Los Premios Ilustres del 2012

Escrito por en Comunicados - 4 enero, 2013

bruno

Super Hexagon

Terry Cavanagh se merece una estatua por este videojuego.

Super Hexagon es una experiencia única que solo se puede disfrutar si entiendes lo que es un videojuego, es decir, una mecánica audiovisual limitada que posee un lenguaje propio que se debe aprender con el fin de superar el reto que propone y de entretener. [Se limpia las gafas de pasta]

Este juego requiere que apagues tu cerebro y dejes la mente en blanco debido a la tremenda exigencia física que exige. Física, sí, porque reaccionar en décimas de segundo en el modo más difícil exige entrenamiento, como un deportista. Necesita que funciones sin interrupciones. Pensar mientras se juega es fracasar. Yo mismo he fracasado jugándolo porque pensaba en qué me sugería el juego.

Por eso Super Hexagon te convierte en un Messi del Super Hexagon, en un borderline sin inteligencia que mediante la repetición de patrones que memoriza y una capacidad aumentada para reaccionar a tiempo, es capaz de superar un reto insoportable, no solo una, sino seis veces. Y una vez te lo pases en la dificultad más absurda posible, hardestestest.

Cavanagh ha reducido el videojuego a una mínima expresión (nada de historia, solo unos polígonos, movimiento y musicaza), pero consigue algo tan profundo que debería ser diseccionado parte por parte y analizado para poder entender hasta qué punto la suma de todas esas partes consigue hacer algo tan entretenido. Porque por mucha paja mental que yo quiera hacerme sobre su mecánica, al final siempre voy a decir lo mismo: es algo absurdamente exigente, pero eso lo hace tan divertido, adictivo y, al final, satisfactorio.

ciro

AaaaaAAaaaAAAaaAAAAaAAAAA!!! Force = Mass x Acceleration

Como últimamente mis artículos van cargados de ínfulas (sic), entrego el premio al juego con más humos del año. Y se lo doy a… «AaaaaAAaaaAAAaaAAAAaAAAAA!!! Force = Mass x Acceleration» (iPad, iPhone) por incluir una fórmula matemática en su título y que éste sea tan largo. Pero no sólo de titulaco vive el videojuego… las principales virtudes de éste son el original -aunque a veces molesto- uso que hace del giroscopio de nuestros iCacharros, su particular sentido del humor y un apartado gráfico no apto para epilépticos. ¿Os gustan los saltos base? ¿Sabéis caer con estilo? ¡Probadlo!

galious

Rocksmith

Para mí este año ha sido mejor que el anterior en lo que a videojuegos respecta. No he jugado a ninguna castaña pilonga que merezca la coletilla de C2C (lo más cercano ha sido Kingdoms of Amalur-Reckoning), y por ello creo este año la categoría «Premio Galious y sus guitarritas» cuya única finalidad es la aparición de Rocksmith en esta gala ilustre. Pese a que Ubisoft no sea una compañía que levante demasiadas simpatías, este año han demostrado que, muertos ya los juegos con cacharritos de plástico, los juegos musicales pueden ser algo más que juegos de cantar y bailar. Rocksmith ha dado una segunda oportunidad no solo a los juegos musicales distintos, sino también a multitud de guitarras que permanecían muertas de asco en un rincón de la habitación. Y recuerden: se farda mucho más ante las chavalas enseñando como tocas la guitarra que ver como te pasas el Call of Duty sin que te maten, así que ¡aprovechen el Rocksmith!

htdreams

Retro City Rampage

Poca coña con esto, Retro City Rampage empezó a gestarse en el 2002 como un proyecto para portar GTA III a la NES. Obra de Brian Provinciano, programador de Backbone Entertainment hasta fundar Vblank Entertainment para dedicarse en exclusiva a Retro City Rampage, y actuando casi como hombre orquesta (la música corre a cargo de varios músicos de la scene chiptune, con casi 1 hora de melodías) se ha cascado todo un HOMENAJE, así, en mayúsculas, a este vicio nuestro de cada día, con un amor al pixel digno de mención y rebosante de mucha parodia y cameos por doquier, lo que ayuda a hacerlo mucho más entretenido de lo que en principio aparenta.

En muchos aspectos es el juego que nos hubiese gustado jugar en los 90, en una Megadrive o Supernintendo. En resumen, una especie de GTA «de 8 bits» muy gamberro y lleno de humor, que como muchas cosas buenas viene de Canadá, es multiplataforma y deberíais darle un tiento.

No se vayan todavía, que aún faltan tres premios más de la última tanda del equipo ilustre.

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Mañana tenéis cita con el ilustrismo