Nintendo DS. Venturas y desventuras.

Escrito por en Artículos - 13 julio, 2011

Ahora que llega Nintendo 3DS, vamos a echar la vista atrás para divagar sobre la vida de su antecesora, la consola más infame vendida de la puñetera Historia. Nintendo DS ha tenido buenos y malos momentos, mucha morralla y algunas cosicas dignas de mención, pero sobre todo, un desaprovechamiento descomunal de sus capacidades de cara a ofrecer productos al jugador de toda la vida acompañado de beneficios, muchos beneficios.

Periodo de  gestación.

Corría el año 2003 y Nintendo, lejos de ser La Compañía que había dominado el mercado de los videojuegos durante el periodo que va desde finales de los 80 a mediados de los 90, había encadenado un combo grotesco con el binomio Nintendo 64Game Cube, apaleadas ambas por el insultante dominio de las consolas de Sony. Solo las ventas de su última portátil, la genial Game Boy Advance, mantenían a flote a la compañía de Kioto.

A pesar de ello, Nintendo llevaba un tiempo guardando un as bajo la manga. Una carta que iba a repartir pollazos a diestro y siniestro, y vaya que si lo hizo. Tanto a juarcor gaymers como a las demás compañías que pululaban por el sector.

Nintendo Dual Screen se llamaba el aparatito, y lo cierto es que lo tenía todo para triunfar. Una consola portátil de 64 bits y dos pantallas, una de ellas táctil, micrófono y (bendita) retrocompatibilidad con Game Boy Advance. Al otro lado del ring se encontraba la primera incursión de Sony en el terreno portátil, el cual siempre ha estado dominado por Nintendo. PlayStation Portable, en comparación con Nintendo DS se presentaba como una portátil “continuísta” con lo visto anteriormente, con mucho músculo y un largo falo formado a base de jraficazorls, uemedés, Tamagotchi y demás virguerías, pero a la que a la hora de la verdad su miembro casi nunca se le levantaba (aunque, eh, también tiene sus buenos juegos, no se me abalancen al cuello todavía… ya que con ella se puede jugar a Sonic 2 en el autobús de puta madre).

FEA.

 

Pre-parto.

Reginald Fils-Aime. Seguro que os suena ese nombre, ya que es el del presidente de Nintendo of America y cara visible de la compañía a nivel mundial. El bueno de Reggie, en el E3 de 2004 presenta El Arma a los medios y la anuncia para finales del mismo año. Lo cierto es que el nuevo retoño era feo, muy feo, pero al lado de PSP era presentada como algo innovador y que aportaba un soplo de aire fresco al sector gracias a las múltiples posibilidades que darían los nuevos controles a la hora de desarrollar nuevas obras.

Y así es como la tengo después de todo.

 

Nacimiento y desarrollo. Mayoría de juegos mierders como pan de cada día.

Es aquí cuando empieza la fiesta. Con la salida al mercado del nuevo aparato, Nintendo vende bien (aunque sin pegar el bombazo padre aun) y se mantiene gracias a una estrategia por la cual se intenta atraer a nuevos compradores: tu madre, la mía y el abuelo del Yoni. Basando esta estrategia sobre dos pilares (Braing TrainingNintendogs), Nintendo se hace fuerte y empieza a abrir el mercado hacia targets antes inexpugnables. Los puretones (y también jóvenes) compraban consolas al ritmo que marcaba Nicole Kidman en aquellos estudiados y exitosos anuncios.

El problema que surgió por ello es conocido por todos: la proliferación de inmundicia en forma de cartuchos de Nintendo DS. Cartuchos dedicados a ser cocinera, mamá, o mamá cocinera; para aprender Chino Mandarín o para (¡jarl!) ir bien preparadito a tus exámenes del carné de conducir.

Cualquiera podía sacar un título para esta consola, parecía que la condición sine qua non fuese que el producto resultase lo más bajuno posible, para recoger beneficios y volver a casita tras haberse reído los responsables de turno de los consumidores.

……………….

 

Pero vamos a ver, capullo… ¿Me estás diciendo que solo hay morralla?

No, lo cierto es que no. También podemos encontrar juegos buenos para Dual Screen. Si obviamos los spin-offs bajunos (¿alguien dijo Mario Slam Basketball?) remakes y Nintendogadas con afán de destrozar bolsillos, Nintendo, por su parte, se dedicó a explotar con bastante acierto sus sagas predilectas y dio a luz a buenos títulos como New Super Mario Bros o The Legend of Zelda: Phantom Hourglass. A su vez, hizo buenos trabajos en otras sagas de reciente aparición o más desconocidas para el público occidental como son los Advance Wars, Elite Beat Agents o la secuela de Rhythm Tengoku, el genial Rhythm Paradise.

Las third parties que no sacaban basura tomaron diferentes caminos. Una de las más prolíficas en este sentido ha sido Square-Enix, quien hizo el agosto con una mezcla creada a base de remakes (algunos muy aceptables, otros desastrosos) y nuevos títulos como The World Ends With You (que para mi es un poco meh) o Chocobo Tales. Con ello, gracias a unos pocos títulos sería injusto decir que solo hay basura para este sistema, ya que ello supondría despreciar a cositas como Ninja Town, Geometry Wars Galaxies, Bangai-O Spirits entre otros.

Resumiendo, a pesar de que el catálogo está poblado de bazofias, también hay cosas aprovechables. Quizás muy pocos sean juegazos de la leche, pero hay material muy decentito al que jugar.

Gloria bendita. Pico-tea. Pico-tea.

 

Belén Esteban time.

Si hay algo sobre lo cual La Gran N ha sabido moverse a las mil maravillas es en el tema del rediseño de sus consolas. La estrategia seguida por Nintendo siempre ha previsto perfectamente cuándo debían dar impulsos a su portátil. Antes de la salida de Nintendo DS Lite se habían vendido alrededor de 40 millones de consolas. Nintendogs había allanado el terreno y una vez que la marca estuvo consolidada, se desechó el feote diseño inicial y se optó por uno más “estilo manzana blanca”, ya me entienden. Todo muy limpio, muy fino, muy bonito, y listo para – con la ayuda esta vez del segundo Caballo de Troya, Brain Training – vender como churros de nuevo.

Para más INRI, la jugada fue repetida hasta dos veces más con DSi y DSi XL, incluyendo posteriormente cambios en el hardware como la dolorosa (para mi, claro está, no para nuestros abuelos) supresión de la ranura para Game Boy Advance, o la inclusión de una cámara. Aparte, se añadía la opción de acceder a la nueva tienda virtual dedicada a las últimas versiones de la portátil.

El resultado ya lo saben:

Y vaya que si lo ha hecho.

Sobre el pirateo.

Mucho se ha hablado del pirateo en Nintendo DS, y lo cierto es que ha adquirido una relevancia parecida a la que tuvo PlayStation en su día. Si hace años fueron los discos Verbatim los grandes beneficiados a la hora de piratear a la gris de Sony, ahora han sido una inmensidad de cartuchos los que han violado severamente a la portátil nintendera, destacando sobre los demás los famosos R4.

Nintendo no se ha quedado de brazos cruzados, sabía que las ventas de tarjetas eran brutales e interpuso unas cuantas demandas. Algunas las ganó y otras las perdió, pero el daño ya estaba hecho… aunque al fin y al cabo, la menos perjudicada haya sido, como no, la first party . ¿Nunca habéis escuchado en un Game o sucedáneo a gente preguntando por una R4 ante la cara de “tus muertos” del dependiente? Yo ya llevo unas cuantas, y ya se sabe: padres que quieren consolas fácilmente pirateables (y más en los tiempos que corren) para que sus niños dejen de dar la brasa los hay a patadas.

Parte del eje del mal según Ninty.


¿Se ha aprovechado realmente el potencial de Nintendo DS?

Rotundamente : no. Y es una lástima. Nos vendían una consola con unas cuantas opciones nuevas que podrían haber sido aprovechadas infinitamente mejor. La pantalla táctil prácticamente ha quedado relegada a la práctica de acariciar perros o elegir opciones con un lápiz. ¿Eso era todo lo que podía haber dado de sí? Ahí están los Elite Beat Agents, Rhythm Paradise, Another Code: Two Memories o Ninja Town. Son juegos que han intentado explorar nuevas mecánicas a la vez que aprovechaban las posibilidades del medio que se les brindaba para poder representar sus mundos, y bien que lo consiguieron en su momento. En un término intermedio nos encontramos a títulos como Advance Wars: Dark Conflict, que dan la posibilidad de utilizar el stylus, pero sin obligarte a ello

No quiero que se me malinterprete, no estoy diciendo que todos los juegos tengan que usar por cojones los nuevos métodos de control, ni de coña. Lo que sí es verdad es que es una consola muy poco explotada para lo que en un principio ha podido llegar a ofrecer. Independientemente de las posibilidades iniciales que pueda mostrar una consola, esta no es sino con juegos que la hagan buena, y ahí, Nintendo DS a mi juicio deja que desear.

Terminando ya y mirando a su sucesora, por ahora, Nintendo 3DS no tiene un catálogo muy jachondón que se diga. Solo hay que mirar sus actuales opciones para darse cuenta de que sus dos mejores juegos son Zeldas del año de la pera. I no ai ke disir mas… esperemos que cambie su rumbo.

Fuentes:

http://www.vgchartz.com/

 

Retro Amor: Cannon Fodder

I will wait for you