Algunas perlitas del Ludum Dare 28

Llego un poco tarde por culpa de las vacaciones navideñas, pero llego. La semana pasada tuvo lugar el Ludum Dare 28, una de las competiciones de desarrollo de juegos independientes más prestigiosas del mundo. El tema sobre el que debían versar todos los juegos adheridos a la competición fue «sólo tienes uno» (You Only Get One) y el tiempo de desarrollo, como suele ser habitual, 48 horas. En total se presentaron más de 2.000 proyectos de distintos desarrolladores independientes, y aunque como es lógico no los he probado todos, sí que he podido disfrutar unos cuantos. Si seguís leyendo, os cuento cuáles son los más interesantes.

Pillage Rush, de los españoles Human Pride Games. Se trata de un juego de plataformas en dos dimensiones en el que controlas a un vikingo esmirriado al que sólo se le permite apresar a una mujer durante el pillaje de una aldea. El objetivo del jugador: conseguir que esa mujer sea la mejor de todas. Para ello es necesario esquivar montones de pelirrojas locas del coño que se abalanzarán sobre nosotros, con la idea de llegar al final de la aldea, donde aguarda LA mujer. También hay pollos gigantes.

Crew es una especie de Cluedo a bordo de una nave espacial. El planteamiento del juego es muy sencillo: alguien ha asesinado al capitán de la nave, y debemos averiguar quién ha sido, dónde lo ha hecho, y con qué arma. Para ello tendremos que investigar las habitaciones y hablar con los tripulantes, teniendo en cuenta que cuántas menos acciones llevemos a cabo, más puntos obtendremos. Tanto el asesino como el lugar y el arma del crimen cambian en cada partida.

Going Down no es particularmente bueno, pero sí especialmente divertido, especialmente en su planteamiento. Un avión de tripulantes se va a estrellar y en su interior hay un paracaídas: ábrete camino hasta el final del mismo, golpeando a todo el que se te ponga por delante, y consigue saltar con el paracaídas puesto.

M’lady and the Tramp es una especie de Warioware de garrafón con la idea más absurda imaginable: un señor muy feo quiere perder la virginidad de una puta vez y follarse a la primera pelandrusca que se le ponga a tiro. La mecánica de M’lady and the Tramp se reduce a mover el ratón de un lado a otro y escribir alguna que otra palabra ocasional, pero lo mejor del juego sin duda es el apartado visual: desconcertante a la par que encantador.

One Pilot es un shoot’em up de naves tradicional, que se caracteriza por dos cosas: unos gráficos muy bonitos (hechos con Photoshop a pelo) y una dificultad endiablada. Además, claro, siguiendo al pie de la letra la temática de la competición, tan sólo tenemos una vida. El objetivo: conseguir tantas monedas como sea posible antes de la inevitable muerte.

City of Death es un juego de sigilo con perspectiva cenital, en el que los jugadores controlan a un agente especial con una misión clave: activar diez bombas estratégicamente repartidas por una ciudad infestada de zombis con el objetivo de volarla por los aires. El problema no es sólo que haya un montón de zombis deambulando por la ciudad, sino que no podemos matarlos: tan sólo huir de ellos y escondernos en las sombras.

Moments of Paranoia es una aventura conversacional corta con mejor planteamiento que ejecución. En ella, el jugador controla a un trabajador de un complejo científico en el que ha habido «un incidente», que está encerrado junto a otros dos supuestos trabajadores en una habitación que se está llenando poco a poco de gas. No explicaré más, pero sí diré que el juego bebe bastante del The Thing de John Carpenter.

Peaceful Greeting es uno de esos juegos que entra por los ojos. Aquí, el objetivo es darle la bienvenida a los extraterrestres utilizando su lenguaje. ¿Podrás provocar un incidente diplomático a escala interplanetaria? ¡Seguro!

Wilhem’s Scape, de los españoles glovecat, es una aventura corta en la que el jugador controla a un personaje que no sabe por qué ha sido encerrado en una habitación llena de trampas. Nuestro objetivo, lejos de averiguar el motivo de la captura o incluso salir, es explorar todas las posibles muertes que hay dentro de la habitación, que no son pocas.

Como ya he dicho, en esta edición del Ludum Dare ha habido más de 2.000 participaciones. Me ha resultado materialmente imposible probar ni siquiera una décima parte de todas ellas, y por eso estoy seguro de haberme dejado algunas muy buenas en el tintero. Así que si creéis que hay algún juego digno de mención entre todos los juegos del Ludum Dare 28, por favor, mencionadlo.