pero frustrante al fin y al cabo. Tanto que no quise saber nada de este tipo de juegos en mucho tiempo y me costó darles una segunda oportunidad, que llegó con Cozumel. Y estoy seguro que no soy el único.
Pues va a ser que no…
Acabo de descubrir gracias a este artículo qué geranios había que hacer, 20 años después más o menos, para jugar a El Quijote… ¡siempre me moría de hambre! XDDDDD
En su momento jugamos a alguno en mi casa, pero cuando no lográbamos avanzar por no escribir justo la palabra o perogrullada que se le había ocurrido al programador, los mandábamos a tomar por culo. XD
Los libros de Elige tu Aventura no tenían mucha menos libertad que estos juegos y eran más entretenidos, poco después me pasé a ellos.
Jajaja, me ha encantado el artículo. Yo es que empecé con Cozumel, que era bastante más digerible que esto.
Yo también caí de pequeño presa de la prometedora portada que le habían puesto… pero una vez pasados los 15 o 20 minutos que tardaba el cassette en cargar, no pude más que frustrarme, cagarme en todo e ir anotando qué hacía para llegar a cada sitio, aunque luego no hacía más que morir y morir.
Poco después me compré otro (¿After the War? ¿Bomb Jack?) y éste se fue derechito al pilón de juegos imposibles para no volver a ser visto más por el ojo humano.
No me acordaba de las pantallas con el logotipo xDDD Con 11 años no lo entendía, y con 28 sigo sin hacerlo.
Quien se acuerda del zipi zape??
Vaya bazofia estaba hecho ese tambien eh??
Yo recuerdo uno que te regalaban en Burger King, que eras una whopper con bambas, y tenías que encontrar varios trozos del logo antiguo de BK recorriendo callejones sórdidos, perseguido por peña que quería comerte. Épico.
Mi frustración, como comenté el otro día, fue con el «Arquímedes XXI». Una pesadilla para un niño que era yo… Menos mal que me lo pasaron pirata, porque sino…
Y como dije el otro día, para mi, la mejor de este tipo de aventuras es «´La Guerra de las Vajillas», con la que me reí a gusto, hasta cuando me mataban.
Moregrasa + Luke Skywalker casposo = EPIC WIN
Lo del picnic me ha matao’ XD
«no era más inteligente que un bot del twitter o un forero medio de la Meri»
Sin palabras.
Bueno, no, sólo tres.
Eres mi dios.
Saludos a los aventureros. FX interactive esta regalando el primer Runaway por la patilla para celebrar la salida de jolivu monsta 2.
Los que os interese correr que solo es del 1 al 15 de junio xD.
Además era bastante injusto, porque si tú le insultabas te aparecía el buitre con la tarjetita de RIP, pero el narrador no se cortaba a la hora de meterse contigo.
Aún me duele cuando recuerdo que me llamó «asqueroso nanicida»
Bendito sea el point & click
Runway de FX interactive está disponible para bajar gratis desde su web
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Odiaba con todas mis ganas el del «Hombre de La Mancha»
yo seguiré con mi recuerdo inmaculado y punto, así, sin razonamiento.
Que recuerdos…
Con un gracioso saltito emprendes el vuelo.
Tremendo batacazo en el fondo del abismo.
Pareces estar un «poco» muerto.
Estos juegos era imposible pasárselos si no se tiraba mano de alguna revista tipo MicroMania :-D
Pues a mi La Aventura Original me gustó… pero leyendo ahora tus palabras me hace pensar si era medio gilipollas o me molaba el sado…
Recuerdo que en la uni jugábamos a juegos conversacionales de este tipo, pero te conectabas a través de telnet y podías interactuar con otros jugadores. ¿Cómo se llamaban? ¿MUDs?
Efectivamente, eran MUDS. Qué grandes, poder saber que te encontrabas con otros jugadores. ¡Qué emoción!. En aquella época era increíble… (modo abuelo cebolleta ON) Recuerdo que cuando entré de becario en mi primera empresa, descubrí un servidor MUD al que podía entrar con mi modem desde el ordenador de la empresa… ¡Qué tiempos!. Al de unas semanas se montó un pifostio de la leche porque alguien había estado manteniendo llamadas telefónicas de casi una hora y la factura había sido de escándalo. Huelga decir que desde entonces el MUD pasó a ser un bonito recuerdo.
¡¡Yo tb recuerdo haber jugado a alguno de estos juegos en la UPV!! :-D
El problema de la Aventura Original es que es un remake the una de las aventuras más conocidas ‘The Cave’ que además fue de las primeras. Le quisieron dar color… y se les fue de las manos (como lo de la tortilla para ponersela a un elfo en la cabeza??).
Aun así de la época de los 8 bits no era de lo más difícil y si no comparadlo con el Abu Simbel o con el Nonamed y su ‘simpático final’
No suelo comentar artículos, pero es tanta la indignación que me chorrea por las orejas que tengo que soltarla. Criticar a La aventura original es un síntoma claro de que no te gustan las aventuras conversacionales. Es una Hobra Maestra y punto; otra cosa será que ustec fuera un niño con excesiva imaginación y tendencia a las pajas mentales.
Hombre ya.
Y punto en boca!
y el eudoxio q?
Pues yo también pienso que la aventura original es una maravilla. Un amigo y yo habíamos diseñado un mapa con el cual llegamos a acabarla. Te hacía estrujarte el cerebro de una manera brutal, y tenía un encanto especial ese juego. Pero hay que saber apreciarlo, claro está, no es para todo el mundo, como las aventuras gráficas tampoco lo son para mucha gente. Por cierto, que se siguen haciendo, las aventuras conversacionales, y me parece genial.
Acabo de llegar a esta entrada (aunque tenga ya unos meses), y he de decir que a mí me encantaba La Aventura Original. De hecho, cualquiera que jugara un poco a las aventuras conversacionales la recordará siempre, o al menos el XYZZY o al enano Maluva (que aparecería también en Jabato, como un guiño hacia este juego).
Es muy cierto que los juegos conversacionales podían desesperar a la hora de «no te entiendo», «eso no se puede hacer», «no puedo hacer eso», pero también hay que entender las limitaciones de los parsers a finales de los 80 y primeros años de los 90, y las limitaciones de los propios ordenadores (yo tenía un Spectrum), pero eran unos juegos en los que por muy evidente que fuese el «puzzle» que te colocaran, te hacían pensar y eran un tipo de diversión muy distinta a la de otros juegos
Ah, y Cozumel… pssss… estaba bien, pero a los Samudio y compañía (los creadores de Aventuras AD) se les fue la mano y mucho con la segunda y tercera parte, que eran imposibles de jugar sin una guía!
Me lo he pasado genial con este artículo tan mordaz sobre La Aventura Original y las conversacionales en general, hay algunos comentarios que no tienen desperdicio.
Una cosilla, he realizado una adaptación para Android de la misma, la tienes disponible en la Google Play de Android. Asi que aun tenéis tiempo de seguir disfrutando de ella. Y no seas muy duros en la puntuación del market. Queramos o no es un clásico.
Os dejo el enlace:
https://play.google.com/store/apps/details?id=es.zgames.laaventuraoriginal
Lo cierto es que los viejunos como yo puede que no sepamos más que los demás por esperar cinco minutos de carga antes de echarse un Arkanoid con fruición, pero creo que si a los niños de hoy en día les poner a echarse un «Ramón Rodríguez» o un «Abu Simbel», en la segunda pantalla estan echando espuma por la boca.
Cuando te tira el hacha el enano Malauva, tienes que poner:
1.- coger hacha
2.- tirar hacha a enano
y listo!