¿A qué esperas, Wii U?

La nueva consola de Nintendo me tiene intrigado. De momento su catálogo no me seduce lo suficiente como para adquirirla (y aunque así fuese no me la compraría hasta dentro de un par de años; cuestión de bolsillo principios), pero adoro su nombre -me gusta pensar que se refiere a nosotros y tú- y no dejo de pensar en las posibilidades que puede ofrecer su pad pantalla. Respecto a si podrá aguantar el envite de las futuras Durango, PS4 y demás consolas pseudo PCs de la siguiente generación -¡Otra vez con la Next Gen, qué pereza!-  pese a su inferioridad técnica, no albergo ningún tipo de dudas. Nintendo siempre compite. Mal o muy bien, pero compite y suele ser caballo ganador. En fin, como iba diciendo… hasta la fecha su catálogo me ha dejado un tanto frío; me sorprende su apuesta por las third parties, que hayan lanzado como ola inicial juegos como ME3 y Batman Arkham City y no más títulos marca de la casa. Haberlos haylos, pero a mi juicio no los suficientes. A continuación expondré tres videojuegos no anunciados -por lo que sé, a excepción de uno, ni siquiera están planeados- que me gustaría ver ya en las tiendas y que pondrían en jaque a mi reglamento de no rascarme el bolsillo por una consola de no menos dos años de vida.

Por lo que veo en la red, sobre todo en webs de habla inglesa, no soy el único que anhela otra entrega más de esta veterana franquicia. Desde los tiempos de NES y SNES no se ha prodigado en consolas de sobremesa y creo que, debido a las posibilidades que ofrece el mando de Wii U, ha llegado el momento. Obviamente el género estratégico por turnos no vende ni de coña tanto como los Call of Duty, FIFA y demás entregas anuales; pero es una de esas franquicias que, bien llevada, puede elevar el nombre de una consola al Olimpo.

¿Que cómo me lo imagino? De entrada le daría un vuelco a la idea inicial de los juegos vistos en GB, GBA y DS para ofrecer una experiencia de guerra global. Un risk a lo bestia. En la TV veríamos una panorámica del mapa con todos los conflictos abiertos y zonas por conquistar, mientras que en el pad disputaríamos los territorios en plan guerra de guerrillas haciendo uso de su mecánica tradicional (ya sea en dos o tres dimensiones. Personalmente me decanto por la primera opción). Es decir, eliminaría el concepto de campaña tradicional que encadena una serie de batallas para apostar por una partida de «ajedrez» única y de todos -Yellow Comet, Blue Moon, Orange Star, Green Earth y Black Hole, como mínimo- contra todos. Las alianzas, que darían derecho a compartir fábricas y recursos, estarían permitidas; al igual que transportar tropas de una zona de batalla a otra. El multijugador local, cada uno con su mando pantalla sin ver los movimientos que hace el otro, prometería piques históricos de alto voltaje.

En lo que concierne al diseño visual, mantendría el aspecto desenfadado de AW, AW 2 y Dual Strike. El toque a lo Mad Max de la última entrega para DS, Days of Ruin, tenía su punto; pero no puede competir con la perversión de los personajes originales. Digo perversión por su alegre analogía con algunos de los ejércitos históricos del pasado siglo; pero también porque siempre me pareció muy diabólico eso de enviar a tus tropas hacia una muerte segura mientras la interfaz te muestra generales que no pierden la sonrisa y parecen sacados del más inocente de los animes.

Original no soy, lo sé. Pero qué queréis que os diga, a la Wii U le sentaría como un guante una entrega de esta también veteranísima saga de rol estratégico por turnos; cuya calidad es inversamente proporcional al nivel con el que, en general, ha sido ignorada en el mercado europeo y norteamericano. En cuanto a la mecánica se refiere, no vería necesario variarla en exceso. Me limitaría a trabajar de forma exhaustiva la historia principal, a implementar con sabiduría las posibilidades del mando (al margen del tradicional inventario, se podría intentar variar los típicos combates para darles algo más de interacción y profundidad; es decir, no dejar al azar y a la estadística pura y dura algunos elementos de los enfrentamientos), a llevar a cabo un plantel de personajes y clases todavía más extenso y ofrecer la posibilidad de combates rápidos en multijugador online y local. ¿Qué más? Pues por pedir, que superé a los excelsos Radiant Dawn y Sacred Stones. Qué menos.

NOTA: Mientras preparaba la imagen que ilustra este texto, he leído en eurogamer que Nintendo y Atlus están trabajando en un crossover de esta saga y Shin Megami Hola Kirkis Tensei. Son las contraprestaciones propias de escribir el texto hace mes y pico y publicarlo ahora. De todas formas, al no tratarse de un Fire Emblem puro y duro, mantengo a éste en mi lista de deseos. Con todo, cabe comentar lo palote que me ha puesto el anuncio del cruce entre estas dos grandiosas sagas.

Títulos nintenderos, ya sean del pasado o anuales, existen por doquier. Más de uno debe estar hasta la coronilla de tanta reformulación reiterativa de los clásicos; pero no son pocos los fieles que esperan encandilados cada nueva entrega de Mario y compañía. Una manera de contentar a ambos sectores sería mantener a sus estandartes en un juego que nos descolocase por completo. A mí particularmente no me gustaría morir sin ver y jugar antes a un RPG del copón protagonizado por todo el gang Nintendo. Y no sólo eso, sino que pervirtiese el concepto que tenemos de ellos. Dicho de otra manera, me mojo pensado en un título en el cual Mario, Samus Aran, Link, el zorro de las galaxias, Kid Icarus, Ash, Kirby, Donkey Kong y demás fuesen nuestros enemigos o bien nos ofreciesen un aspecto de su carácter que rompa algunos mitos creados a lo largo de los décadas. Qué collons, sueño con un duelo contra Mario al más puro estilo de aquel épico e interminable combate frente a Luca Blight (¿Acaso el mejor de la historia errepegera?), con una Samus hastiada de tanto xenomorfo a la que ayudar a ser toda una Cooking Mama, con un Donkey super inteligente dispuesto a recuperar su trono, con un Kid Icarus infernal que corrompa a menores como venganza a su marginación, con las naves de F-Zero enfrentadas a Starfox y su escuadrón, con un Kirby traumatizado por su incapacidad para saciar su hambre, con los Elite Beat Agents envueltos en una cruzada contra los videojuegos de baile, con un Link ya adulto harto de que se le recuerde Ocarina of time, con una Peach sanguinaria y caprichosa al más puro estilo Reina de Corazones de Alicia y el país de las maravillas, con un Profesor Layton desquiciado y con tendencias suicidas por culpa de tanto puzzle… Las posibilidades son infinitas si Nintendo se lo propone.

El personaje central de la historia debería ser el propio jugador que, por arte de magia potagia en plan FFTA, se viese teletransportado al mundo Nintendo. Una especie de magic kingdom muy burro y con leyes físicas ilógicas que tuviese como principal contraste el colorido y buen rollo tradicional de la casa con la oculta maldad de sus personajes; un universo happy que se torne en pesadilla y nos partiese en mil pedazos los esquemas hasta ahora impuestos por la gran N.

Por otro lado, sería una buena oportunidad para insuflar nuevos aires y mecánicas a un género estancado -con permiso de Ni no Kuni y ese hack and slash disfrazado que es Dragon’s Dogma- desde hace demasiado tiempo. No quiero exponer ideas al respecto (a menos que Nintendo me las pague -risas, por favor- ¡Soñar todavía es gratis!), pero existe mucho margen de maniobra para revitalizar esa fórmula tan gastada que ofrecen una mayoría aplastante de RPGs; ya sean orientales o no. Grinding, combates, exploración, ítems, temáticas, tramas… son demasiados los elementos que damos por sentado y que permanecen inalterables año tras año, cuando nos disponemos a videorolear un poco. Ah, y no. A pesar de lo que pueda sugerir el logo de la imagen de arriba, no sería un nuevo episodio de los Mario RPG.

¿Y vosotros? ¿Qué videojuegos os gustaría que lo petasen en el catálogo de Wii U? Se admiten también sugerencias para otros sistemas.