Hace ya un puñado de semanas que me pasé NieR: Automata, con todos los finales principales conseguidos y la mayoría de misiones secundarias completadas. Y, extrañamente, no tuve la necesidad de correr hacia el teclado para relataros lo mucho que me había gustado el juego y lo cojonudos que son Yoko Taro y Platinum Games, algo extraño siendo NieR uno de los sleepers favoritos de El Píxel Ilustre. He dejado enfiar, madurar y casi fermentar mis sensaciones sobre el juego y he llegado a una conclusión: NieR no necesitaba una secuela.
ADVERTENCIA: ESTE ARTÍCULO CONTIENE TRAZAS DE SPOILERS DE NIER Y DE NIER: AUTOMATA, GLUTEN, LACTOSA Y OTROS ALÉRGENOS. QUE CADA UNO LO LEA BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD
NieR nos cautivó muchos de los que lo probamos. Pasamos por alto unos gráficos inferiores a la media de 2010 y que no se hubiera traducido al español gracias al carisma de sus personajes, las relaciones entre ellos, una trama un poco más adulta que lo habitual, una banda sonora magnífica y, sobretodo, por múltiples homenajes a juegos y mecánicas de antaño. NieR, siendo un action-JRPG en su mayor parte, hacía guiños a los matamarcianos, a los juegos de acción en 2D, a las mazmorras cenitales de los primeros Zelda, a las aventuras conversacionales y a los arcades isométricos, entre otros. El juego me atrapó y no descansé hasta saber qué relación había entre esos padre e hija físicamente idénticos pero separados 1.300 años.
Cuando escribí el análisis de NieR solo había conseguido el denominado Final A. Solo me había acabado una vez el juego y creía que el New Game+ era el habitual incremento de dificultad con algún jefe oculto. Andresito me hizo ver que me equivocaba y que el meollo estaba con el Final B. Tenía razón. La segunda vuelta de NieR para conseguir el otro final daba la vuelta a las motivaciones de los enemigos. Ahora ya no nos parecían tan malos y el protagonista no parecía tan bueno.
Entonces me pareció impensable que pudiera llegar una secuela de NieR. Pensaba que quedaría como un juego de culto, lo que algunos llamábamos un “juego de 7” y ahora se llama un “juego de nicho”; un juego que pese a sus carencias tenía algo que lo hacía especial y muy disfrutable para los aficionados a su género. Un juego al que en 2025, si la gente sigue escribiendo en blogs, se le dedicarían “Retro Análisis” para recordarlo con nostalgia. Pero, contra todo pronóstico, llegó NieR: Automata… Y desarrollado nada mas y nada menos que por Platinum Games. Eso al menos nos aseguraba que tendríamos un buen juego…
Y así ha sido. Que nada de lo que diga a partir de ahora os haga pensar lo contrario: NieR: Automata es un juego muy bueno. Mis cargas laborales y familiares actuales hacen que escoja con mucho más detenimiento a qué jugar y no voy a invertir 60 horas de mi escaso tiempo libre en pasarme un juego que no me gusta. Repito: NieR: Automata es un juego muy bueno, pero quizás falla como secuela de NieR.
Cierto que las primeras horas de NieR: Automata conseguían meterte de nuevo en el mundo de NieR. Todo nos resultaba familiar y nuevo al mismo tiempo y de nuevo era la banda sonora que actuaba como nexo de unión entre original y secuela. El personaje protagonista era 2B, un androide femenino con tal culazo que ha conseguido que los gamers no se sintieran violentos al controlar una mujer (2B: 1-Aloy: 0), acompañada por otro androide masculino llamado 9S, ambos pertenecientes al escuadrón YoRHa. Su misión: controlar la actividad de los robots que habitan la tierra. Robots creados por una civilización alienígena que invadió la tierra y que ocasionó la huida de la humanidad hasta la Luna, donde aguardan que YoRHa les solucione la papeleta.
Si habéis jugado a NieR os daréis cuenta de lo mismo que yo: la historia de NieR: Automata no tiene absolutamente ningún punto de unión con la del juego al que precede. Pero seguí jugando, esperando que en algún momento el señor Yoko Taro me volara la cabeza uniendo las dos partes.
Cuando conseguí el primer final de NieR lo dí por acabado. Me sentía plenamente satisfecho con lo que había jugado. Eso no me pasó con NieR: Automata: el primer final me dejó totalmente desconcertado. Llegó mucho antes de lo que esperaba y con demasiados interrogantes abiertos. Incluso incluyen una nota invitando a seguir jugando para seguir descubriendo, como si estuvieran diciendo “Oye, esto es NieR... ¿acaso esperabas enterarte de todo en la primera partida?”.
Esperé que la segunda vuelta despejara dudas, rellenando los huecos de la historia usando a 9S como protagonista. No solo no las despejaba, sino que el paso de la historia de los finales A y B con la historia que sigue a continuación resultaba demasiado abrupto, demasiado confuso. Seguí jugando, con la esperanza de llegar a ese momento en el que al final se relacionaría Nier con Nier: Automata. Ese momento no llegó.
He tenido que acudir a la Wikipedia para averiguar que miles de años separan las historias de los dos NieR. Aparecen las gemelas Devola y Popola y un amnésico Emil montado en un isocarro, los escenarios nos recuerdan demasiado a los de la primera parte: el bosque, la fábrica abandonada, la ciudad en ruinas, y el desierto, en el que la misteriosa ciudad de Facade, con sus canales de arena, mutó en un moderno bloque de apartamentos antes de ser destruída por los extraterrestres. Escasos cameos que no me satisfacen como unión argumental de los dos juegos.
Durante más de medio juego he tenido la sensación que se intentaba repetir la fórmula de NieR en muchos sentidos. Esa fórmula seguramente sorprendió a muchos que no jugaron al primero pero sí se han atrevido con éste. Las partes de matamarcianos y los cambios de cámara a 2D son un soplo de aire fresco cuando estamos enquistados con los FPS y los juegos de acción en tercera persona.
Pese a haber disfrutado NieR: Automata no ha dejado en mi una huella tan profunda como lo hizo NieR. La misión de un padre para salvar a su hija enferma me resultó mucho más satisfactoria y emotiva que la purga de robots por parte de YoRHa, por mucho que las máquinas hayan aprendido a decir “mamá”. Quizás NieR merecía una secuela, pero NieR: Automata no ha resultado ser la secuela que esperaba. O, simplemente nos hemos equivocado y, aunque lo pidiéramos los que lo disfrutamos hace ya más de un lustro, NieR no necesitaba una secuela.
A mi me dejó feliz. Si tuviese otro nombre, uno lo jugaría y diría «es un Nier».
Vale, una cosa es que Nier no necesitara secuela, pero…¿qué tal es este, como juego?
Quiero decir, me flipa Bayonetta, me gustó bastante Vanquish, y le tenía el ojo echado a este. Independientemente del anterior (el cual no he tenido el placer de catar), ¿es tan bueno como los mencionados?
El juego como tal no decepciona. A mi me gustó muchísimo pero no llega a la altura de los Bayonetta.
Vale la pena por mucho que no me haya gustado como secuela
Pues…no lo juegues. A ver, el juego pasa del combate para centrarse en la narrativa. Ni siquiera, teniéndo una gran BSO, se molesta en poner «música de combate» más allá de en combates digamos que dramáticos. Pero es que además se la pela la dificultad por que no quiere romper el ritmo en los climax haciendote repetir un boss 4 o 5 veces y digamos que durante medio juego nisiquiera es recomendable darte de ostias.
Luego te puedes pillar el DLC y ver como realmente se podían haber sacado un hack Slash con el material que había, pero lo que es el juego base, es que no quiere que te lies a masacrar robots por diversión , quiere que siga predominando esa sensación melancólica .
Yo me quedo con el Autómata, creo que han sabido llevar mejor la historia que en el Nier original. Ojo, no digo que sea mejor, cada uno tendrá su opinión, pero en cuanto a dirección, le doy un 10.
Una de las cosas que mas me molestaron del primer juego, era como la historia principal importaba una mierda, siempre tenías tiempo para hacer misiones secundarias, cultivar o pescar, a pesar de que tu hija se estaba muriendo en casa. Por no hablar de las secundarias en sí, pero bueno, ese es otro tema…
Si en algo es mejor el Nier original a este, son sus personajes. Kainé, Weiss y Emil son MUY superiores a 2B, 9S y A2. Tenía la esperanza de verlos en Autómata (absurda, ya que el juego ocurre miles de años después), pero no hemos tenido esa suerte. Ni siquiera Emil y las gemelas son los mismos del primer juego.
En definitiva, no, Nier no necesitaba una secuela. Su historia está bien cerrada. Ahora, para mi, Nier autómata no es una secuela. Es un juego totalmente distinto y, personalmente, superior.
Totalmente en desacuerdo con tu opinión :)
Autómata, aparte de ser objetivamente superior en todo a Nier, no es una secuela al uso. Tan solo es una historia que ocurre en el mismo mundo que el juego anterior, pero mil años después.
Para mí, Autómata es lo mejor de este año, al nivel de Zelda. Es más, creo que Autómata es un juego mucho más importante gracias a su originalidad y a su mensaje. Amén de tener uno de los mejores finales de la historia, que es, al mismo tiempo, una muy buena forma de luchar contra la piratería ya que no puedes ver el final si no tienes el juego legalmente comprado ;)
Gracias Galious por otro buen análisis.
Siento tener que decirlo pero tú análisis me ha resultado terriblemente decepcionante. Todo aquello que achacas al juego es fruto de tus expectativas irreales e imposibles. ¿En serio creías que podía haber un a secuela directa que conectase ambas historias de otra forma distinta lo que lo hace? Eso sí que hubiese sido decepcionante y poco interesante. Lo que toma de NieR son sus mecánicas, su tono y su moral. Es un juego de autor que deja su impronta en él. Puedo respetar que conectes menos con su historia a título personal, pero no porque tenga menos profundidad o implicaciones morales, sino porque es más intelectual y menos emocional.
Y lo que no se puede negar bajo ningún concépto es que como artefacto jugable deja a NieR en pañales, es el diamante pulido que tiene como referente a la gema escondida en impurezas. Todo lo demás, es pura nostalgia.
Por eso me gusta leeros porque macerais los artículos. Yo aun no he tenido la ocasión de probarlos, ahora ver de donde saco yo tiempo para al menos probarlos.
También desacuerdo, principalmente por que irónicamente forma parte de una trilogía a nivel temático donde el nombre y las conexiones son más por curiosidad que necesidad.Basicamente Drakengard trata sobre cómo no puedes adentrarte en una espiral de violencia sin acabar siendo un monstruo por mucho que tengas un buen objetivo,Nier sobre cómo ambos bandos son capaces de masacrarse convencidos de hacer lo correcto y para luego mostrarte ambas caras de la moneda y finalmente Autómata va sobre cómo absurdamente acabamos atrapados por nuestras diferencias,miedos y prejuicios en una absurda espiral de violencia de violencia y se pregunta si se puede escapar, no se limita a exponer que ambos son empatizables ,como Nier. Todos tratan sobre cómo la humanidad está condenada al conflicto y nuestra naturaleza violenta.Dejo aparte Drakengard 3 por que se limita a contar una historia de violencia sin reflexionar demasiado.
Así pues lo que dices de autómata también se podría decir de Nier respecto a Drakengard.De hecho pese a lo que se cree los 3 ocurren en el mismo mundo ( no, el mundo de los Nier no es el nuestro, es el de una línea paralela del Drakengard 1 donde no pasó lo que pasó, se ahonda más sobre estás líneas en el 3) y si no se llaman todos Drakengard en vez de Niers es posiblemente por marketing y por el Drakengard 2 hecho sin Yoko Taro.De hecho Drakengard 1 es mucho muy influyente en Nier, no es sólo una excusa lo del final D para tener una epidemia.
Igualmente tampoco entiendo criticar una secuela por innovar y sólo conservar el sabor y temática ni cómo puede sobrar un juegazo de los que encima ya no se prodigan.
¿Y esas capturas tan feas?