Es habitual que los mejores juegos aparezcan cuando el fin de ciclo está cercano. Los últimos juegos del catálogo de una consola suelen coincidir cuando ya existen alternativas más potentes en el mercado y, pese a que muchas veces aprovechan mucho mejor el rendimiento del hardware que los titulos anteriores, grandes juegos pasan desapercibidos por el mero hecho de que la atención ha pasado a las consolas de nueva generación. The Story of Thor es uno de estos juegos.
The Story of Thor apareció para Sega Megadrive a finales de 1994. Por aquellos entonces, la chavalada babeábamos con las recién llegadas Sony Playstation y Sega Saturn, de las que solo podíamos ver algunas capturas en las revistas, con esos gráficos poligonales que significaban el futuro de los videojuegos y escandalizarnos al ver los precios altísimos que costaba hacerse con una consola de ellas, únicamente mediante exportación.
El título The Story of Thor ya induce a confusión al pensar que nos encontraremos con una ambientación inspirada en la mitología nórdica, cosa que no se verá en todo el juego. De hecho, no habrá ni una sola mención a Thor ni a alguien llamado de esa manera, así que nos quedamos sin saber de que coño va la historia de Thor, si ni siquiera sale un perro que se llame así. Para añadir a la jodienda, el protagonista se llama Principe Alí, como en Aladdin, la peli de Disney que había triunfado en los cines y cuyas adaptaciones al videojuego eran sobresalientes. Pero, al contrario que con el Dios del Trueno, existe un motivo para que el prota se llame como en la película: el personaje más querido de la película era, sin lugar a dudas el Genio, interpretado por Robin Williams (que en paz descanse). ¿Cómo se llama la hija de Robin Williams? Zelda. ¿Y qué saga inspiró de forma más que evidente The Story of Thor? The Legend of Zelda ¿VEIS ENTONCES POR QUÉ EL PROTA SE LLAMA ALÍ? Vale, reconozco que está cogido con pinzas, pero si hay gente que se cree que comer limón puede curar el cáncer esto puede resultar incluso más creíble.
Comparándolo con el de su rival directo, la Super Nintendo, el catálogo de RPG’s de Megadrive era bastante menos apetecible. A excepción de los Shining Force, los Phantasy Star y algún que otro título, los juegos de rol para la 16bits de Sega resultaban menos apetecibles que pesos pesados como los Final Fantasy, Dragon Quest y las obras maestras de Square de las que disponía El Cerebro de la Bestia. Un juego parecido a The Legend of Zelda para Megadrive era algo que llamaba la atención a muchos.
El punto de partida de The Story of Thor no era muy diferente de todos los juegos de acción de la época: un chaval encuentra un brazalete mágico sin querer y se le endosa el marronazo de salvar el mundo del caos originado por el portador de otro brazalete mágico. La eterna batalla entre el bien y el mal de la que solo un mozalbete de corazón puro puede salvarnos de un aciago destino. Entonces, siempre que estuviera aderezado con muchos espadazos, monstruitos y mazmorras, nos bastaba con eso para pasarlo bien. Por el camino, recogíamos la ayuda de cuatro espíritus que nos otorgaban nuevos poderes para hacernos la batalla más fácil o para acceder a zonas hasta entonces inaccesibles.
Lo primero que llamaba la atención de The Story of Thor eran los cojonudísimos gráficos. A la habitual perspectiva caballera-militar de los RPG made in Japan le habían añadido unos sprites enormes, detallados y muy bien animados. Se notaba que los desarrolladores ya sabían exprimir todo lo que daba de sí la Megadive y The Story of Thor era una maravilla a nivel gráfico. Ese poderío se notaba especialmente con los jefes finales, algunos de ellos realmente enormes. La banda sonora corrió a cargo del maestro Yuzo Koshiro, responsable de algunas de las melodías más famosas de los juegos de Sega.También fue uno de los primeros juegos que llegó completamente traducido al español. Para uno que se pasó Shining Force II con el diccionario en la mano, resultó ser un completo alivio.
Recuerdo un verano entero acompañado por este juego. The Story of Thor no era un juego especialmente dificil ni largo. Unido a la posibilidad de salvar la partida, era posible acabarlo en un par de tardes bien aprovechadas. Pero, lejos de resultar algo negativo, recuerdo que me dediqué a buscar la excelencia, explorando todos los rincones posibles e intentando superar la puntuación que aparecía al acabar el juego. Fue uno de los últimos juegos que compré para Megadrive antes de pasarme a PlayStation, pero lo amorticé todo lo que pude.
The Story of Thor tuvo una secuela un par de años más tarde para Sega Saturn, que llegó cuando a nadie parecían importarle los juegos que no estuvieran hechos con poligonotes y que parece haber caído en el olvido, como casi todos los juegos de Saturn. Por lo menos The Story of Thor apareció para la consola virtual de Wii y en los recopilatorios que Sega publicó para PC, XBox360 y PS3 con clásicos de 16bits, por si a alguno os apetece descubrirlo o volverlo a disfrutar. Os aseguro que lo merece.
Un juego que empecé y nada más, porque no tenía una megadrive. Me gustaría jugarlo entero aprovechando que existe la emulación, porque aparte de tener unos gráficos brutales para la época, recuerdo que era muy divertido. Otro que quiero probar, es la segunda parte para Sega Saturn. :D
Pixel Porn…
Llevo un tiempo intentando rejugarlo, lo que pasa es que no tengo el cartucho y no quiero jugármelo en emulador, a ver si por lo menos con un everdrive…
O esperar que salga para 3DS con interesantes adiciones
Hablando de RPGs, hace poco intenté jugar al primer Shining Force y lo dejé por imposible. Un coñazo supino de juego. Intentaré darle al segundo pero ya veré.
El título del juego en inglés es Beyond Oasis, el cuál no conduce a equívocos. Aunque el europeo es el más parecido al japonés.
No eres el único Kirkis, a mi me paso igual dándole hace poco al Final Fantasy VI, decepciona un poco el ver que tu juego endiosado no es tan bueno como recordabas, y mas merito tienen de alguna manera ese tipo de juego que el paso del tiempo no pasa sobre ellos como el Sonic 2 o el yoshi Island.
El problema con los juegos jrpg de esa época (y bueno, casi que de cualquiera), es que parten de la premisa de que podrás tirarte toda la tarde jugando con él, por lo que los momentos de entusiasmo son fruto de varias horas de juego (el ver avanzar la historia, el «disfrutar» con los combates y las invocaciones…)
Pongo disfrutar entre comillas porque aunque el juego es el mismo, nosotros no, y lo que nos impresionaba hace 10, 15 o 20 años es imposible que nos impresione igual ahora. Si realmente te gusta lo retro, podrás disfrutarlo en cierta medida, pero no igual. Jugar en su momento era jugar la novedad, para la que reservabas todo el día si hacía falta (yo tengo echado sesiones de 4 y 5 horas al FF VI, mismo), creo que al hacerse uno mayor también busca mas eficiencia en sus horas de entretenimiento, queremos que el tiempo que estemos con un juego nos reporte más en menos, de ahí que si uno disfruta de lo retro, sea más sencillo liarse con un arcade.
Creo que para disfrutar ahora de estos títulos uno tiene que ser organizado, imponerse pequeñas sesiones de juego para saborear la grandeza de esos títulos (que la tienen) pero sin agobiarse, al menos es el enfoque que yo les doy…
Por cierto, que al hilo de este mensaje me he puesto el Thor2 de Saturn y es otra maravilla, decir que su música me recuerda por momentos a las músicas de Star Wars… no a las principales, si no a las melodías que suenan de fondo en cualquier momento…
Madre mía, yo me he rejugado hace nada el FFVI y es tan absolutamente juegarraco como siempre.
Otra cosa es que se haya perdido la paciencia para determinados tipos de géneros.
De acuerdo contigo, al final el juego sigue siendo el mismo, el que ha cambiado es uno como videojugador.
La de horas que eché yo a este juegazo…Exploré cada puñetero pixel y (en esa epoca pre-GameFaqs) encontré creo que todo lo encontrable (Incluidas la espada de fuego y la ballesta de bombas de uso infinito con las que eras un acorazado con patas)….menos UNA de las puñeteras gemas del espiritu de sombra.
Siempre tendré la espinita de esa pantalla final de estadísticas que me recordaba que me aún me faltaba algo…(Hasta que un dia me arranque en emulador a desfacer el entuerto…)
Jojojo, sin duda mi juego favorito de Mega Drive. Lo jugué y rejugue tantas veces, que por la noche repasaba mentalmente el mapa del juego… Buscando la última gema negra que dice Garrote. Por cierto, compañero, que la encontré, y juraría que se cual es la que te falta.
Se te ha olvidado un detalle, y es que el personaje tenia un repertorio de golpes comparable al mejor Streets of Rage, una delicia.
Garrote, al salir del volcán, en los riscos que debes ir saltando. En uno de ellos, dirige a Ali hacia ti, hacia la pantalla… Y veras que llegas a una sucesión de tres pantallas con pruebas de saltos al vacío.
Al final esta la última gema negra, y las bombas infinitas.
El emulador de Xbox 360 esta ahí mismo…
Veo tu comentario tarde, al final me lo rejugé, y supe de la gema de marras gracias a un let’s play en youtube, pero gracias! :D
Anda que no estaba escondida ni na, no se me hubiese ocurrido en la vida xD (Y también se tuvieron que quedar aliviados con las pruebas de salto de esas pantallas, eran jodidas de cuidao!)
Cierto que el repertorio de golpes recordaba al Streets of Rage, y es que de hecho en detalles se notaba mucho que era de la misma gente, a mi concretamente por un par de efectos de sonido reciclados de los SoR precisamente…
Al fin conseguí el 100% :_)
Pues si, las más difíciles de todo el juego, con diferencia.