Hoy mismo, día 25 de septiembre, ha terminado la primera fase de la Indie Spain Jam 2023. Si vuestro cerebro funciona como el mío, es posible que hayáis leído Indie Space Jam y en vuestra cabeza solo esté la imagen de Michael Jordan machacando por encima de un dibujo animado. Pero eso es irrelevante. Lo importante del asunto es que, desde hace siete días, algunas de las personas con más talento dentro del panorama del videojuego español han estado dale que te pego desarrollando videojuegos con la temática «Cae la noche». En total, según la propia página de Itchio, hay 177 participaciones. 177 videojuegos a los que podéis jugar ya. Y, como sé que son muchos y nadie tiempo pa’na, me he tomado la libertad de hacer una pequeñísima selección gourmet para empezar a abrir boca. Que no se os olvide valorarlos después de jugarlos.
Mírame
Esta absoluta salvajada desarrollada por el equivalente a los Chicago Bulls del 96 del indie español es sencillamente absurda. No tiene ni pies ni cabeza. Desarrollar esto en siete días está al alcance de muy pocas personas, pero cuando ves que la alineación la componen Aquiles, Chuso, Culo, Eufrasio, Nightframes, Pikas y Renato, cobra un poco más de sentido. El juego es una auténtica oda al game feel, con un fuego y unas explosiones que se quedan tatuadas para siempre en las retinas, y una banda sonora evocadora que hace las veces de recompensa. El único objetivo de esta barrabasada es pedalear durante doscientos kilómetros mientras derrapas y calcinas monstruos.
Monsters’ Act
Achicharrar monstruos con el fuego del derrape de una bicicleta es increíblemente divertido y definitivamente metal, pero facilitar la obra de teatro de una compañía de monstruos desde bastidores no se queda atrás. Y eso es exactamente lo que propone Monster Act. El objetivo del juego, básicamente, consiste en encender y apagar focos, introducir y sacar escenarios, y manipular la máquina de humo. Todo ello mientras, además, lidias con una pieza de maquinaria estropeada a la que no le puedes quitar el ojo de encima. El resultado es tan bueno como estresante. La recompensa: quizá la mejor pantalla de créditos de toda la jam.
Boogey Nights
Vaya por delante que soy el peor jugador de Guitar Hero, Frets on Fire, Rock Band, etcétera de toda Málaga y posiblemente de España. Dicho esto, Boogey Nights es una absoluta delicia que gira en torno a unos monstruosos duelos de baile en los que debes derrotar a tus oponentes con armónicos y letales movimientos de cadera. Todo ello salpicado con muchos juegos de palabras divertidos, un diseño de personajes escandaloso… y una banda sonora que, por lo visto, han compuesto directamente para la jam. Juegos como este son el fruto evidente de reunir a muchas personas con un talento descomunal dentro del mismo grupo.
The Approaching Quiet
Los que me conocéis un poquito sabéis que un juego que se presenta como un RPG táctico de estrategia por turnos en el que se toman decisiones difíciles, es 100% mi mierda. Y, efectivamente, The Approaching Quiet es mi mierdísima. Sus desarrolladores parece que hubiesen metido Slay the Spire y The Curious Expedition en una coctelera, hubiesen agitado con fuerza, lo hubiesen servido en una copa de balón, y le hubiesen puesto una sombrillita post-apocalíptica. Sé que soy repetitivo, pero me parece un delirio absoluto que se puedan hacer este tipo de proyectos en solo siete días.
Resulta difícil concebir que una sola persona, con tan solo un puñado de assets y una semana de tiempo, sea capaz de crear esta genialidad. El juego me ha parecido una versión tierna y compacta de uno de los mejores videojuegos españoles de los últimos años, UnderDungeon. Palabras mayores. Todos los engranajes giran al unísono en las mazmorras de Diggy Doggo, que es exactamente lo que hace que el juego se sienta tan, tan bien, en todo momento. Y, de nuevo, por si no ha calado: está hecho por una sola persona en solo siete días.
Very Mush Alike
Me encantan las setas y los champiñones. Y también me encanta el The Lost Vikings. Así que supongo que es por ese motivo que este sencillo plataformas sobre tres setas que quieren llegar a la cima de una montaña en mitad de la noche, esquivando caracoles por el camino, me ha gustado tanto. Buenas plataformas, buenos puzles, y un acabado tremendamente sólido teniendo en cuenta el limitado tiempo de ejecución.
Suena el despertador
¿Sabéis quién ha presentado un proyecto a la jam? Yo he presentado un proyecto a la jam. Se me antoja difícil llamarlo videojuego, porque no quiero ponerlo en la misma categoría que todos los títulos que tenéis justo por encima. Lo que sí es, es la prueba palpable de que cualquiera, absolutamente cualquier pazguato, puede participar en una jam. Lo único que hacen falta son ganas y un poco de tiempo. Ni siquiera dinero, porque Twine, la herramienta que he usado, es totalmente gratuita.
No prometo nada, pero es posible que, a medida que vaya probando más videojuegos, vaya actualizando esta entrada.
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