Seguro que más de uno frunció el ceño con desagrado viendo el anuncio de Dragon Quest Builders, pensando que lo último que necesita el mundillo de los videojuegos es otro clon del Minecraft. Yo fui uno de ellos, pero le di una oportunidad a la demo disponible y un par de horas después ya había ido a la tienda para comprarlo. Dragon Quest Builders no solo funciona sino que ha sido la sorpresa más agradable de 2016.
Al final va a resultar que Dragon Quest es la galleta Oreo de las sagas de videojuego. El espíritu de fantasía de princesas, castillos y dragones pegan con cualquier estilo, sean juegos de lucha de espadas, de hostias a multitudes o de captura y coleccionismo de monstruos. Los personajes y monstruos diseñados por Akira Toriyama le dan la coherencia visual necesaria para identificar la saga con tan solo un pantallazo. Dragon Quest Builders no es una excepción a la saga, y esta vez la mezcla del Señor Maligno que ha sumido el Mundo en las tinieblas a la espera de un héroe salvador que solucione el marrón pega estupendamente con un juego de hacer casitas y gestionar recursos.
Los cuatro capítulos que forman el juego tienen un desarrollo idéntico: llegamos a zona devastada con una base desolada que debemos reconstruir con nuestras manitas. A medida que reconstruyamos se instalarán nuevos habitantes que solicitarán nuestra ayuda. Algunos de ellos nos darán planos o instrucciones para adicionar nuevas dependencias al campamento. A medida que la base mejora accedemos a nuevas zonas con nuevas materias primas que aumentan el repertorio de objetos y materiales a construir. Y al final, nos vemos cara a cara con el monstruo que ha sumido la región en el caos. Y una vez cambiamos de misión, empezamos desde cero, con los bolsillos vacíos, perdiendo todas las mejoras adquiridas ya que en Dragon Quest Builders las mejoras del personaje dependen exclusivamente del equipo utilizado.
Ese planteamiento puede parecer repetitivo a primera vista, pero cada capítulo presenta diferencias notables respecto a los demás: las materias primas comunes son distintas y hay que gestionar los materiales y objetos de forma diferente. Eso consigue que no tengamos la sensación de volver a estar haciendo lo mismo una y otra vez y que levantar un campamento de nuevo desde cero nos resulte igual de divertido que la primera vez.
Podría pasarme un par de párrafos describiendo el modo de creación de salas, las recetas de edificios, el sistema de combate y todas esas cosas que suelen decirse en los análisis, pero mejor os cuento otra cosa, mucho más importante: ESTA MIERDA ENGANCHA.
Dragon Quest Builders es drojja pura. De esos juegos que dices “cinco minutitos más…” como cuando suena el despertador. No vas a poder dejar un plano a medio construir. Cuando sepas qué necesitas para hacer un cuarto de culturistas no vas a estar tranquilo hasta que lo consigas. Vas a rebuscar por todo el mapa para encontrar esos dos arbustos que te faltan para esa habitación, cagándote en tus ansias de jardinero al haber devastado todas las existencias para hacer plantas medicinales. Vas a transformar la base en un puto rascacielos de tres pisos lleno de trampas y habitaciones decoradas con mimo y estilo a pesar que hace mucho que llegaste al máximo nivel… Incluso te pondrás contento cuando cambies de capítulo porque toca volver a empezar.
Estoy seguro que, más pronto o más tarde, acabaré con el Trofeo de Platino de Dragon Quest Builders. Es un juego con un control muy poco exigente, con un sistema de combate casi ochobitero que lo hace terriblemente propicio para jugar esporádicamente, sin presiones ni prisas. Solo hace dos días que liberé Alefgrado del malvado Draconarius pero ya estoy pensando en volver a empezar para realizar los desafíos que me han quedado pendientes en la primera vuelta. Por si eso no fuera suficiente, tenemos el modo Terra Incógnita, un modo libre con el que podremos comparar nuestras pollas creaciones con otros jugadores que se va ampliando a medida que acabamos con la campaña principal.
Si te molestan los niños rata, la abrumadora libertad o esos pixelotes más feos que un tumor de Minecraft, quizás deberías dar una oportunidad a Dragon Quest Builders: un juego sencillo pero a la vez terriblemente dicertido y tan adictivo como los risketos. Y sobretodo mucho más bonito que Minecraft. A por él, que hay demo.
GOTY 2016. Hacía mucho que no me enganchaba tanto a un juego.
Pues un minecraft light no es mala invitación a volver al género.
No porque minecraft no mole, sino porque saber lo abrumador que puede ser echa p’atrás.
«mucho más importante: ESTA MIERDA ENGANCHA.» ¿Como Dragon Quest IX, no?
Yo le tengo ganas desde que salió el trailer y eso a mí que Minecraft me repele un poco, lástima que no tengo PS4 ni Vita y tampoco salió para PC, igual, parece de esos juegos que se juegan mejor en una Vita.
Es un tipo de enganche distinto a Dragon Quest IX. Al final DQ IX llegaba a hastiar, cosa que no pasa con éste
¡Exacto! Dragon Quest IX y Builders de verdad que son realmente difíciles de dejar de jugar. También me pasa con Dragon Quest VII.
Todos estos juegos con componentes de gestion (porque este dragon builder no deja de ser un juego de gestion y construccion), football manager, heart of iron, terraria, civilization… son sin duda los juegos que mas implican al jugador en la toma de decisiones y por tanto te meten tanto dentro del universo del juego, que luego cuesta salir de el un poco, porque no paras de recibir nueva retroalimentacion en la experiencia dependiendo de tus decisiones.
En mi opinion, este tipo de juegos son el futuro para todo tipo de juegos, y por eso vemos cada vez mas juegos de otros generos como shooters, arcades, matamarcianos donde cada vez mas incluyen algun tipo de componente de gestion por muy minimo que sea, lo que muchos conocen en modo suave como «caracteristicas rpg», que no es mas que gestion encubierta.
Ahh, Dragon Quest es un pionero en eso. Quizás de ahí su éxito en Japón… bueno eso y sus monstruos carismáticos que preceden incluso a Shin Megami y Pokémon. Incluso si en los primeros juegos solo daban la ilusión de la elección propia (lo cual ya era genial); los siguientes ya te daban la posibilidad de armar tu equipo en la taberna, dejar de administrar una tienda para la que has trabajado ya mucho tiempo para salir de aventura y buscar un método para salir de la rutina, e incluso escoger a tu esposa (Dragon Quest V, una de las mejores historias).
Para mi suena mucho más tentador que los grades rpg que se han estrenado hace poco y los que se están por estrenar, más que nada porque parece divertido pero no tan absorbente como debe ser el nuevo Final Fantasy, Zelda y lo que será el Dragon Quest XI ya que estos son juegos inmensamente largos ya que finalizar la historia es parte importante del juego pero a su vez uno quiere disfrutar de todo lo que te ofrece por el camino, lo que hace que al menos en mi caso les dedique muchísimo tiempo hasta que los finalizo y no los toco nunca más, aunque siendo sincero si fuera adolescente me estaría tirando de cabeza hacia varios de esos juegos xD
En fin, parece un juego sencillo, agradable y estéticamente lindo, respecto a la jugabilidad tu mencionas que las mejoras del personaje sólo dependen del equipo ¿eso significa que no hay que levelear?
«Levelear» no, como mucho tendrás que recoger más materiales según lo que quieras construir. Los monstruos no dan experiencia, solo objetos. Algunos son necesarios para fabricar objetos, pero afortunadamente no hay objetos raros que salen una vez cada 100 bichos