Análisis C2C: Knights Contract

Escrito por en Análisis - 28 julio, 2011

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Un verdugo de la Inquisición, maldecido con la Inmortalidad, se encuentra 100 años después con Gretchen, la última bruja que ejecutó. Ella ha vuelto del más allá para evitar que sus seis hermanas, también revividas, aniquilen a la humanidad como venganza por haber sido ajusticiadas. Entonces, Gretchen y Heinrich firman el Contrato de Caballero, donde Heinrich promete velar por la seguridad de Gretchen y, a cambio, Gretchen promete acabar con la Inmortalidad de su Caballero cuando cumpla su misión.

¿No pinta mal, verdad? El hecho de controlar un personaje inmortal y que continuar la partida dependa de un personaje que no manejemos directamente es algo que sale un poco de la tónica de los Hack & Slash, donde la mecánica habitual se reduce a avanzar y matar. El problema es que Knights Contract falla en todo lo demás.

En brazos 1
El contrato incluye llevarla en brazos durante medio juego

Sí, vale, debemos proteger a Gretchen, pero la brujita no avisa al firmar el contrato que tiene el instinto de supervivencia de un hámster sordo. Gretchen hace ostentación de su condición de rubia y no duda en acercarse al peligro, a pesar que su vida corra serio peligro. Puede estar a punto de morir, pero ahí seguirá, tocando los cojones al enemigo de turno. Vale que nos ayudará con magia, pero los conjuros de Gretchen a veces resultan un despilfarro aleatorio: si no estamos apuntando a un enemigo en concreto (apretando un botón para ello), el conjuro se lanzará donde a la señorita le salga del coño, con lo que deberemos pulsar 3 botones a la vez para lanzar un conjuro con éxito (apuntar + magia + conjuro elegido). Todo un alarde de sencillez jugable.

En brazos 2
¿Se pondrá Heinrich burrote llevando a la rubia a cuestas?

Y Heinrich, el brutote, se dedicará a repartir mandobles con esa guadaña, esa guadaña tan chula que no sé como lo hace para cogerla sin cortarse, dando firmes pasos con esas botas de buzo que le han puesto: Heinrich es el último afiliado a la moda “mejor dar un rodeo que saltar”, el primero que veo en un Hack & Slash y espero que el último: me cuesta entender un juego de acción de este tipo sin poder realizar ni el mas mínimo salto. Pero aún así, es todo un caballero, para proteger con eficacia a Gretchen no dudará en llevarla en brazos.

Por eso, durante toda casi toda la partida me he sentido como un participante de la Eukonkanto, una carrera con la esposa a cuestas que se celebra en Finlandia y que muchos hemos visto como noticia curiosa en los telediarios. Por lo menos, el ganador se lleva el peso de su esposa en cerveza. En Knights Contract solo te llevas unas 8-10 horas de tedio y aburrimiento.

Eukonkanto
Nuestros protagonistas tendrían posibilidades en esta carrera

Porque todo en Knights Contract falla: la mayoría de niveles son poco más que pasillo-sala con combate-pasillo hasta llegar al final, los enemigos son tan poco listos como Gretchen (afortunadamente), la cámara es terrible y los combates suelen ser algo confusos… ¡Hasta echo de menos un apóstrofe en el título! Y si tuviera que deciros qué es lo peor del juego lo tengo claro: los QTE’s.

Los final bosses, básicamente las seis brujas y el que está detrás del meollo, son bastante fáciles, incluso a nivel difícil. Donde la cosa se complica es cuando acabamos con su barra de vida y vamos a la temible cinemática con QTE’s. Veremos como un botón pasa fugaz ante nuestros ojos y, de no apretarlo (y no lo apretaréis a la primera a menos que tengáis los reflejos de un saltamontes), volvemos al combate (en el mejor de los casos: en los dos últimos monstruos morimos directamente), viendo como nuestro enemigo recupera la mitad de su vida. Quizás os parecerá exagerado, pero he utilizado por primera vez las hojas para notas del manual para algo: apuntar los jodidos QTE’s. Si hay cinco o seis por combate, cinco o seis veces que he tenido que repetir como mínimo para conseguir acabar con él.

En brazos 3
4 QTE’s, 4 veces tuve que repetirlo. Y con la vacaburra a cuestas

Y para redondear el conjunto, Knights Contract es un juego feo, donde ningún diseño, ni de personajes, ni de enemigos, ni de escenarios, nos parecerá digno de mención; todos beben de esa moda con ese tufillo WoW/Warhammer, con armaduras con hombreras gigantes, espadones que parecen candelabros y túnicas ondeantes al viento, que tan cansado me tiene. Solo salvo de la quema un final tan absurdo como el resto del juego, aunque me parece demasiado parecido al del último Castlevania.

En resumen: Knights Contract es un juego para olvidar, que no solo no avanza nada en el género de los Hack & Slash sino que retrocede unos cuantos pasos, y no lo hace precisamente para tomar carrerilla. Hay demasiados juegos mejores que éste como para tenerlo en cuenta. De nuevo os pido disculpas por los que cayeron cuando lo puse en el mercadillo. Espero que aceptéis habérmelo pasado como penitencia.

Un tres!

Hasta pronto...

Llega el Humble Indie Bundle #3