The Swapper es una aventura de puzles en dos dimensiones que, pese a tener un desarrollo inspirado directamente por los Metroid o Castlevania de turno, recuerda mucho más a títulos del calibre de Portal o Braid. El motivo, lejos de estar relacionado con el género —aunque muy posiblemente no sea algo accidental— lo encontramos en que The Swapper, al igual que las obras de Valve y Jonathan Blow, es capaz de crear una sola unidad sólida a partir de sus distintas piezas. Todos los elementos del juego trabajan juntos, en preciosa armonía, ayudándose los unos a los otros, creando una máquina heterogénea y perfecta cuyo único objetivo es romperle todos los esquemas al jugador. Y lo consigue.
Los cinco primeros minutos de The Swapper suponen una declaración de intenciones brutalmente honesta y bien presentada. En ese tiempo, en esos escasos trescientos segundos, Facepalm (su desarrolladora) pone sobre la mesa el mantel, coloca el plato en el centro, la servilleta y el cuchillo a la derecha, y el tenedor a la izquierda. Lo dejan todo listo para que el jugador pueda comenzar con un banquete (de ciencia ficción) en el que la mecánica, tan sencilla como original, es el primer plato. Para la ocasión, el ingrediente principal es un misterioso arma con dos funciones muy concretas y separadas: crear clones de nuestro protagonista y transportar nuestra capacidad para controlarlo a cualquier clon que tengamos a la vista. El uso de este arma para resolver puzles y recoger orbes con los que abrir puertas y poder avanzar por el laberíntico mapa de la estación espacial en la que transcurre la historia es el eje central de toda la mecánica de The Swapper. A medida que avanzamos, como es normal, una serie de juegos de luces capaces de anular algunas de las funciones del arma complican los puzles, pero la idea básica de la mecánica se mantiene inalterable durante todo el juego. Es solo una idea. Una idea tan bien pensada y ejecutada, que no solo consigue sustentar todo el juego, sino que sigue dando sorpresas hasta el mismísimo final.
The Swapper podría haber sido un juego de puzles estupendo si se hubiese limitado a desarrollar esta idea sin aportar ninguna historia o trasfondo detrás. Pero lo hace. Tom Jubert, guionista de títulos del nivel de FTL: Fasther Than Light o Binary Domain, ha escrito una aventura de ciencia ficción minimalista que, como decía en el primer párrafo, encaja a la perfección con la mecánica. Ambos elementos, que tienden a correr por separado en la gran mayoría de videojuegos, se funden en un todo orgánico cuyo punto en común es la ciencia ficción. Una ciencia ficción, además, que huye del escándalo de Star Wars o Mass Effect para acurrucarse en la inquietante quietud de Moon o System Shock. Una ciencia ficción que, con acierto, coge lo mejor de autores como Philip K. Dick o Scott Card, para crear su propio infierno espacial. Así, con este marco, Jubert perfila una historia que el propio jugador va coloreando a medida que avanza por los evocadores pasillos de la estación espacial. No es un argumento complejo. No le hace falta. Es un argumento que, como la mecánica, poco a poco va involucrando al videojugador con el videojuego; y que como esta, consigue hacernos pensar.
Mecánica e historia caminan de la mano en The Swapper demostrando que, por mucho que otros se empeñen, esa disociación constante en el mundo de los videojuegos, no es necesaria. Pero hay más. Arropando a los puzles y al guión, encontramos una ambientación sencillamente perfecta. Todo trabaja en su favor. El apartado visual de The Swapper tiene una belleza asfixiante y cautivadora: la iluminación, la magnitud de los escenarios, el grano de la imagen, cada elemento suma. El sonido, o mejor dicho la casi constante ausencia de él, se encarga de poner la guinda a cada puzle, cada transición, cada panorámica, cada escena. No hay un solo instante durante todo el recorrido que debe hacer el jugador para completar The Swapper, en el que algo parezca fuera de lugar. Qué demonios, ni siquiera hay un instante en el que dé la sensación de que se pueda mejorar algo. La sensación —que por extraño que parezca casi nunca está ahí— es que los dos integrantes de Facepalm, tras acabar el desarrollo del juego, se lo han ventilado al menos un par de veces y han llegado a la conclusión de que no podían hacer absolutamente nada más por su vástago. Y menos mal.
Si lo compráis, por favor, compradlo en la página de sus desarrolladores, que lo tienen más barato que en Steam y os dan clave.
Hemos hablado de lo mismo hoy *^^*, aunque yo me metí por cuestiones más existencialistas xDD.
Estos artículos a traición… me gusta todo lo que he leido, ¿sabes si funciona en ubuntu?
De momento está solo para Windows, por lo menos en Steam. Pero cada vez se amplía más el soporte de juegos en Linux, sobre todo los indies.
Comprado (os odio).
Muy buenos graficos, pero a mi el juego me parecio un coñazo
Pues otro más que se sube al carro, me gusta lo que cuentas, a mi también me llama mucho la «ciencia ficción discreta» y después de ver los vídeos del juego en movimiento, me interesa incarle el diente.
También tiene, por 1,5$ más, la banda sonora disponible, que se puede escuchar en bandcamp http://carlocastellano.bandcamp.com/album/the-swapper-original-soundtrack, aunque para mi gusto es demasiado ambiental, por lo que no me veo escuchándola fuera del juego :-)
@NeoJ: pero bueno, vienes a decir que el juego es la ostia y le terminas dando un 7,5. ¡Maldito seas!
@handlolo: normal.
Comprado a través de la app de Steam de Android aunque mi PC esté a 600 kms.
Los jraficorls, esa manera de plasmar la ¿arcilla es? de tal manera en el juego que parece que puedes tocarlo, que todo tiene su rugorsidad es HAMOR del bueno.
En el fondo es un 7’5 sobre 5 XD. Pocos 7’5 doy por allí, por si vale de algo.
Lo que no sabía es que semejante juego (que gráficamente es una maravilla) era cosa de sólo dos personas. Yo me imaginaba incluso que era un pseudo-indie, pero ya veo que no.
Venga a acumular juegos… Mi lista aumenta vertiginosamente, síndrome diogenes videojueguil.
He leído hasta «los Metroid o Castlevania de turno». No necesito más. Hay que darle un tiento sí o sí.
Yo ya le tenía ganas, pero mira, me voy a fiar de ti y a la saca. Ahora a ver si consigo tiempo para jugarlo… XD
Lo tenía en PC pero no me he puesto a jugarlo hasta que lo regalaron en la PS4 con el PS+. El juego me está encantando, pero joder, empiezo a estar ya atascado. Voy por los 100 orbes y empiezo a sentir la necesidad de mirar soluciones.
¿Alguien se lo ha pasado sin mirar nada en Internet? Esto es como medirse el pito, es sólo para saber si mi intelecto está en la media xD
Yo estoy en los últimos compases del juego y he de decir que me he pasado TODOS los puzles sin guía PERO con la ayuda de dos cerebros, el de mi mujer y el mío. Hay alguno por ahí que parece imposible los primeros instantes, sobre todo los que recompensan con multi-orbes.
¿Mi consejo? Cuando te atasques con un puzle déjalo reposar y vuelve a él en otro momento (o, como nosotros, otro día). Lo que a priori te había llevado muchos intentos puede salirte ¡Zas! a la primera, te lo digo por experiencia. Mano de santo, oye.
Pues hace poco involucré a mi novia para que me echase una mano, pero con poco éxito. Bien es cierto que no le dimos demasiado. Y ahora el juego está ahí, esperando a que me de por jugarlo de nuevo con neuronas más frescas.
A ver si le doy otro tiento, que si no me pasará como con el Braid.