Análisis: Lost in Nightmares (DLC de RE 5)

No soy muy amigo de los DLC sacacuartos que se han dejado caer a lo largo de toda esta generación por nuestras consolas y PCs con la excusa de que “alargarían la vida de nuestros videojuegos”. Al igual que mi amigo Andresito, lo mío es esperar hasta que esas ediciones especiales que contienen todos los extras hacen su espectacular aparición en las tiendas mientras suena de fondo Money de Pink Floyd y unos cuantos se frotan las manos de alegría, porque saben que muchos fanáticos van a picar de nuevo y otros buscan adquirir su primera copia. El caso es que yo, paciente como pocos, he aguantado hasta el lanzamiento de Resident Evil 5: Gold Edition para catar de una puñetera vez Lost in Nightmares, el episodio descargable que nos pone en una situación muy parecida a la que ya viviésemos allá por el 96 con el primer título de la saga. Ahora me pregunto por qué he tardado tanto en hacerlo…

Lost in Nightmares es todo en lo que debería haberse convertido la saga Resident Evil en las últimas dos generaciones. Así de claro lo veo. Aunque confieso que disfruté como un enano con la cuarta entrega y que estoy pasándomelo pipa con mi segunda partida del propio RE 5 (del que comparto con Andrés muchas opiniones, como las que nos dejó caer hace tiempo en este peculiar análisis), ninguno de los dos llegó a alcanzar esa idea abstracta que tenía en mi cabeza de lo que debía ser una continuación de la historia que dejó atrás RE: Code Veronica, aunque en muchos aspectos no fuese digna de Hollywood. Pero qué coño, era el guión con el que prácticamente pasé toda mi adolescencia y no quería ver cómo se meaban sobre sus hojas introduciendo plagas, tipos hablando español con ganas de estrangularme en vez de comerse mi cerebro y encargos del mismísimo presidente de los EEUU.

Nostalgia a 5€ el rato; 400 Microsoft Points para los ‘red ring partners’.

Este DLC es puro homenaje a los comienzos de la serie de principio a fin. Su localización, prácticamente calcada de aquella mítica mansión Arklay en la que nos dieron más de un susto, no es sino uno de los muchos detalles que nos recordarán a la odisea que vivieron Chris y Jill por aquel entonces, juntos de nuevo en esta ocasión para goce y disfrute de todos los fans. La disposición de la entrada, la escalera, el comedor, los pasillos estrechos que recorreremos… todo ello, sin ser el mismo lugar, nos hará vivir una sensación de déjà vu tan agradable que se nos hará aún más corta de lo que realmente es. Ése, precisamente, es uno de los mayores fallos que comete este capítulo adicional, pero es algo que, sin embargo, se le perdona fácilmente.

Lost in Nightmares no se queda simplemente en tratar de encandilarnos vistiéndose con ese traje antiguo ahora desempolvado, sino que intenta darle brillo en todos sus aspectos. Tanto la iluminación como la espeluznante banda sonora hacen que el propio RE 5 que le sirve de base parezca un juego totalmente diferente: aquí lo que prima es la ambientación, intentar sumergir al jugador en una sensación de peligro basada en la quietud del escenario utilizando golpes de sonido, músicas inquietantes, transiciones al abrir puertas muy cercanas a las que servían como tiempo de carga en todos los RE clásicos… Incluso se permite meter guiños muy bien llevados basándose únicamente en la pista de audio (esos perros de fondo…). Joder, hasta el huevo de pascua que cuelan justo al principio del episodio (ojo porque el vídeo es un spoiler en sí) me parece brillante, aunque algunos detesten ese tipo de control.

Sonata para piano nº 14… Si se te cae una lagrimilla recordándolo, corre a comprar este DLC

Cuando uno intenta hacer memoria a través de todos los capítulos que componen Resident Evil 5 para buscar algo mínimamente parecido a lo que ofrece este contenido descargable, es cuando comprendes que no existe. No existe siquiera en la cuarta entrega. El “terror” ahora se sustenta en un control deficiente en algunos aspectos que es el que nos pone “nerviosos” cuando nos atacan, pero nada más. Sin embargo, los mismos desarrolladores se han dado una lección a sí mismos creando un entorno hostil sin necesidad de enemigos en determinados fragmentos del episodio. No son necesarias hordas de absurdos majinis ni de mexicanos perdidos en nuestra península para crear suspense (en realidad no la creaban), ni tampoco hace falta que estemos constantemente acosados para mantenernos alerta. Esa acción constante, que es uno de los más grandes errores en los que ha caído la serie (y en el que prácticamente se sustenta ahora, porque vamos…), aquí se aparta totalmente para presentarnos únicamente a un enemigo (y otro que cuenta a medias, en una especie de homenaje a los zombis de toda la vida) que aparece puntualmente y que acojona más que todos los vistos durante dos entregas seguidas. Hasta que le pillas el tranquillo, claro.

Y todo esto como si se hubiesen dado cuenta de que nunca debieron dejar de lado aquel Resident Evil 3.5 con el que muchos se hicieron ilusiones, pero que nunca saldría a la luz por quién sabe qué motivo. Al igual que este DLC, que en principio fue descartado del producto final pero que han tenido a bien rescatar para… para contentar a los más fanáticos de los primeros RE, por qué no. Pocos enemigos, pero que te hagan pensártelo dos veces; una mansión -o comisaría, u hospital… ¡lo que haga falta!- repleta de secretos y caminos subterráneos imposibles, como Dios manda; enemigos como aquellos Tyrant que te perseguían y que debías eliminar de una manera más o menos ingeniosa antes que liarte a disparos a quemarropa con él, más que nada porque te dejaba seco o porque era mejor no quedarse sin aquellas preciadas balas…¹ Lost in Nightmares te invita a jugar de nuevo con la luz apagada, con el volumen alto, y no en una habitación con las ventanas abiertas de par en par mientras recorres calles a plena luz del día siendo perseguido por gente que ladra mucho y muerde poco, por helicópteros que te rodean de explosiones, por tipos armados hasta los dientes de los que te tienes que cubrir como si esto fuese un simple Gears of War.

Y encima como extra trae… ¡¡TETACAS!!

Lost in Nightmares es la respuesta a aquellos nostálgicos que se sintiesen estafados con el giro radical que dio la saga hace ya unos años. Y para los que aman el nuevo estilo, les recomiendo que al menos le den una oportunidad: puede que no sea lo que buscan, que siga cometiendo fallos tal y como lo hace el juego en general (ponerse a disparar emblemas puede romper la atmósfera creada tanto o más que un shooter on rails de terror), pero al menos serán conscientes de que Resident Evil, si quiere, puede volver a hacer honor a su nombre una vez más. Ojalá sea así la próxima vez.

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1. ¿Alguien jugó en su momento a Hellnight (PSX)? Porque una parte del episodio me ha recordado salvajemente a ese juego y al puto monstruo que te perseguía sin poder defenderte… Qué nervioso me ponía, el jodío. (Volver)