Retro Amor: Hundra

Escrito por en Retro Amor - 19 marzo, 2012

El otro día, la gente de Gamikia me preguntó sobre cómo había vivido la Edad de Oro del Software Español durante mi infancia. Como es de recibo en este tipo de entrevistas, una pregunta obligada es la elección de un juego del que guardaba un buen recuerdo. Me lo tuve que pensar un rato, pero al final me decidí por Hundra.

Os prometo que la impresión de la portada era así de regulera

Hundra fue uno de los juegos que Dinamic Software lanzó allá por 1987 y también fue el primer juego en cassette que tuve para MSX. Se lanzó casi simultáneamente con otro de los éxitos de Dinamic: Turbo Girl, también con chica en la portada. A pesar de ser dos portadas de Luis Royo, otro de los dibujantes habituales junto a Azpiri, parece que Turbo Girl se ha ganado un puesto privilegiado en la memoria de los que tenían un Amstrad, Spectrum o MSX en la época no por sus méritos como juego, sino por aparecer en la portada de esa primera Micromanía King’s Size. Sin embargo, yo siempre preferí a Hundra.

 

Dinamic se adelantó 20 años al concepto de «Forever Alone»

Desde siempre me he sentido atraído por el mundillo de la fantasía épica y el hecho de controlar una especie de versión femenina del bárbaro Rastan, a su vez una imitación a lo garrafón de Conan, ya era de por sí un punto muy atractivo. Jorund, Rey de los vikingos y padre de la bella princesa Hundra, se ha dedicado a tocar los cojones al panteón escandinavo, siendo castigado por Loki y encerrado en la isla de Lukx, de donde nadie ha salido con vida. Hundrá acudirá a su rescate, siendo necesario recoger tres gemas mágicas para liberarlo.

 

¡Lista para la aventura!

Ese era el argumento de Hundra, el habitual rescate. Nada más empezar la partida veíamos como Hundra abandonaba el drakkar de la portada con un poderoso salto y aterrizaba en la isla maldita, lista para enfrentarse a innumerables peligros. Tal como era habitual entonces, Hundra es un juego difícil, muy difícil: los enemigos muertos reaparecen a los pocos segundos y nos molestan sin tregua, existen zonas muertas de las que no se puede salir y no nos quedará otro remedio que volver a empezar la partida, Hundra no sabe nadar y también perderá salud si cae de una altura considerable, añadiéndose un efecto de temblor de la pantalla al aterrizar, una chorrada que entonces me parecía terriblemente inmersiva, casi me dolía a mi también…

 

Todo lo que se mueve pretendrá matarnos. Y el agua también

Pero a pesar de su dificultad, Hundra era un juego desafiante. El mapa no era muy extenso y el juego era de esos con doble carga o varias fases. Acabarlo con éxito era posible si le dedicábamos el tiempo suficiente en conocer el mapa, calcular los saltos y encontrar y utilizar sabiamente los ítems. Era difícil, pero no imposible aunque no recuerdo habérmelo pasado una sola vez.

 

La pantalla final en versión Amstrad

Dinamic hizo un estupendo trabajo con Hundra, todo hay que reconocerlo. El sprite de la protagonista estaba bastante bien logrado y seguramente era capaz de levantar fantasías a los jugadores un par de añitos mayores que yo, que estaba más cerca de la fase de gritar “¡hip hip hurra, las niñas a la basura!” que de los picores genitales propios de la pubertad. Y no solo era el personaje principal; ese corazón realista que marca nuestra salud también impresiona, además que el diseño del mapa me parece de lo mejorcito visto en los plataformeros nacionales. Quizás los enemigos, unos horrores alados amorfos en su mayoría, eran el punto más flojo del conjunto.

 

Los bocetos del mapa de Hundra. Tomado prestado de una entrevista a su creador, Ricardo Puerto, publicada en El Pixeblog de Pedja… Estas cosas sí que ya no se hacen en los juegos de hoy

Reconozco que la Edad de Oro del Software Español estaba algo sobrevalorada y que había muchos juegos que no valían un pimiento. No es el caso de Hundra, un juego arcade más que correcto que aún a día de hoy puede resultar entretenido. Si os pica el gusanillo, podéis jugarlo directamente online aquí.

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