Análisis: Kirby: Triple Deluxe

Carpanta nació en la primera década del franquismo, cuando España pasaba más hambre. El dibujante Escobar utilizó el humor y el aspecto inocente de su personaje para esconder una denuncia de la miseria que vivía el pueblo en aquellos durísimos años de posguerra. No es que la jugada le saliera redonda: Escobar recibió algún toque de atención de la censura de la dictadura y le pidieron que suavizara la gusa de su personaje porque parecía que en la España del caudillo se comía poco y mal. Carpanta, un hombrecillo que se las ingeniaba para llenarse el estómago a costa de otros, era heredero de la novela picaresca, un género literario muy español que cuatro siglos antes ya había servido como crítica a la situación de los pobres durante el Imperio de los Austrias.

No puedo quitarme de la cabeza a Carpanta cuando pienso en el Kirby :Triple Deluxe de Nintendo 3DS. Justo cuando Nintendo atraviesa una mala racha, cuando sus números no cuadran y cuando sus ventas no remontan, en esas horas bajas es cuando Kirby estrena un superpoder: el hambre atroz, la capacidad de comer sin medida, un agujero negro en el estómago donde cabe hasta el atrezo, atracones bulímicos, un hambre de freelance. Shigeru Miyamoto presumía hace poco que Nintendo sabe reírse de sí misma, pero pensar que la autocrítica llegaría hasta tal extremo es ser demasiado optimista. Debe ser casualidad. Una casualidad preciosa.

En una entrevista, Miyamoto reivindicaba también el ‘género Nintendo’ como etiqueta para clasificar los juegos de la Gran N. El padre de Super Mario no se extendía mucho más, no enumeraba unas cualidades que ayuden a reconocer ese género, pero en este Kirby :Triple Deluxe no es difícil distinguir unos cuantos elementos que ya estaban muy marcados en otros juegos de la compañía que he catado recientemente, como New Super Mario Bros. 2 o A Link Between Worlds, pero que también puede detectarse en muchos de sus títulos de los últimos años. Kirby está más hambriento que nunca, pero Nintendo tiene las cosas claras. Para dar de comer a su pelota rosa va a seguir apostando por lo que lleva treinta años funcionando.

Kirby Triple Deluxe juega con dos ideas potentes: la profundidad y el nuevo poder de tragarse hasta lo que esté pegado al suelo. Con la primera idea, Nintendo sigue peleando en su cruzada para demostrar que las tres dimensiones de su portátil pueden utilizarse bien y aportar cosas a la mecánica. En muchos momentos, especialmente en las peleas contra algunos jefes finales, Triple Deluxe consigue que enciendas las 3D para esquivar con más facilidad los ataques que cruzan el scroll horizontal o para comprobar si un objeto que necesitas se encuentra en un plano diferente al tuyo. En otras ocasiones, las 3D y los saltos entre planos siguen siendo un adorno que ya tenemos bastante visto (hola, Mutant Mudds).

En cualquier caso, con juegos como éste queda claro que Nintendo sabe explotar como nadie su propia tecnología, aunque tenga problemas para que otros quieran usarla. Kirby :Triple Deluxe utiliza en varias ocasiones el giroscopio de la consola y te obliga a balancearla para resolver varios puzles y pasar algunas fases plataformeras. En (casi) cualquier otro juego, esto habría sido motivo suficiente para cabrearse y estampar la consola contra la pared, pero este Kirby consigue que no resulte molesto. Incluso lo aprovecha de un par de formas interesantes, qué demonios.

El segundo pilar de Triple Deluxe, el modo ‘hipernova’ de Kirby, es ya un clásico del ‘género Nintendo’: un nuevo poder para sus héroes con cada juego. La ingravidez de Super Mario Galaxy, la forma de lobo de Link en Twilight Princess, el barco de Wind Waker o la seta gigante de New Super Mario Bros. son mecánicas nuevas que, de alguna forma, justifican hacer un juego. Y, en consecuencia, el diseño de los niveles moldea pensando en esas nuevas habilidades. Algunos de los puzles más interesantes que esconde este juego tienen como base esa nueva faceta de Kirby como aspiradora industrial desbocada.

Y digo que el juego ESCONDE puzles porque realmente lo hace. Aquí viene otra ‘nintendada’: Triple Deluxe, como tantos otros títulos recientes Nintendo, puede disfrutarse a dos niveles distintos. Los jugadores con menos experiencia pueden avanzar sin mucho problema y disfrutar de un juego bien hecho mientras echan un rato en el váter. Los jugadores más exigentes se van a topar con unos cuantos obstáculos para encontrar todas las piedras solares del juego y desbloquear algunos niveles ocultos. Al igual que ocurre con los últimos títulos de Mario, en esos niveles ocultos están algunas de las mejores ideas del juego. Nintendo sólo saca  el jamón caro para sus más fieles.

Con la resolución de 3DS tengo que poner las capturas al margen porque si no sólo se ve un montón de píxeles. LOL.

Los extras tampoco están nada mal y recuerdan a aquel modo ‘fiebre del oro’ de New Super Mario Bros. 2 que era incluso más interesante que el juego original. El juego incluye un brawler fratricida con los diferentes disfraces de Kirby, una especie de Smash Bros. en los que tenemos que matar a otras pelotas de colores utilizando uno de los poderes que se pueden conseguir absorbiendo enemigos en el juego. Además, al pasarnos el modo aventura por primera vez, se desbloquea un modo ‘speedrun’ en el que hay que terminarse el juego contrarreloj y manejando al rey Dedede. La historia no es especialmente larga, pero Triple Deluxe es generoso con los coleccionables y con las segundas vueltas al juego.

“Hacer lo de siempre” no significa lo mismo para todo el mundo. Cuando se trata de Nintendo, “lo de siempre” te garantiza algún momento memorable y alguna vuelta de tuerca a sus franquicias estrella. Suelo defender que hasta los juegos menos inspirados de Nintendo tienen un par de ideas buenas y alguna mecánica interesante. Llevan años demostrando que tengo razón. Kirby Triple Deluxe no es ninguna obra maestra de Nintendo, pero tampoco es un juego poco inspirado, es un plataformas hecho con muchísimo cariño, cuidado al extremo y con un puñado de sorpresas agradables y bien repartidas. Es ‘género Nintendo’.