StarOS

1621. Ese es el número de videojuegos que tengo en mi cuenta de Steam. En GOG son 363. De esos 1984 juegos, calculo así a ojo que el 98% serán de pago, lo que dejaría en torno a 40 juegos gratis. Se siente extraño, casi incorrecto, comprometerse a jugar a algo por lo que no has pagado, algo que te han dado de manera gratuita, cuando una montaña digital de videojuegos, viejos y nuevos, te recuerda lo descerebradamente consumista que eres cada vez que enciendes el PC. Creo que no estoy solo en esto. Estoy seguro de que ese es el motivo por el que tardé tanto en jugar a StarOS, pese a tenerlo en el radar desde hacía meses. Un error del que me arrepiento enormemente y que intentaré expiar en las siguientes líneas.

StarOS es el último (a 22 de noviembre de 2023) videojuego de Josyan, uno de los autores españoles con más talento del momento, cuya firma cada vez es más reconocible. Esto, de verdad, me encanta. Igual que cuando ves un Soroya, aunque ya no te acuerdes de la obra en cuestión, sabes que estás viendo un Soroya; con los títulos de Josyan empieza a ocurrir algo parecido: que tras estar con ellos unos minutos, empiezas a notar que son irremediablemente suyos. Tienen su trazo. Y esta suerte de sistema operativo perdido y maldito que es StarOS no tarda en dejar clara de quién es la autoría.

En el primer párrafo mencionaba que jugar a un videojuego gratuito con la biblioteca de Steam hasta arriba resulta «casi incorrecto» y eso es exactamente lo que consigue hacerte sentir StarOS: estar haciendo algo que no deberías. Sin entrar en detalles para no fastidiar ninguna sorpresa, el juego consigue hacerte sentir, desde el primer momento, que estás interaccionando con algo prohibido, algo que no debería estar instalado en tu PC, que no deberías estar experimentando. Gracias a una mecánica que no había visto NUNCA antes, consigue hacerte partícipe de algo mucho más grande que un videojuego gratuito que apenas dura una hora. No estoy exagerando. Soy el primero al que le encanta revolcarse en su propia mierda, disfrutando de mis roguelikes y mis aventuras textuales, pero si hay algo que me gusta más que eso, es que me sorprendan. Y aquí hay sorpresas.

Resulta tentador sugerir en qué consisten las sorpresas de StarOS e iniciar un diálogo sobre el verdadero significado de su trama. Pero me contendré. Me contendré principalmente porque, aunque el juego tiene muchas más capas de las que sus capturas de pantalla puedan sugerir, estas son lo suficientemente ambiguas como para que cada persona las experimente de una forma distinta. Y, de la misma forma que yo me he quedado boquiabierto y he disfrutado como un auténtico cochino con sus giros, me encantaría que todo el mundo pudiese hacer lo mismo. Nadie en su sano juicio destriparía las sorpresas de títulos del calibre de Inscryption o Who’s Lila y, desde luego, nadie en su sano juicio debería hacer lo mismo con StarOS. No seré yo quien lo haga. Yo solo diré que, en 2023, ninguna conversación sobre GOTYs debería olvidar una de las piezas de autor más genuinas y sorprendentes del año.

StarOS es gratis en Steam y deberías jugarlo YA.