Ser inmortal es una putada. Eso nos lo enseñó Christopher Lambert en la peli de Los Inmortales mientras repartía espadazos con Sir Sean Connery. Sin embargo, si a no poder morirse le quitamos esa parte melodramática de ver como todo lo que te rodea se marchita hasta desaparecer, tiene que tener su puntillo al dejar de lado el instinto de supervivencia y no preocuparnos de poder sufrir terribles heridas ni mutilaciones.
Bryce, el prota de Neverdead, se lo sabe bien. 500 años de inmortalidad tras un desafortunado encuentro con el Señor de los Demonios le han bastado para aprender a sacar provecho de su condición y para desarrollar un cinismo de proporciones épicas. ¿Hay que utilizar fuego? Bryce servirá como antorcha. ¿Necesitamos hacer un puente entre esos dos cables pelados? Bryce servirá de empalme. ¿Parece que estamos encerrados? No hay problema: la cabeza de Bryce seguro que cabe por algún lado…
Tengo que confesar que mis únicas expectativas con Neverdead se resumían en contar con él como uno de los candidatos a C2C Ilustre 2012. No solo por las despectivas reacciones de la prensa especializada, sino también con las numerosas semejanzas con Knights Contract, uno de los peores juegos que han pasado por mi PS3. Pero tras completar el juego debo decir que no ha sido así, Neverdead no es un C2C, pero tampoco tiene la calidad suficiente para considerarlo un posible sleeper o aspirante a juego de culto.
Por lo menos Arcadia no es tan tonta como la bruja Gretchen
Y es una lástima, porque Neverdead es un juego que, de haberle dedicado un poquito más de HAMOR por parte de sus desarrolladores, podría haberse codeado con juegos como Enslaved, Darksiders o Binary Domain. Juegos de segunda fila que no son ni pretenden competir con los todopoderosos triple A pero que consiguen entretener al jugador durante un buen rato. Tenía muchos elementos para posicionarse: un protagonista gamberro, una mecánica interesante y el apoyo de Megadeth en la banda sonora. Pero Neverdead se queda a mitad de camino entre esos juegos y la morralla.
Neverdead combina varias mecánicas de juego: en primer lugar es un juego de disparos, un shooter en tercera persona en el que empuñamos un arma en cada mano, pudiéndolas disparar por separado incluso si los brazos no están pegados al tronco. Pero cuando nos enfrentamos a ciertos enemigos resistentes al plomo será necesario echar mano de la espada que lleva Bryce en la espalda, una especie de navaja mariposa a lo bestia. Así combinamos un juego de tiros con otro de espadazos con solo apretar un botón.
Para dar un descanso a los gatillos del mando, entre oleada de enemigos y oleada de enemigos, raro será el nivel en el que no tengamos que desprendernos del cuerpo y pasarnos un rato rodando por el suelo como una bola de bolos, sea para acceder a un lugar inaccesible para una persona entera o para activar algún tipo de dispositivo. ¿Recordáis cuando en Medievil 2 manejábamos el craneo de Sir Daniel Fortesque sobre una mano zombie? Pues algo así nos encontramos en Neverdead.
¿Qué le falla a Neverdead? Como pasa con demasiada frecuencia, la cámara puede ser nuestra peor enemiga, especialmente cuando rodamos decapitados por el suelo. Muchas veces no sabremos qué cojones está pasando o dónde están los enemigos y sin darnos cuenta nos encontramos de nuevo deshechos en pedacitos, incapaces de prever por dónde nos llevan los ataques. El manejo de la espada, aunque original (con el stick derecho indicamos la dirección del tajo) es algo engorroso y el poder de la espada y las armas de fuego está bastante descompensado, con lo que muchas veces pasaremos de pegar tiros y nos pondremos a repartir mandobles a pesar de poner en peligro nuestra integridad. Y hay veces que recomponer a Bryce puede resultar un coñazo, más aún si nuestra vorágine caza-demonios ha originado gran cantidad de escombros.
¿Y que tiene a su favor? Neverdead tiene un buen ritmo de juego. No se hace pesado ni aburrido si podemos pasar por alto sus carencias, hay bastante variedad de escenarios, enemigos y situaciones, cada fase tiene su final boss como en los juegos de antes, una banda sonora potentota, un protagonista macarrón acompañado de una rubia cañón y, sobretodo, ahora lo puedes pillar por cuatro duros. Quizas si Rebellion se hubiera preocupado un poco más en pulir el juego en lugar de crear un multijugador metido con calzador y que permanece sin estrenar al no encontrar absolutamente a nadie conectado al mismo tiempo que yo estaríamos hablando de otra cosa, pero ni siquiera el mismísimo Dave Mustaine consigue que Neverdead merezca más que un aprobado raspado.
Entonces, Galious, ¿cual te ha dado más asquete? ¿Este o Naughty Bear? Es que tengo ambos sin empezar.
pese a todas las hostias k se esta llevando si tuviera consola m lo hubiera pillado pues la estetica m tira mucho
Ya retorno Galious hablandonos de alguno de sus juegos puercachones.
Yo lo confundo siempre con el Shadows of the Damned, ya se que la portada no es ni parecida pero tampoco se parecen Al Pacino y Robert de Niro y no hay padre/madre que no los confunda.
Una idea maja realizada de forma regulera.
Ay Konami.
Recuerdo jugarlo un rato durante el Gamefest y facepalmear muy duro cada diez segundos.
@Belosan: Shadows of the Damned es diez millones de veces mejor juego que este. =(
Yo también le eché un ojo durante el Gamefest y la verdad tiró un poco por los suelos la esperanzas que tenías puestas en él. No sé, eso de poder usar las partes del cuerpo me parecía bastante original y tenía ganas de ver de qué iba.
Quizás, en algún ataque de locura, le de una oportunidad.
@Slugger Maxman
Naughty Bear es mucho peor que éste. Neverdead no me ha parecido lo suficientemente malo como para no pasármelo
@Handlolo
Reconoce que lo echabas de menos… XD
Me da mucha pena que haya salido tan mal, porque todo lo que cuentas sobre el juego me parece cojonudo :( Igual me animo a probarlo algún día.
Es un juego perfecto para kinect
Estuve apunto de alquilarlo en el GAME, ya veo que no tiré 1,5 euros, y el café que me tomé después estará más rico que esto seguro jajaja.