Nostalgia. Ay. Nostalgia. Que puta que es la nostalgia.
Te levantas. Te vistes. Desayunas. Vas al metro. Esperas a llegar a tu parada. Esquivas algún empujón fortuito. Revisas que en tus bolsillos todo sigue en orden. Caminas a tu oficina. Alzas la mano para saludar a algún compañero que no te caiga del todo mal. Levantas el mentón levemente mientras una media sonrisa hace acto de aparición en tu cara para el hijo de puta del lugar. Te sientas. Tecleas. Tecleas. Tecleas. Suspiras. Tecleas.
¿Para qué tanta prisa? ¿A dónde te conducen tus frenéticos dedos sobre el maldito teclado? Estas extensiones ramificadas de tu ser no te llevan a ningún lado. El ferviente traqueteo sobre la insulsa pieza de plástico únicamente te conduce al mismo sitio una y otra vez. Unos caracteres que no te importan una mierda aparecen en la pantalla paulatinamente. Una y otra vez. Una y otra vez. Puta oficina. Puto teclado.
Espera. Sí que te llevan a un sitio. Ese movimiento constante de tus falanges. Ese traqueteo evoca algo. No es únicamente el cuándo si no también el qué y el cómo. Poco a poco, el teclado se va haciendo más pequeño. Fundiéndose. Tus manos van encogiendo la masa de plástico a una velocidad inaudita. Sacas el pequeño orfebre que hay en ti. Para algo sirvió el Alfanova que te regalaron en Reyes. La segunda edición, que tenía más clase. A ver quien te llama ahora mariquita por darle al torno.
La masa va tomando forma. El negro del otrora teclado prosigue y el objeto ya se puede tomar con ambas manos. Una forma conocida. Los pulgares hacia dentro. El resto de dedos sirven de aguante. Agarrando este cuerpo con firmeza. Con una seguridad innata. Golpeas las teclas que van tomando otra forma. Arrejuntándose. Empezando a ser parte de una nueva ecuación reducida a la mínima expresión.
Esta extraña habilidad de presionar teclas magistralmente viene directamente de tu pasado. Con orden, ya no con vertiginosa velocidad. Con ritmo. Recorriendo estas nuevas teclas sinuosamente. Como si fuera una rutina ya aprendida. No una rutina estresante, más bien un ritual. Una isla de paz. Tap. Tap. Tap. Unos acordes suenan en tu cabeza. Ninonaninanino, turururu, naninonaninanino, tururure. Una sonrisa de oreja a oreja. Estás en casa.
No importan que sean las eternas colinas verdes de Green Hill. O esos viajes en motocicleta por ese mundo milagroso. Sensaciones. Remembranzas de la juventud. No puedes oler ese tufo a venganza de las calles furiosas. Únicamente percibes el perfume de tu progenitora. Olor a añejo. Recuerdos de bocadillos de Nocilla mientras no sueltas el mando de control. Ni por un millón de dolares. Corre. Salta. Corre. Corre. Corre.
La pantalla va colapsándose. Píxel a píxel. De forma vertiginosa. Dos dimensiones. Tres dimensiones. Sprites modernos. Rostros ultrarrealistas. Saltos. Disparos. Conquistas. Todo pasa a la velocidad del rayo. Ni siquiera puedes pestañear. Todo va muy rápido. Demasiado rápido. Es triste pero así es la vida. Un movimiento constante e implacable.
El monitor parpadea. Un montón de palabras sin sentido aparecen en la pantalla. Tu teclado vuelve a ser un teclado. Una leve risa en tu dirección te termina de desperezar. Una mirada de tu superior te hace encaramarte sobre las teclas una vez más. Casi instantáneo. Comienza el tecleo infinito hacia ninguna parte. Una y otra vez. Lejanos quedan los ecos del paisaje esmeralda. Una y otra vez. Pero que bonito ha sido recordarlos. Una y otra vez. Una y otra vez.
Puta oficina. Puto teclado. Puta nostalgia.
Fijate que yo siempre he sido más de Mario, pero joder, el sentimiento es el mismo. Puta nostalgia.
Running Free > Run to the Hills. Hala, ya lo he dicho.
tl;dr
Yo creo que si no se te pone la piel de gallina al escuchar el tema de Green Hill Zone es que no tienes alma.
Entiendo la nostalgia que intentas mostrar en el artículo, creo que todos la entendemos de hecho.
Recuerdo llegar del colegio un Lunes, a eso de las 2, a mi casa, y dirigirme corriendo a la «máquina», encenderla y jugar un poquito al Sonic. Llegó mi madre, con la cual había pactado previamente que hasta las 4 de la tarde no se tocaba la maquinita. Apagué la Megadrive, fuí a comer -pensando en jugar-, hice la tarea -pensando en jugar-, me duché -pensando en jugar- y tiré corriendo al mando como si mi vida dependiese de ello. Así durante toda la puta primaria.
En mi tierna infancia, la «hora feliz» no era otra cosa que el momento en el cual el puntero grande apuntaba a las 12 y el pequeño a las 4…
Joder Kirkis, si hasta me pones el puto Running Free de los Maiden…
Manly tears have been shed.
Ya, nostalgia, sin embargo ahora muchos lamers ponen a parir a nuestro amigo el erizo azul mientras le lamen el culo al fontanero bigotudo y a la gran «N». Los juegos actuales de Sonic no son tan malos y hasta me pasé el Sonic Unleashed… Con Dios y ayuda pero no es tan bazofia. La gente traiciona y abandona en cuanto se empieza a hundir el barco. NIGGAS!
Joer Kirkis, que me tocas la patata. A mi el Sonic no me dice demasiado (fui más de Mario y de PC), pero entiendo las sensaciones que describes en tu texto. Esos días son lejanos para alguien que ha cruzado la treintena… pero que lleva al niño todavía dentro.
Como dice @Luis_Adonay, dejabas pasar las horas en el cole para irte rápido a casa y ponerte con el juego de turno con alguno de tus vecinos. Ya fuera juego de PC o cualquier consola… Qué tiempos, joder.
Puta nostalgia.
Joder caballero, que viejo me acabo de sentir.
El primer Sonic es sin duda el juego de mi infancia, miles de veces lo habré jugado. Que recuerdos cojones.
Y digan lo que digan, la competencia de Sega vs. Nintendo normalmente fué mas sana que la que hay entre Mocosoft y Sony… Con la mierda de las exclusividades temporales y DLCs.
a mi la cancion de green hill me causa nostalgia, a pesar de que nunca jugue un juego de sega en mi niñez(en mexico era muy raro encontrar alguien con una consola de sega) mi infancia se resume en: arcades, snes, psx y n64.
JODEROS COMO YO
Kikis!! no se si ya habrás leído algo de Charles bukouski, pero por la manera de escribir yo creo que te molaria fuerte.
Mujeres y Pulp, para mi son de los mejores libros que tiene :D
Ala, APORTE!
Pues gracias por la recomendación. Estoy leyéndome clásicos y no he leído nada de Bukowski.
Muy currao, aunque no me siento identificado ya que tengo la suerte de currar en lo que me gusta. Como siempre hay momentos de enfado cabreo y desesperación, pero en general puedo decir que me lo paso bien en el curro y no me agobia.
Soy un privilegiado.
Yo me lei la sanda del perdedor, pero no lo recuedo apenas, no me llamo.
Nunca trabajé en una oficina pero supongo que debe ser una experiencia similar xd
Nostalgia sí, pero solo en la SMS. Luego llegó la Snes y con ella Mario… y le di una patada al erizo azul.
Aun así, Sonic rules.
ampliando el interesante aporte de Destroy_babylon (Bukowski debería ser obligatorio a partir de ciertas edades…), le recomiendo sus dos primeras novelas, «Cartero» y «Factotum» en el que toca el tema del trabajo y las maravillas del mundo laboral
ahii HH
Esto explica lo que estoy sintiendo cada vez mas en mi dia a dia. Hay algo que se ha perdido en mi vida adulta y en los juegos actuales … y creo que no volverá.
Puta oficina. Puto teclado. Puta nostalgia.
Me alegra que os haya gustado el texto. No es lo que suelo hacer y estaba probando un poco con el estilo.
Ayer cai en una web con un simuladorr de spectrum online (sin audio ademas, ese simulador no lo tiene) Jugue un poco al batman y oigan.. que sensaciones… no es como antaño pero.. algo se notó.
Yo le tengo un amor especial a Pulp, porque fue el primero que lei y joder…que sale de todo! Aliens! LA puta Sra. Muerte! Alcohol (bueno…eso sale en todos xD)
Charles Bukowski es el mejor puto escritor que leí en mi vida, y eso que he leído duro y parejo eh.
La senda del perdedor, Cartero, Factotum, cualquier libro de él es para caerse de culo.
Hay un «documental» donde se basa en entrevistas realizadas al mismo Bukowski. De puta madre.
Gran artículo como siempre.
Pura verdad. Me cago en esa luchita sin sentido que se traen esos dos donde el único culo que sale ultrajado es el nosotros los consumidores.
siempre que pienso en eso, me viene a la cabeza la idea de que el dinero que se mueve ahora con los jueguicos no es la misma cantidad que en los 90*
de todos modos, recuerdo algunas cartas que se enviaban a la hobby en los años del apogeo de la «guerra» (supongo que alrededor del 93-94-95, antes del desembarco de la nueva generación)… y telita. además, recordemos el «Sega does what Nintendon’t»
pienso que, en ciertos aspectos, hemos salido ganando ahora con todo este tema de la competencia… antiguamente si querías un Final, o te ibas con nintendo o te quedabas sin, por poner un ejemplo
* A mayor dinero en la mesa, mayor riesgo, nervios más «a flor de piel» -> competencia más agresiva [titulares más escandalosos, puyas entre compañías, DLC, exclusivas… etc])
sorry
puya = pulla