¡Viva Las Vegas!

Si existe un género o subgénero gilipollas, éste es el de los videojuegos de azar. Casino Games para los entendidos. Pretender conquistar el factor potra no es una gilipollez, sino una enfermedad conocida como ludopatía (más allá de la pasta, lo que ansía el ludópata es dominar el azar); pero perder el tiempo frente al monitor esperando que te toque una lotería basada en unos algoritmos básicos generados por la CPU es una memez. O al menos así lo veo yo.

Con la proliferación de las partidas on-line de distintas disciplinas azarosas (Poker, ruleta, Blackjack, la Burra, etc), que incluso hace unos meses estimuló una pregunta en el Parlamento Europeo sobre la Protección de los menores y videojuegos de azar a la que nadie ha hecho ni puto caso que no llegó ni a ser debatida, los videojuegos tradicionales pertenecientes a esta temática han ido perdido protagonismo. Con todo, aún resisten un buen puñado.

Lejos quedan los días que nos cascábamos tropecientas manos de Poker para ver esto.

Ahora tocaría realizar el típico repaso histórico. Escribir jocosos comentarios acerca lo patéticos que eran aquellos Casino Kid, Vegas Dream y Caesar’s Palace de la NES y Casino a secas para Atari 2600; analizar las distintas versiones del Solitario para Windows; recordar lo picantones que eran aquellos Samantha Fox Strip Poker y La Colmena de la mítica Opera Soft; comparar a los rabiosos Vegas Party de Wii, High Stakes on the Vegas Strip-Poker Edition de PS3 y Vegas The Stripp off para PSN; explicaros con rigor y detalle las diferencias entre World Series of Poker 2008: Battle for the Bracelets, World Series of Poker: Pro Challenge, World Series of Bukkake Poker: Tournament of Champions; nombrar de cabo a rabo todos esos títulos más raros que un pollo con cinco alas que jamás salieron de Japón como Pachinko Monogatari: Pachi-Slot Moaru Deyo!!; enumerar los múltiples coqueteos de los sandboxes de Rockstar, los Mario Minigames, Sonic (véase Casino Nights, de Sonic 2) y algún Sims con el género, etc. Pero sería un peñazo y tardaría un huevo y parte del otro. Así que optaré por entreteneros con uno de esos cutre photoshopeos que tanto os estimulan y unas tetacas dignas de la ciudad del pecado, para después concluir el artículo con un offtopic que os revelará mi auténtica vocación. A ello.

¡¡¡PASATIEMPOS ILUSTRES!!! Clicka sobre la imagen y une cada pantallazo con su portada correspondiente.

Mañana colgaré la solución y habrá premio para quien acierte. Puede que sea un sonoro aplauso, un fuet de Vic, una subida del IVA, un videojuego… ¡Ya se verá!

Mamá, quiero ser crupier

De pequeño siempre quise ser croupier. Nunca tuve suerte en el juego. Soy un imán para las tías buenas y toda mi potra se va en eso. Por mucho que me empeñase en contar cartas y aplicar técnicas matemáticas, la potencia de mi líbido declinaba la balanza en favor de la peor estadística posible frente a mis intereses ludo-económicos. No obstante, soy el amo en cuestiones como repartir cartas, manejar la banca y cortar el bacalao. Incluso en mi CV figuran un par de años de experiencia como trilero en las Ramblas de Barcelona, mi ciudad natal. Tanto en calidad de cebo como de maestro trilero, es decir ejecutor del timo. Lo de los videojuegos es una tapadera. Durante años he intentado ingresar en diferentes casinos de Cataluña, Madrid, Andalucía y Galicia sin suerte. Plazas limitadas y todo eso. Ahora mi suerte (y también la de todos los españoles) acaba de cambiar.

Mister Marshall, ahora reencarnado en el magnate Sheldon Adelson, se ha fijado en nuestro patrio territorio para instalar la versión europea de Las Vegas. Vaya, el macrocomplejo no será tan extenso como la ciudad norteamericana; pero será bastante ganso. Seis casinos, 36 mil plazas hoteleras, tres nuevos campos de golf, parques de atracciones y temáticos, restaurantes, bares, discos y chiringuitos a tutiplén, circos, tiendas de fantasía y mucho neón. ¿Dónde está la trampa? No hay. Tan sólo queda decidir el emplazamiento definitivo: Madrid o Barcelona. Lo que de rebote nos deparará otro emocionantísimo Clásico épico y del-siglo-a-nivel-estatal-mundial-y-galáctico, que consistirá en saber quién (Espe o Mas) se salta más leyes y derechos a la torera. Pero eso poco me preocupa… como también me la sopla dónde lo monten, ya que dispongo de vivienda en un sitio y en otro, y tengo alma de chaquetero.

Ya sé, ya sé… dentro de na’ saldrán todos los perroflautas indijnaos criticando que si los gobiernos de ambas comunidades están subastando un puñado de leyes para mataos para satisfacer las necesidades del hamijo Sheldon, que si lo construyen en Barna lo hacen en un espacio protegido y se cargan a no sé cuántos pajarracos cabreaos y marismas que no sirven ni para hacer la O con un canuto, que si lo ponen en Coruscant Madrid la Espe se forrará porque son sus terrenos, que si esto se llenará de mafias, que si se podrá fumar, que si las drojas malas… ¡¡¡Pamplinas!!! ¿¡Tanto fliparlo con el Soprano, con el Corleone, con Vercetti y ahora, cuando toca tenerlos, nos rajamos!? ¿Que estamos al borde de una crisis energética y no tenemos electricidad pa’ tanto neón? Construimos más centrales nucleares y listos. O mejor aún. Le compramos la energía a Francia, nos forramos albergando sus residuos y así nos evitamos todo el trajín de tener que currar. ¿Que necesitamos más agua para los campos de golf, la Venecia artificial del casino principal y las piscinacas? Pues trasvasamos el Ebro. Y si nos hace falta más agua, trasvasamos el Ródano de los franceses. Estos a su vez podrían hacer lo propio con el Rhein alemán; los alemanes continuar la cadena con el Volga, los rusos pillar del Mississippi, los yankees del Yang-Tse, los chinos del Amazonas y así sucesivamente hasta montarnos el primer Aquapark – Isla Fantasía global. ¡Que ningún guarro esperpento o progre acomplejado os dija lo contrario! ¡Sucios perrosflauta! ¡Cómo os hodio, pollosos!

Virtua Cop: Machacando a Perrosflauta Edition. Imaginad las posibilidades…

Próximamente, DLCs para todas las autonomías.

En fin, no os creáis todo lo que digan los que se metan con el nuevo proyecto de Adelson, que allí va mi futuro como crupier y nuestra salida (rápida como el rayo) de esta jodida crisis. ¡Nos vamos a forrar y vamos a tener la oportunidad de tener nuestra propia Vice City, Liberty City o Las Venturas! Yo ya he dejado el cultivo de marihuana para el autoconsumo. Con tanta peña forrada que se acercará en unos años por estos lares, será mucho más rentable, fácil y seguro levantar mi propio chiringuito de distribución masiva. Ya estoy adoctrinando a mis sobrinos en las artes de la suministración de estupefacientes, la extorsión, el marcaje de caras y el puterío. ¿Quién dijo que no había futuro en este país? ¡¡¡Viva Las Vegas!!!

PD: Lo de «las tetacas dignas de la ciudad del pecado» sólo era un anzuelo.