Cada vez que alzo la mirada hacia la repisa de los videojuegos, lo veo. Ahí está impasible, gritando en silencio bajo la sombra de otros con más renombre pero menos alma. Su estigma: intentar desviarse, hacer algo diferente sin olvidar lo clásico, tratar de hacerse un hueco entre tanto acomodado. Es hora de escuchar sus gritos. Es hora de que todos sepan que han obviado un producto como pocos. Es hora de hacer justicia.
Siento si ese párrafo ha resultado muy “voz en off” de cómic de superhéroes, pero últimamente estoy metido de lleno en el Spiderman de Straczynski (¡bam!, offtopic). El motivo de esta ida de olla es que, realmente, siento que Singularity no ha recibido el trato y la atención que merece, algo que intentaré remediar con estas líneas.
Singularity fue el último trabajo de Raven Software antes de que Activision la mandase a descapullar monos (o dicho de otra forma, a trabajar haciendo recaditos para los nuevos Call of Duty). Estos grandes de la industria tienen toda mi admiración tras haber engendrado cositas como los Hexen, Heretic, el primer Soldier of Fortune, algunos Jedi Knight (como mi amado Jedi Academy) o, más recientemente, Quake 4 o Wolfenstein. Aunque tienen títulos de todo tipo, la lista deja claro que están bastante curtidos en esto de los first person shooters. Que lleven en esto desde comienzos de los 90 se hace patente al ponernos manos a la obra con el juego que nos atañe, que aunque se apoya –y mucho- en producciones de estos últimos años, tiene ese aire clásico que tan poco se respira últimamente en el género.
La historia nos traslada a Katorga-12, una isla rusa en la que se experimentó durante la Guerra Fría con el denominado E99. La incorrecta manipulación de dicho elemento provoca la “singularidad”, una extraña manifestación que, entre otras cosas, deja el flujo espacio-temporal hecho unos zorros. Ya en 2010, entre pitos y flautas, unos soldados americanos se plantan en la isla tras el viaje que se lleva uno de sus satélites por culpa de este fenómeno, y ahí comienza la fiesta: el capitán Renko (useasé, el jugador) se mete de lleno en las instalaciones científicas y comienza a trasladarse –sin DeLorean ni nada– desde el presente a 1955, y viceversa.
Entre tanto, nuestro héroe se hace con un ilustre aparatejo que le permite ni más ni menos que manipular el tiempo a pequeña escala: pararlo, renovar o envejecer cosas (como escaleras estropeadas para que podamos usarlas), hacer lo propio con seres orgánicos, atracción de objetos, impulsos que paralicen o empujen a los enemigos… Se pueden hacer bastantes cosas molonas con el cacharro, y es aquí donde encontramos la primera gran inspiración del juego: Bioshock. Creo que toda persona que ha probado este título lo ha pensado, pero en mi humilde opinión, y más allá de la perspectiva y de la idea básica (joder, hasta esconde el arma cuando usa la mano de los “poderes”), Singularity tiene personalidad propia como para que no se le compare ni se le tache de poco original por ese nexo con la creación de Ken Levine.
La parte tradicional viene con todo aquello que no tiene algo que ver con controlar el tiempo. Para empezar, no hay nada más clásico que dar los primeros pasos con una pistola y, poco a poco, ir encontrando armas cada vez más tochas que se ajusten a los nuevos desafíos que se van presentando. Eso sí, la alegría se esfuma cuando descubrimos que solo podemos llevar dos armas a la vez. Es curioso que hayan tomado esa inexplicable decisión de diseño cuando tenemos otra, la de la vida, que es old school como pocas. Para curarnos necesitaremos botiquines que pueden acumularse y que han de utilizarse a mano cuando la barra de vida se resiente. También es necesario tener E99 para trastear con el DMT (el mini aparato que controla el tiempo) al más puro estilo Eve en Bioshock, así que su uso está algo limitado para que uno no vaya a lo loco liándola con los poderes.
La campaña tiene muy buenos momentos y, como viene siendo ritual en esta clase de experiencias, no dura una barbaridad aunque tampoco se queda corta. El anterior trabajo de la desarrolladora plasmado en el mediocre Wolfenstein (desintegrar nazis: +1, todo lo demás: -100) se traslada bastante bien a situaciones que Singularity –con un planteamiento en ocasiones similar– resuelve mejor. El título también se permite ponerse misterioso e, incluso, intenta asustar en alguna que otra parte que no desentona junto al resto de la acción, centrada en disparar a todo lo que se mueve (o no).
El multijugador, que está ahí porque algún genio pensó que todo videojuego habido y por haber ha de incluirlo si quiere ser considerado de la generación actual, tiene su gracia si todavía eres capaz de encontrar a alguien conectado. El planteamiento no es malo, sobre todo teniendo en cuenta que el título de Raven está claramente enfocado a la campaña (ya cuesta afirmar algo así), pero tampoco hace que te explote la cabeza. No es más que un bando –el de los humanos– contra otro –el de los mutantes/criaturas/whatever– dándose de leches o capturando unas balizas que uno de los equipos debe defender, todo con diferentes habilidades bastante majas y bien calibradas. Tan malo no será cuando Dead Space 2 lo ha copiado descaradamente, aunque tampoco es que estemos hablando de una producción que destaque por su vertiente online…
En definitiva, Singularity es algo diferente que cualquier jugón debería probar, aunque fuese de alquiler. Tiene suficiente como para contentar a aquellos que no quieren un FPS como los que salen a pares últimamente, sino algo más añejo; tiene también algo que ofrecer a los que buscan una historia diferente y no quieren ser soldaditos en mitad de una guerra moderna. ¡Tiene viajes en el tiempo! ¡Y gore! ¡Puedes hacer que un tipo pase a estar en los huesos simplemente señalándole, sin ponerle a dieta ni nada! Y lo mejor es que seguramente, a día de hoy, esté tirado de precio hasta en nuestro país, que ya es decir. Dadle una oportunidad, que seguro que os sorprende.
pues a mi me parece simplon. que no malo.
los dialogos de los soldados rusos de 1955 aun pueden retumbar en tu mente una semana despues de aver terminado el juego.
y no le encontre dificultad alguna al juego este. Municion, e99, paquetes de vida, todo abunda como hojas en otoño. para mi es call of duty con plasmidos.
eso si no se si es un Fail o un WIn poder ver los 4 finales tan solo volviendo a cargar partida.
Es un puto juegazo. El único problema que tiene: es terriblemente sencillo.
A mí el juego llegó a sorprenderme, no me esperaba mucho y me ha gustado más que un Black Ops por ejemplo. Eso sí, petardea en algunos momentos pero como concepto no está nada mal. Peores mierdas nos comemos…
Me lo apuntaré para cuando esté rebajado, aunque la principal razón por la que no compro demasiados juegos no es pq no me gusten, es pq estoy saturado. Ya se sabe, es la máxima de la vida
Cuando estas en forma y tienes tiempo no tienes dinero. Cuando sigues siendo joven y tienes dinero no tienes tiempo. Cuando tienes tiempo y dinero has dejado de ser joven
Aunque al paso que vamos lo del dinero dentro de poco mejor lo olvidamos
yo me lo pase y me gusto bastante me tuvo enganchado hasta que l otemrine,o lo pones en dificultad elevada o el juego es un paseo,eso si. no es muy largo,pero tampoco dura lo que un modern warfare.
se le podia haber sacado mas pringue a lo del tiempo y tal,pero bueno
Yo lo tengo para PS3, por recomendación del ubicuo Andresito. Pero aun no lo ha jugado, cada vez hay mas ganas…
Por cierto este verano esto se esta convirtiendo en el PLABOPEIN_ILUSTRE.
Enhorabuena!
Yo lo seguia desde que vi el primer video ya que el tema de manipular el tiempo me llamo bastante la atencion, pero no se cuando lo perdi de vista y no sabia que estaba hecho por Raven… 2 de mis juegos favoritos son el primer Soldier of fortune ( el primer juego que compre para mi PC, habre hecho el primer nivel 200 veces como minimo ) y Jedi academy… tendre que ir pensandome jugar ya a este.
Lo que pasó con este juego me recuerda a lo sucedido con uno que salió en PS2 llamado Cold Fear, que básicamente era un Resident Evil pero en un carguero ruso. Es decir: un buen juego que como no tenía una idea considerada «original», no se le dio referencia y por tanto pasó sin pena ni gloria. Coge elementos de varios juegos, pero los usa bastante bien.
Pero lo cierto es que es un buen juego, a mi me entretuvo bastante, y para ser un FPS tiene una campaña bastante larguita (para la media del género). Y si, es cierto que además de poder sacarsele más chicha a lo del tiempo, algunas cosas rechinan, pero en general, moló bastante.
Por cierto, uno de los últimos poderes (el siguiente al de envejecer), da pie a momentillos caxondos.
@Andresito: es verdad, es facilón facilón. Mejor jugarlo directamente en una dificultad elevada.
@sftb: eh, no te olvides de gamboi! xD Y Galious vuelve muy pronto de su viajecito, así que en nada le tenemos minando esto de buenos artículos.
@Carnivoro: Cold Fear es otro juego que me gustó bastante y con el que di un par de buen botes. Muy recomendable, sí señor.
Cold fear a mi me parecio muy bueno, salio el mismo año que Resident Evil 4 y usaba un sistema de apuntado y una camara parecido pero sin dejar de ser survival horror…tengo que acabar de pasarmelo algun dia de estos XD
A mí me pareció regulero, pero eh, me acabo todos los juegos considerados «malos» desde el insigne Nakatomi plaza. Volviendo al tema, como dicen en el artículo, me recordó al último Wolfenstein tanto como para pensar que han reciclado texturas y algunos sonidos.
@PlaboPein: a eso me refiero, que yo lo jugué directamente en el máximo nivel de dificultad y me sobró mucho de TODO. Eché muchísimo de menos un modo de dificultad más elevado al terminar el juego. =(
Por cierto, diré algo que me encantó realmente del juego: la escopeta me pareció el arma más útil de todo Singularity con diferencia.
Por fin he podido desparramar peña con ella, con lo maltratadas que están en el resto de los FPS que existen (si algún programador hubiera visto alguna vez lo que es capaz de hacer una escopeta a media distancia, lo corregirían).
@Carnivoro si alguna compañia sabe bien como hacer uso de una escopeta esa es Raven, Soldier of Fortune da fe de ello.
En mi humilde opinion creo que es un gran juego , el cual ha pasaod desapercibido para el publico en general .Puede que sea sencillo pero la diversion que ofrece y la historia que muestra supera con creces ese defecto , ademas de decir que la ambientacion esta genial y que la 1º hora del juego esta genial .Ojala muchos juegos de hoy supieran hacerlo tambien como este. Sino jugad al EYE divine Cibermancy y morid de aburrimiento.