Hoy se cumplen veinticinco años del lanzamiento de la portátil más mítica de la historia de los videojuegos. Forma gris. Pantalla monocromática. Una cruceta digital. Dos botones bien orondos de color magenta. Si, ya sabéis de lo que hablo. Nunca entendí del todo esa suerte de rejilla colocada en la esquina inferior derecha del aparato. Sé que el sonido salía de ahí pero tampoco me sorprendería que fuera una especie de conducto de ventilación de las entrañas de la máquina de Nintendo. Una rendija de ventilación. Pero vamos, que voy a saber yo. Yo nunca tuve una Game Boy.
Cuando veía una Game Boy siempre me preguntaba si en algún momento fue blanca la consola que tenía mi primo entre sus manos. Quizás se había ido decolorando con el tiempo. En mi cabeza estaba presente la evolución bien clara del matizado de la pequeña de Nintendo. Blanco. Gris. Amarillo. En ese último se encontraba esa consola ya familiar para mi. Bueno, a veces se encendían las mejillas también. Pero solo cuando había Risketos en nuestro poder. Que iba a saber yo que la consola se creó en un aburrido color grisaceo. A nadie le gustaba el gris cuando yo corría entre las piernas de mis progenitores. ¿Cómo una pieza tecnológica con la capacidad de otorgar diversión al que la tuviera entre las manos iba a ser hija del plomizo? Sí, me crié en un barrio negro. Negro de SEGA.
Tetris. Pokémon. Super Mario Land. Kirby’s Dream Land. Zelda: Link’s Awakening. Nada. No pude disfrutar de estos videojuegos cuando era un meco. Y cuando uno ya tenía acceso a ellos vía emulador, pues ya no es lo mismo. Además del enfrentamiento gráfico al que uno se tiene que mentalizar, la propia experiencia de poder disfrutar de estos títulos en cualquier parte se pierde al cambiarla por estar frente a una pantalla infinitamente más grande y con un mando de control entre las manos. Videojuegos creados para ser gozados en cualquier parte. En el recreo. En el autobús. Debajo de las sábanas cuando tu madre ya te ha apagado las luces. Tener que capar esa experiencia es demasiado precio a pagar. Lo siento, emular Game Boy no es para mi.
Nunca tuve una Game Boy. Pero tampoco tuve nunca una Game Gear. Nada. Hasta la adquisición de una Nintendo DS, lo máximo que puedo decir que estuve del videojuego portátil fue de una máquina de «99 juegos» como ya expliqué hace un tiempo. Y realmente no he sacado la consola a espacios públicos donde jugar, más allá de algún viaje esporádico en algún medio de transporte. Tengo una consola portátil que disfruto en casa. O en el baño. No podré decir que jugaba en el recreo mientras otros miraban mis avances en el juego de marras. Yo era de los que miraban. Uno de los de la fila de atrás. Aunque no demasiado ya que la envidia era suprema y antes que ver a otro meco jugar, prefería darle patadas a una botella de plástico sobre la grava de lo que decíamos que era un campo de fútbol. No puedo decir que fuera más emocionante esquivar alguna jeringuilla aleatoria en el patio del recreo que jugar a la Game Boy. Quizás hubiera deseado esto último pero nunca pude.
Me alegra que una consola haya cumplido un cuarto de los cien años a los que todo humano es proyectado a vivir según se dice. Me alegro por mi primo y por su consola amarillenta con la que a veces pude jugar. Me alegro por todos aquellos que recuerdan esas viejas partidas a viejos juegos en sus viejas casas. Siempre está bien celebrar este tipo de logros. Yo no puedo decir que vaya a abrir una botella de Glenfiddich en este día pero oye, bien por los que pueden. Nunca tuve una Game Boy pero celebro su nacimiento. Sobre todo, por aquellos a los que afectó profundamente. Nunca tuve una Game Boy pero entiendo ese sentimiento. Tardes frente a la pantalla. Tardes de juventud y recuerdos.
A mi me la regalaron con el Chase HQ. Qué gran verano pasé antes de que se me cayese en la piscina.
Joder, esta entrada la podría haber escrito yo al 100% (por lo que cuenta, no por cómo, claro).
¡Cuéntala en Topofarmer hombre!
Siempre es interesante leer estas cosas.
Pero si es que escribiría exactamente lo mismo. Tal cual. Como mucho añadiría mi trauma con la Game Gear que no me compraron mis padres pero luego se la regalaron a un amigo.
No viene a cuento, pero después de verte mil veces por aquí me he cruzado contigo y tu 3ds XDDDD
Ah sí, hace 26 días en España Cataluña X-D>
No entiendo como no me quedé ciego mirando esa pantalla monocromática tanto tiempo…
Yo la mia la rompi de un cabezazo, jugando a un juego de los Crash dummies donde llegaba a una pantalla que me desesperaba con su dificultad, era casi imposible.
Que buenos momentos pase con ella y que nostalgia me produce ver esas pantallas color verdoso.
Lo mismo digo. No lo del cabezazo del comentario sino a tu artículo. Sólo tuve una falsa NES de 1000 juegos en uno. Ahora tengo una 3ds. BIBA YO
Viva tú. Yo nunca tuve la NES. Eso sí, un amigo tenía la falsa NES a la que aludes. A tope.
A mi me lo robaron y como lo estraño :( y solo me quede con el cartucho de metal gear solid sin pasar que dolor me da recordar que me lo robaron XD
Vende ese cartucho y así no la lloras más.
:’)
Mi juventud… que lejos queda ya.
PD: Recomiendo a todos aquellos que quieran una consola portátil la gameboy advance micro. Es una pequeña joya que llegó tarde, pero que pese a todo tiene mucho que ofrecer.
Después de 21-22 años desde que me la regalaron, aún la conservo y lo mejor, aún funciona. De hecho, mi madre cuando no puede dormir y está desesperada de dar vueltas en la cama, le da cera al Tetris en un roñoso cartucho de 4 juegos en 1.
Muchos recuerdos los tengo asociados indefectiblemente a este entrañable tocho, desde viajes en coche al pueblo que me los pasaba enteritos con Super Mario Land 2, hasta una estancia en la UCI del hospital con Mystic Quest, pasando por incontables horas trasnochando con el volumen al mínimo para intentar pasarme la maldita pantallita de las motos en Battletoads (nunca lo logré). Grande joer, grande.
Ay :_
Yo tengo bellos recuerdos pero casi todos son de yo tirado en mi cuarto con el mando de la Master System.
Yo ya la tuve de segunda mano, y aún así le pegué un buen tute, entre Link’s Awakening y Mystic Quest, por no olvidar los dos modos de juego del Dynablaster.
A día de hoy no había conocido a nadie más que jugase al Dynablaster. ¡Qué mítico!
Es ver el dibujico y salirme lagrimones :____)
http://bit.ly/1rjfSZh
I know that feel bro, yo tuve una game gear con poquísimos juegos porque prácticamente me la regalaron cuando moría. Con el tiempo y ya en la época de la advance conseguí una pocket y fui feliz durante un tiempo.
El diseño de la Pocket siempre me moló.
Al igual que nmlss (mierda, lo he escrito bien sin fijarme xD) secundo cada palabra que escribes. Nunca la tuve, a pesar de que me daban una envidia máxima prim@s y colegas que la tenían. Recuerdo que los dos primeros juegos que pude probar fueron uno de los Simpson donde no duraba ni media pantalla, y el Mario Land.
Para jugar, me la dejaron y pude pasarme el Super Mario Land 2 y el Toy Story. No entendía cómo una máquina sin colores (al contrario que la Game Gear) podía gustarme más. AY qué tiempos.
Y la primera vez que la emulé, para poder jugar al Pokemon Edición Roja. Lo flipaba, pero efectivamente comprendía que no era lo mismo tener que jugar delante del monitor, y de hecho le quitaba el sonido y aumentaba la velocidad de emulación para avanzar más rápido. Me ponía música y hala.
Pero no era lo mismo. Nosotros vivimos la GameBoy desde el punto de vista. Tuve al igual que tú mi Mega Drive, y mis vicios al Sonic 2 (MUCHISIMOS) no me los quita NAIDE.
Ea pues, salud por los que la tuvieron. Nosotros somos de otra liga.
Está claro.
Aunque no se haya podido disfrutar de esa experiencia portátil, hemos vivido otras cosas.
En resumen, todos (poseedores de Game Boy o no) compartimos la nostálgica videojueguil patatera.
Pues yo nunca tuve una Game Boy tampoco ;( Me moría por tener una, solo llegaban a prestármela y fue que llegue a tener un Game Boy Color (ya ni Game Boy ladrillo) cuando estaba en pleno apogeo en GBA, ya nunca fue lo mismo.
La GBA, esa fue una pedazo de consola eh.
Y no digamos lo bien que se emulaba en PSP jajajaja. De hecho la PSP fue la primera consola que tuve tras la Mega Drive. La pillé de segunda mano a un colega, y no veas lo que le dí al Mario Kart Super Circuit o a los Super Marios. De hecho con la PSP fue como me empecé a desquitar de todas las ansias que tuve desde niño por Nintendo xDDDDD
Oye chatos, para cuando una oda a la PSP como máquina? Que ahora que tenéis todos una VITA no vale escaquearse!
No tengo Vita, ni PSP.
Escupe esto a los otros por twitter a ver si reaccionan.
Yo sí tuve una………Qué lejos quedan ya también aquellos años.
Recuerdo el Tetris, recuerdo el Choplifter, y poco más. Sí recuerdo a mi tío, al que supuestamente los juegos le parecían una porquería, quitándome la maquinita para jugar al Tetris hasta agotarle la batería. Cabrón (de aquellas él sería más joven de lo que yo lo soy ahora, qué cosas).
El Tetris es uno de mis preferidos desde siempre, sólo por él ya mereció la pena tenerla. Por cierto que la Game Boy fue mi primera consola con nombre y apellidos, luego vendría la Super, pero eso ya son palabras mayores (con ella aprendí qué era realmente eso que hacía mágicos a los juegos).
PD: Haciendo memoria con esto de las consolas, ya que estamos, y tras confesar el otro día que fui uno de los afortunados poseedores de un Láser Disc, debo también confesar que a punto estuve de hacerme con una 3DO Goldstar. Menos mal que mi padre en esta ocasión sí anduvo listo y me hizo esperar……..Y esperé, y compré una Play. Qué alucine el puto FIFA no sé cuántos en el que sus comentaristas decían a viva voz, mientras yo no daba crédito, el nombre de los jugadores: ¡¡Revivo!!. -me acuerdo de los del Celta, claro, que para eso es mi equipo-).
Menos mal que tu padre no compró la 3DO.
Ya hubiera hecho un combo perfecto en la buhardilla junto al Laser Disc.
Pues sí, jaja, ya habría sido demasiado (y ojo, que pese a todo el Laser no estaba mal del todo, de hecho estaba muy bien -su gran problema era que sus discos ocupaban una habitación entera, y claro, creas que no eso cuenta-).
Lo sé, mi ex tenía un Laser Disc y la calidad era cojonuda eh. Pero un engorro, eso sí.
lo que siempre me gusto de la game boy fue ese estilo desenfadado que tenían sus juegos, juegos cortitos y viciantes como ellos solos, yo la pude emular en la DS (bendito seas lameboy) y he descubiertos juegillos muy monos como Trax o catrap
La lameboy es genial.
Bueno, al principio eran juegos sencillos y de pimpampum, pero acabó moviendo cosas como los Donkey Kong Land, que tiene tela…
Yo tampoco tuve gameboy u.u
Aunque recuerdo haberla conseguido prestada de un novio de mi prima con Super Mario Land 1 y 2 y Kirby Dream Land por algo así como dos meses cuando tenía unos 9 años, recuerdo haberme gastado un montón de dinero en baterías para la maquina esa xD.
Luego pude emularla en un nokia 3500c para jugar Pokemon, pero muchísimo tiempo después.
Vengo aquí a comentar, la falta de respeto de Andresito hacia el mundo de Baldur’s Gate por lo meter una entrada sobre la «enazed edythion» al genial precio que esta y a la traducción que lleva. Ah y no trabajo para Biowhare (por la publi) :P
La Gameboy es LA CONSOLA.
Los que tuvieron la Megadrive o la Playstation 1 se pueden acercar un poco, pero no llegan al sentimiento de la Gameboy.
– Podías jugar con ella en cualquier esquina de la casa y no dependias de una tele libre ni nada parecido. Yo recuerdo pasarme horas sentado en el suelo jugando al tetris y luego soñar con ello, o levantarme un sabado madrugando para jugar al juego de la WWF y ver los dibujos.
– Jugabas en la calle en un banco o en la terraza, vamos, al aire libre. Yo recuerdo bajar al calle que enfrente de mi portal habia un banco y un patio y pasarme ahí rataco y pasarme el Super Mario Land.
– La tenia muchisima gente, y era facil dejar y que te dejaran juegos. Incluso jugar a dobles, al tetris y al Street Fighter 2 los que más jugue a dobles, pero dejarme, me han dejado de todo tipo de juegos.
– Te ibas de vacaciones con ella y podias jugar en el coche (que de aquellas recordad los viajes como eran de horas y carreteras nacionales) y allí en la playa en el pueblo, podias conocer a gente con otra gameboy y compartir juegos, así fue como conocí el Zelda y tuve que comprarlo al volver a casa con todos mis ahorros de niño.
Mi primo tenia la Gamegear y no le hacia ni sombra, estabas completamente limitado a un sitio con enchufe. Y luego tuve la Super Nintendo, la PS2 o el PC, que claro, eran más completas y con «mejores» juegos, pero la diversión que me dio la GameBoy es incomparable y solo los juegos más viciantes de PC han logrado algo relativamente similar.
Fué mi segunda consola, la primera fué un clon de la Atari con un porrón de juegos en memoria, más colores pero menos potente en todo lo demás.
Nací en una época en que los únicos videojuegos portátiles eran las maquinitas con pantalla LCD, los que tenían una se convertían en los reyes del patio, y estoy hablando de las maquinitas cutres, las buenas, las de Nintendo, te convertían en el jefe supremo. Por eso la aparición de una ‘maquinita’ nueva que no sólo permitía cambiar los juegos sino que estos tenían la misma calidad que los de la Nes pero con menos colores (nada de imágenes prefijadas) fue una de las mayores revoluciones para los de nuestra generación.
Lo malo es que en esa época todavía no me gustaba el Tetris por lo que me pareció un fastidio que la consola trajera ese juego y no el Super Mario Land.
A los que se quejan que no es lo mismo emularla en aparato de sobremesa les recomiendo que lo hagan en otra portatil, la PSP ahora sólo vale una fracción de lo que valía esta consola en su momento.
Qué triste no haber disfrutado de la GameBoy en su momento. Lo siento por vosotros.
Nunca fui mejor ‘juegador’ que con aquel ladrillazo gris; esas dos vueltas que le daba al Super Mario Land y al R·Type sin despeinarme, ese enganche profundo al que creo que es su mejor juego, el Link’s Awakening. ¡Y ese Dynablaster, ese Mario Land 2 y 3. Qué rico todo!
Ay, y que la perdí hace poco en la última mudanza. Estaba en perfecto estado y funcionando. AY.
El año pasado le regalé a mi señora una NES original con un puñado de juegos míticos, y éste año el regalo me lo voy a hacer yo, por mis cojones.
Yo tuve una poket, pero mis padres eran de esos de “no juegues mucho” así que tenia la consola y no tenia juegos. Lo mismo con una PSX, me la dieron (la pillaron en una oferta con Canal+) pero sin juegos, tenía que comprar la revista de Sony para darle a los cd’s de demos. Lo que si tuve era NES. Me la regalo mi abuelo en el 92, y para ella llegue a juntar unos 40 juegos. En tiempos de ps2 (inicios) aún me decían “para que quieres otra si ya tienes esa” (si esa = NES). Ahora con una edad con 4 perras y adicto a los Cash, es cuando me estoy comprando Snes, juegos para Nes Snes Gameboys PSX…
Puedes emularla perfectamente con una dingoo a 320, caanoo, consola china android, etc, etc.
Yo también era uno de los chicos que no tenía Game Boy y sólo miraban como jugaba el afortunado chaval que sí que la tenía. La envidia crecía hasta niveles insospechados cuando veías que ese chaval se juntaba con su amigo y se ponían a hacer combates de Pokémon con el Cable Link. Al final mi Game Boy Color llegó, y cómo la disfruté! Super Mario Lands, Pokémon, Zelda Oracles y un montón de plataformas clónicos que llegaban como llegan los shooter clónicos en esta generación. Luego llegó la Advance SP, tenía luz, por fin podía jugar a escondidas cuando todos se habían ido a dormir! Ahí sí que la aproveché con un montón de juegos más, a destacar Zelda Four Swords junto con un amigo. Y cómo olvidar las tardes del sábado/domingo junto con otro amigo del cole jugando al Final Fantasy Crystal Chronicles conectando las Game Boys a la GameCube. Qué gran experiencia! En definitiva, una gran consola (o consolas, según como se mire) con una gran cantidad de historias que contar. Larga vida a la Game Boy!
Pues un poco igual que yo, aunque tuve la suerte de que había tanta gente a mi alrededor que la tuvo, que incluso me la llegaron a prestar más de un día seguido.
Estos articuletes personales y nostálgicos me dan gustirrinin… y además me acabas de recordar un post que tengo a medias y que tiene algo que ver con este tuyo ^_^
Escribe, escribe.
Yo soy muy dado a volver a mis origenes en casi cualquier Retro Amor que hago. Lo veo importante ya que estoy recordando algo del pasado y siempre es bueno contextualizar. Bueno, es parte de mi estilo escribiendo xD
Una game boy pocket y un Super Mario Land, hace ya muchos años, comprados en el corte ingles, POR DIOS.
Acá en México, por 1994 yo vendí un clon de famicom, con 10 cartuchos (piratas supongo) para poder comprarme una usada, y me dieron de «regalo» el cartucho de tetris, que recuerdos :’D
P.D. Estuvo en mis manos hasta el día de su muerte…
Yo tampoco tuve nunca una GameBoy :'(, pero recuerdo con mucho cariño cuando iba también a casa de mis primos y me viciaba a tope. Y con la NES. Y con la SNES :»'(
Pero siempre tenía mi PC… que me daba cariño.
El peor cambio de mi vida, cambiar una mega drive por esa chusta monocromática (abro paraguas)
E tio tl;dr pero es que el titulo me ha hecho recordar a cuando yo quise una gameboy. Habia echado algunas partidas en el patio de la escuela y evidentemente flipe. Unas navidades tenia hartos a mis viejos con que queria una gameboy y cuando me intuyeron que a lo mejor caian por reyes no me lo crei mucho. Al abrir mi regalo ahi estaba mi consola handheld: una de estas tipo gamewatch con el fondo estatico impreso y «sprites» fijos que se iban encendiendo y apagando… No era una gameboy. Por suerte años mas tarde con los colegas nos cambiabamos las consolas asi llegue a tener una gameboy pocket o color el tiempo suficiente como para quedarme a gusto.
Yo tampoco tuve una Game Boy: recuerdo que un niño de mi clase me la alquilaba (los niños son muy cabrones) de vez en cuando para poder jugar al Pokémon Rojo Fuego. Intentar hacerme con todos costaba 500 pesetas al día. La felicidad tenía un precio demasiado alto para una niña de 8 años, así que solo pude terminar el juego años después y con un emulador…
En realidad, y ahora que lo pienso, me pasé años siendo la que miraba con envidia: no tuve la Game Boy, no tuve una Master System ni una Saturn (solía ir a casa de un vecino a jugar al Batman y al Alex Kidd, aunque la mayoría de las veces solo me dejaba mirar), etc. Lo único que había entrado en mi casa fue la falsa NES con el cartucho de chorromil juegos a la que mis padres jugaban mucho más que yo: una tarde se empeñaron en pasarse el Bomberman y jugaron por turnos durante horas y horas hasta que lo terminaron ya de madrugada… y mientras, las vecinas marujonas escandalizadas de que hubiera adultos haciendo tal cosa :).
Mi primera consola realmente propia fue la PSX al cumplir 10 años, en un «pack artesanal» con el FFVII (mis padres se pasaban el PEGI por el forro xD). ¡Qué recuerdos!