Nuestros queridos tópicos: Dragones

Escrito por en Artículos - 10 enero, 2013

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Las anteriores entregas de Nuestros queridos tópicos han empezado desde abajo, citado a los inevitables enemigos iniciales de todo juego de rol que se precie, pero hoy toca irnos a la cumbre. Porque si hay una criatura que está en la cima de la pirámide alimenticia de los RPG, ya desde que Gary Gygax y Dave Arneson establecieron hace casi 40 años las bases de los juegos de rol con Dungeons & Dragons, es, sin lugar a dudas, el Dragón.

Sea oriental u occidental, sea con combates por turnos o con acción directa, sea en un entorno medieval o pseudo futurista, si lleva RPG escrito en la caja o en el análisis de la meri es inevitable que nos encontremos con un dragón. Siempre hay dragones, sean amigos o enemigos, vivos o muertos, grandes o pequeños, sabios o animales. No habrá forma de librarnos de su escamosa presencia.

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Porque, por si fuera poco y al contrario de otros seres como los arácnidos o los roedores, la majestuosa apariencia de un dragón tiene el peso suficiente como para poder ser la base del juego. ¿Y que tiene eso de malo? Absolutamente nada. Los dragones molan infinitas veces más que los zombies, los dinosaurios, los monopatines y los dinosaurios zombies en monopatín. Su uso con mesura es lo que da la epicidad (esa palabra tan gastada pero que si hay dragones de por medio TODAVÍA VALE) a la aventura, sea como secuestrador de rubias cañon en Dragon’s Lair, como Archidemonio revenido en Dragon Age, como un seductor que nos ha arrebatado el corazón en Dragon’s Dogma o tocándole las bolas supersayan style en cualquier juego de Dragon Ball, además de todos los dragones genéricos y su afán por almacenar increíbles tesoros en su guarida.

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Este pequeñin me ha robado el corazón

Y que duren. Los dragones son tan necesarios como encontrarte una armadura de cuero y una espada corta oxidada en la primera caja que se cruza en el camino de tu personaje de nivel 1. El dragón es el símbolo de la fantasía y un combate con un dragón es la escena perfecta para representar la batalla entre el Bien y el Mal dejando de lado angelitos y demonios. Además, son grandes, fuertes, vuelan y escupen fuego. Eso nos asegura por lo menos estar un rato con el culito apretado con miedo a morir a manos, más bien garras, de tan formidable criatura frente a la cual nos sentimos más diminutos que nunca.

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No se si fue sin querer, pero a Gygax y Arneson les bastó solo con el nombre para definir lo que son, o deberían ser y seguir siendo, los juegos de rol: Dungeons & Dragons. Dragones y Mazmorras. Puede que a estas alturas ya nos parezca un tópico demasiado manido, pero cualquier mazmorra es mejor si tenemos un dragón aguardando en el fondo.

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