La cocina se ha puesto de moda de una manera loquísima. No tengo dedos suficientes en todo mi pelirrojil cuerpo para poder contar cuantos programas de televisión sobre cocina hay en pantalla. Y no esperemos que todos sean simples recetarios con un cocinero lanzando chascarrillos que huelen a la Transición, no. Hay de mil y un tipos. Joder, si es que me he encontrado yo mismo viendo algunos de ellos. Y no solo nos quedemos en la pequeña pantalla. El cine también se ha subido a la cresta de la ola aunque con resultados más bien dispares. Menos mal que siempre nos quedará Greenaway. Y como no, los videojuegos.
Se podría decir que la época gloriosa de los videojuegos ambientados en el mundo de la cocina fue durante el reinado de Nintendo DS. Una cantidad enorme del gargantuesco catálogo de la portátil de Nintendo se basaba en «La Cocina» como tema fundamental. Ya fuera como recetarios digitales con el sello de John Oliver o a base de minijuegos como los que nos encontramos en la saga Cooking Mama. Actualmente esta fiebre ya se ha calmado, al menos en el ocio interactivo, pero allá por el 2013 apareció Cook, Serve, Delicious! para compatibles.
Cook, Serve, Delicious! es un videojuego al que le he echado más horas de las que habría imaginado. Esto se debe a que es un título que no esconde demasiados misterios. Se trata de un clon más de los muchísimos que aparecieron con el auge de Diner Dash, ese gestor de tiempo que dio entrada a un género más que repetitivo y que ha causado multitud de lesiones en el túnel carpiano. Interfaz sencilla, un mundo que ya conocemos de sobra, gráficos resultones y una jugabilidad más simple que encontrar últimamente a un corrupto en el Partido Popular. Un saludo a Valencia.
Las razones por las que escribo este texto en vez de ponerme a escribiros acerca del último lanzamiento pasan por una gran verdad acerca de Cook, Serve, Delicious!: es muy disfrutable. Nunca me imaginé echando más de ocho horas a un gestor de tiempo y menos a uno sobre cocinar alimentos digitales que luego no podría degustar, pero así ha sido. Todo pasa por ser un título que entra muy bien a la vista. Todo muy colorido y simple. Cook, Serve, Delicious! se divide en dos fases: en la primera nos moveremos entre diferentes menús eligiendo que platos entrarán en el servicio del día, comprando nuevos utensilios que desbloquearán más platos a cocinar y mejorando la calidad de las recetas para poder cobrar más por ellas a coste de que incremente la dificultad de su elaboración. Una vez damos por cerrados todos estos trámites entramos en el meollo del juego.
Como buen gestor de tiempo, nos dedicaremos a cocinar los platos que los diferentes comensales pedirán en la barra de nuestro restaurante. Cada plato se cocina de una manera distinta así que es importante que en la elaboración del menú del día seleccionemos platos que sepamos que nos dará tiempo a preparar ya que a medida que nuestra fama como restaurante crece, así crecen el número de clientes. Y todas estos minijuegos los realizaremos a base de clicks del ratón y pulsaciones de las diferentes teclas de nuestro teclado. Algo que al principio parece sencillo pero que se va convirtiendo en un ejercicio de precisión y rapidez dignas de las mejores secretarias de las desaparecidas oficinas de la televisiva Sterling Cooper.
El juego llega a ser asfixiante cuando nos encontramos con las horas puntas ya que debemos preparar multitud de platos a la vez que nos enfrentamos al resto de tareas que efectuaremos durante el día: lavar los platos, tirar la basura, poner trampas para las ratas, atrapar a ladrones, hacer selfies… hasta tener citas. Se nota que es un juego que retrata muy bien el Siglo XXI ya que todas las labores a realizar son nuestras, no hay ningún ayudante de cocina que nos pueda echar un cable. Y cuidado con no realizar los platos de forma perfecta o de hacer esperar hasta el límite de que se marche algún cliente ya que en ese caso nos encontraremos sin panoja en nuestros bolsillos y sin dinero nos encontraremos en una espiral cansina de repetir días una y otra vez hasta que podamos conseguir pasta para nuevos platos a cocinar.
El juego es repetitivo como buen gestor de tiempo que es. Pero es un título sincero. Desde los primeros compases vemos todo lo que nos ofrece el juego pero aún así nos sigue sorprendiendo con pequeños añadidos que mejoran la vida útil del mismo tal como duelos entre chefs, ya sean virtuales u online, o desafíos donde tengamos que ir a alguna fiesta de cumpleaños o derivados a hacer algún trabajo concreto. Todo esto teniendo en cuenta que no podemos usar los mismos platos todos los días o que no podremos llenar nuestro restaurante de comida basura de fácil elaboración ya que así no irá nadie a visitarnos.
Que Cook, Serve, Delicious! no innove en demasía no implica que sea un mal juego, más bien lo contrario. Sabe muy bien cuales son sus puntos fuertes y los potencia con el mimo al detalle que tiene. Os interese la comida o no, si queréis un título sencillo con el que evadirse de los videojuegos más complejos, éste es vuestro título. Jugabilidad pura y dura que se transforma en diversión inmediata sin demasiados preámbulos.
Después de leer esto, mi primera impresión ha sido: «Anda, pues he de probar este juego». Pero si lo pienso bien, lo cansinos y frustrantes que me resultan los juegos tipo Dinner Dash… igual mejor paso. Pero no tiene mala pinta jajaja (Joder, cuánto hacía que no comentaba en EPI D:)
Hombre, esto va de lo mío XD
Pues tiene pinta de ser interesante… El timing y la coordinación entre sala y cocina es de las cosas más difíciles del mundillo. Me he agobiado nada más leerlo >_<
Gracias por el descubrimiento <3